/ viernes 15 de enero de 2021

Que la cuesta no te cueste tu salud mental

El inicio de año nunca había sido tan complejo, con preocupaciones por la salud y la economía. Enero nos trajo las primeras vacunas contra la COVID-19 y algo de esperanza, pero también nos recuerda la necesidad de reorganizar nuestras finanzas y asegurar nuestros ingresos.

Indudablemente a todos nos preocupa la cuestión económica: el pago de deudas, conseguir trabajo, que nuestro presupuesto alcance ante el alza de precios de algunos productos. A la par, luchamos contra una pandemia que no nos permite hacer planes inmediatos, debido a la incertidumbre.

En realidad, la cuesta que más nos cuesta no es sólo la que tiene que ver con el dinero. Hay otros pendientes emocionales que pesan mucho y que detienen nuestro andar. El pasado 18 de enero fue el Blue Monday, “el día más triste del año”, lo cual nos recuerda la importancia de tener una atención integral en nuestras emociones.

En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México estamos para ayudar a todas las personas de todo el país, en nuestra Línea de Seguridad y nuestro Chat de Confianza de WhatsApp 55 5533-5533. Tan solo de enero de 2020 a la fecha, recibimos 294 llamadas de personas de Morelos que necesitaban contención emocional.

El 14% tuvo una ruptura de pareja, el 11% sentía ansiedad (sin motivo aparente), el 9% problemas familiares y el 8% sufría depresión.

Que tengamos un ingreso constante y nuestras cuentas en orden es importante, pero que nos ocupemos de los otros aspectos de nuestra vida y de la salud mental también lo es. Es necesario que en esta temporada acomodemos nuestra rutina de manera que podamos darnos tiempo para hacer presupuestos, pero también para realizar algo que nos gusta en casa, que nos ocupemos de nuestro sueño, la alimentación, el autocuidado y hablar con los seres queridos.

Aunque las dificultades económicas no se encuentran entre los principales motivos por las que las personas nos piden ayuda, sabemos que pueden agravar la inestabilidad. Un desequilibrio emocional puede contribuir a que no podamos solucionar un problema económico con entereza.

Así que cualquiera que sea el tema que nos afecte en este inicio de año, debemos ponerle atención, entenderlo y trabajarlo. Todos podemos sobrepasar una pendiente, una dificultad personal, de salud o económica; necesitamos motivación y apoyo.

Sólo así podrás encontrar alternativas para superar esta cuesta y que no te cueste tanto.

@guerrerochipres

El inicio de año nunca había sido tan complejo, con preocupaciones por la salud y la economía. Enero nos trajo las primeras vacunas contra la COVID-19 y algo de esperanza, pero también nos recuerda la necesidad de reorganizar nuestras finanzas y asegurar nuestros ingresos.

Indudablemente a todos nos preocupa la cuestión económica: el pago de deudas, conseguir trabajo, que nuestro presupuesto alcance ante el alza de precios de algunos productos. A la par, luchamos contra una pandemia que no nos permite hacer planes inmediatos, debido a la incertidumbre.

En realidad, la cuesta que más nos cuesta no es sólo la que tiene que ver con el dinero. Hay otros pendientes emocionales que pesan mucho y que detienen nuestro andar. El pasado 18 de enero fue el Blue Monday, “el día más triste del año”, lo cual nos recuerda la importancia de tener una atención integral en nuestras emociones.

En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México estamos para ayudar a todas las personas de todo el país, en nuestra Línea de Seguridad y nuestro Chat de Confianza de WhatsApp 55 5533-5533. Tan solo de enero de 2020 a la fecha, recibimos 294 llamadas de personas de Morelos que necesitaban contención emocional.

El 14% tuvo una ruptura de pareja, el 11% sentía ansiedad (sin motivo aparente), el 9% problemas familiares y el 8% sufría depresión.

Que tengamos un ingreso constante y nuestras cuentas en orden es importante, pero que nos ocupemos de los otros aspectos de nuestra vida y de la salud mental también lo es. Es necesario que en esta temporada acomodemos nuestra rutina de manera que podamos darnos tiempo para hacer presupuestos, pero también para realizar algo que nos gusta en casa, que nos ocupemos de nuestro sueño, la alimentación, el autocuidado y hablar con los seres queridos.

Aunque las dificultades económicas no se encuentran entre los principales motivos por las que las personas nos piden ayuda, sabemos que pueden agravar la inestabilidad. Un desequilibrio emocional puede contribuir a que no podamos solucionar un problema económico con entereza.

Así que cualquiera que sea el tema que nos afecte en este inicio de año, debemos ponerle atención, entenderlo y trabajarlo. Todos podemos sobrepasar una pendiente, una dificultad personal, de salud o económica; necesitamos motivación y apoyo.

Sólo así podrás encontrar alternativas para superar esta cuesta y que no te cueste tanto.

@guerrerochipres

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