/ domingo 3 de julio de 2022

Turismo ecológico y de romance, la apuesta de Morelos

La Escuela de Turismo de la UAEM trabaja en un proyecto en la Sierra de Huautla, el objetivo es evitar que los jóvenes se vayan del estado en busca del "sueño americano"

Detonar proyectos en las propias comunidades del estado evitará que los jóvenes busquen el “sueño americano”. Una de ellas es la Cruz Pintada ubicada en la Sierra de Huautla, en donde los propios universitarios proyecten el rescate de minas, haciendas y otros espacios abandonados en donde el turista pueda ver atractivo para visitar, dejando derrama económica y trabajos directos para quienes habitan el lugar sin tener la necesidad de salir a buscar su bienestar en otros estados o países.

La Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), trabaja en un proyecto en el Ejido de Cruz Pintada en donde ya existen de manera previa instalaciones del Comisariado “son cabañas, un auditorio y es un lago, en algún momento lo tuvo la universidad y por razones que desconocemos se abandonó”, dijo el director de la escuela, Gerardo Gama Hernández.

Retomarlo como un proyecto de ecoturismo sería una de las grandes apuestas luego de la pandemia, ya que la tendencia es disfrutar de zonas al aire libre, sumándose al de “Piedra Rajada” en Chalcatzingo, el de la comunidad de Amatlán en Tepoztlán, entre otros.

“El estar en áreas naturales, al aire libre, beneficia más y la gente va con menos miedo; ya hemos ido dos veces, platicamos con las comunidades, levantamos una encuesta, está incluso una chica haciendo tesis de licenciatura, vamos a meter una tesis de maestría para ver cómo cerramos la pinza e ir ya con el comisariado”.

Si bien este tipo de turismo está logrando un alcance, dijo que el estado debe asumir el turismo de boda como una pieza indispensable para la recuperación económica, pues es un turismo en el que basta con convencer a “la novia” y el evento traerá consigo al menos 200 y hasta 800 invitados en un fin de semana.

“Hay una cadena de valor importante, los de las flores, el sonido, el banquete, las mesas, el hospedaje, alimentación”. El turismo cultural, el de los Pueblos Mágicos, Tequesquitengo, Cuernavaca y Cuautla, los balnearios, cocina tradicional, fiestas patronales, son también las apuestas, permitiendo que Morelos cumpla los requerimientos de los turistas.

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Detonar proyectos en las propias comunidades del estado evitará que los jóvenes busquen el “sueño americano”. Una de ellas es la Cruz Pintada ubicada en la Sierra de Huautla, en donde los propios universitarios proyecten el rescate de minas, haciendas y otros espacios abandonados en donde el turista pueda ver atractivo para visitar, dejando derrama económica y trabajos directos para quienes habitan el lugar sin tener la necesidad de salir a buscar su bienestar en otros estados o países.

La Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), trabaja en un proyecto en el Ejido de Cruz Pintada en donde ya existen de manera previa instalaciones del Comisariado “son cabañas, un auditorio y es un lago, en algún momento lo tuvo la universidad y por razones que desconocemos se abandonó”, dijo el director de la escuela, Gerardo Gama Hernández.

Retomarlo como un proyecto de ecoturismo sería una de las grandes apuestas luego de la pandemia, ya que la tendencia es disfrutar de zonas al aire libre, sumándose al de “Piedra Rajada” en Chalcatzingo, el de la comunidad de Amatlán en Tepoztlán, entre otros.

“El estar en áreas naturales, al aire libre, beneficia más y la gente va con menos miedo; ya hemos ido dos veces, platicamos con las comunidades, levantamos una encuesta, está incluso una chica haciendo tesis de licenciatura, vamos a meter una tesis de maestría para ver cómo cerramos la pinza e ir ya con el comisariado”.

Si bien este tipo de turismo está logrando un alcance, dijo que el estado debe asumir el turismo de boda como una pieza indispensable para la recuperación económica, pues es un turismo en el que basta con convencer a “la novia” y el evento traerá consigo al menos 200 y hasta 800 invitados en un fin de semana.

“Hay una cadena de valor importante, los de las flores, el sonido, el banquete, las mesas, el hospedaje, alimentación”. El turismo cultural, el de los Pueblos Mágicos, Tequesquitengo, Cuernavaca y Cuautla, los balnearios, cocina tradicional, fiestas patronales, son también las apuestas, permitiendo que Morelos cumpla los requerimientos de los turistas.

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