Vivir y resistir

Sara Montesinos

  · jueves 26 de noviembre de 2020

Pasábamos el sábado en la noche por Ayala y juntos pensábamos: "Estamos en tierras zapatistas. En tierras de lucha y resistencia".

Y es que al andar por esas calles, sigue siendo inevitable evocar la memoria histórica de pueblos organizados que, con otro sentido de la vida, decidieron hace tiempo luchar contra el despojo de sus tierras, sus aguas, su alimento, y seguir haciéndolo hasta que la dignidad se haga justicia.

Dos días después, durante la madrugada, llegaron allí mismo cinco camiones y unos 300 elementos de la Guardia Nacional. Llegaron justo al plantón de San Pedro Apatlaco que hace más de cuatro años se levantó para defender al río y a sus aguas del proyecto de la Termoeléctrica. Se acercaron a las mujeres y hombres velando en el plantón y dijéronles que habían de abandonarlo para que los trabajos del PIM siguieran avanzando, que no iban allí al diálogo ni a revisar los amparos con los que contaran para defenderse. Dijéronles "sálganse" y comenzaron a desalojar sus cosas.

Dicen ahora los de la CFE que no hay razones para que las campesinas y los campesinos se opongan al proyecto, que los ejidatarios no van a encontrar las aguas del río contaminadas y que las inversiones no pueden perderse. Pero responden quienes han dejado ahí su sueño cuidando el agua por más de cuatro años que el agua no puede estar por debajo del dinero, que el alimento no puede estar por debajo del lucro y que la vida no puede estar por debajo del miedo. Dicen que como enseñó la historia a sus pueblos, para defender sus tierras hay que existir y resistir.

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