/ lunes 14 de marzo de 2022

MMAPO inaugura la muestra "Plenitud y agradecimiento"

La exposición del maestro Isidoro Martínez está integrada por obras de barro que el artesano ha realizado durante varios años en Tlayacapan

En el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO) se realizó la inauguración de la exposición Plenitud y agradecimiento, que integra 100 piezas de barro bruñido y un núcleo de cinco piezas de barro esmaltado, elaboradas por el maestro artesano alfarero Isidoro Martínez Téllez, quien ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta importante colección.

Morelos cuenta con varios municipios que destacan por las delicadas piezas creadas a partir de tierra y agua, y Tlayacapan es uno de ellos. Desde la época precolombinas la belleza de piezas utilitarias, decorativas y rituales han tenido fuerte presencia en esta comunidad.

El maestro Isidoro Martínez Téllez, es originario de Huimanguillo, Tabasco, pero desde temprana edad llegó a radicar a Tlayacapan, Morelos. Sus padres le transmitieron el interés y la inquietud de trabajar con el barro, desde muy pequeño, por lo que a la edad de seis años, acompañaba a su padre a visitar los mercados más populares de la Ciudad de México, para hacer trueque, ofrecer y vender las artesanías en barro que su familia realizaba.

Las primeras piezas que realizó para vender fueron “Cazuelas hondas” y las “Paellitas”, con el tiempo dominó la manera de moldear el barro, y entre sus piezas a elaborar destacan los platos, jarros, vasijas, tibores, fruteros y los tradicionales ternos, los cuales eran juegos de cinco cazuelas de diferentes tamaños.

Es a espaldas del Chichinautzin donde el maestro ha venido realizando sus creaciones, pacientemente y con gran amor, logra cada una de sus increíbles obras, que se caracterizan por un brillo especial producto del frote constante de un cuarzo en el momento exacto en que el barro está listo para ser transformado. Para obtener la tersura, el color y por supuesto el brillo que produce la caricia brindada.

Desde hace 24 años, las obras que más caracterizan el trabajo del artesano Isidoro, son las mariposas de barro, las cuales realiza con su esposa, decoradas en varias tonalidades con pintura base de agua; estas surgen de los hermosos recuerdos de la infancia que el maestro tiene en su mente y corazón.

En 2013, obtuvo mención honorífica en la XIII Edición del Concurso de Arte Popular “Identidad Morelense” organizada por la Secretaría de Cultura del estado de Morelos, con la obra “Tibor de barro con iconografía del estado de Morelos”.

Esta colección está integrada por más de 100 piezas elaboradas en barro bruñido / Maritza Cuevas | El Sol de Cuernavaca

Cabe destacar que durante los últimos cuatro años, ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta maravillosa colección, la cual se integra por más de 100 piezas elaboradas en barro bruñido, técnica que ha investigado y practicado por varios años.

Durante más de 40 años don Isidoro Martínez se ha dedicado a este quehacer creativo, entablando un diálogo personal con cada una de sus piezas, con las que comulga desde el inicio, con la preparación del barro, el secado, el uso de los engobes, pasar por el horno y obtener una pieza única, realizada con paciencia, conocimiento, experiencia y humildad ante esta materia que él transforma lentamente.

Entre las piezas vamos a encontrar: Juegos de Tibores, elaborados en barro técnica bruñido en distintas tonalidades, con aplicaciones a espaldas del Chichinautzin es en donde el maestro ha venido acariciando sus creaciones, pacientemente, logrando en cada una, un brillo especial producto del frote constante de un cuarzo en el momento exacto en que el barro está listo para ser transformado, para obtener la tersura, el color y por supuesto el brillo que produce la caricia brindada.

Desde hace 24 años, las obras que más caracterizan el trabajo del artesano Isidoro actualmente, son las mariposas de barro, las cuales realiza con su esposa. Decoradas en varias tonalidades con pintura a base de agua. Estas surgen de los hermosos recuerdos de la infancia que el maestro tiene en su mente y corazón.

Al recorrer la exposición “Plenitud y Agradecimiento”, podemos encontrar diversas piezas como Juegos de Tibores, elaborados en barro técnica bruñido en distintas tonalidades, con aplicaciones de iconografía, detalles fitomorfos propios de la Capilla del ex Convento de la Virgen de la Concepción en Zacualpan de Amilpas y del templo del Señor de Santiago en Jantetelco. Dulceros, con iconografía representante del estado de Morelos. Jarra Sol, con iconografía colonial, sol basado en los estucos de la capilla de Santiago Apóstol en Tlayacapan y flores de lis con centro formado por aspas tomadas de la capilla de San Esteban Tetelpa, Zacatepec. Vasija calabacita, decoración en mata de calabaza con frutos. Jarra Luna, basada en los estucos de la capilla de San Martín en Tlayacapan y detalles fitomorfos de cuatro pétalos que representan los cuatro puntos cardinales, propios de la huerta del ex convento de la Natividad en Tepoztlán. Botellones, decorado con iconografía de Xochicalco, pinturas rupestres y figuras antropomorfas de Cuentepec y Juego de Botellones, técnica bruñido y engobes, decorados con iconografía de la zona arqueológica de Xochicalco, del templo de San Pedro Apóstol de Chalcatzingo y de la iglesia de Huitzilac.

Sus padres le transmitieron el interés y la inquietud de trabajar con el barro / Maritza Cuevas | El Sol de Cuernavaca



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En el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO) se realizó la inauguración de la exposición Plenitud y agradecimiento, que integra 100 piezas de barro bruñido y un núcleo de cinco piezas de barro esmaltado, elaboradas por el maestro artesano alfarero Isidoro Martínez Téllez, quien ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta importante colección.

Morelos cuenta con varios municipios que destacan por las delicadas piezas creadas a partir de tierra y agua, y Tlayacapan es uno de ellos. Desde la época precolombinas la belleza de piezas utilitarias, decorativas y rituales han tenido fuerte presencia en esta comunidad.

El maestro Isidoro Martínez Téllez, es originario de Huimanguillo, Tabasco, pero desde temprana edad llegó a radicar a Tlayacapan, Morelos. Sus padres le transmitieron el interés y la inquietud de trabajar con el barro, desde muy pequeño, por lo que a la edad de seis años, acompañaba a su padre a visitar los mercados más populares de la Ciudad de México, para hacer trueque, ofrecer y vender las artesanías en barro que su familia realizaba.

Las primeras piezas que realizó para vender fueron “Cazuelas hondas” y las “Paellitas”, con el tiempo dominó la manera de moldear el barro, y entre sus piezas a elaborar destacan los platos, jarros, vasijas, tibores, fruteros y los tradicionales ternos, los cuales eran juegos de cinco cazuelas de diferentes tamaños.

Es a espaldas del Chichinautzin donde el maestro ha venido realizando sus creaciones, pacientemente y con gran amor, logra cada una de sus increíbles obras, que se caracterizan por un brillo especial producto del frote constante de un cuarzo en el momento exacto en que el barro está listo para ser transformado. Para obtener la tersura, el color y por supuesto el brillo que produce la caricia brindada.

Desde hace 24 años, las obras que más caracterizan el trabajo del artesano Isidoro, son las mariposas de barro, las cuales realiza con su esposa, decoradas en varias tonalidades con pintura base de agua; estas surgen de los hermosos recuerdos de la infancia que el maestro tiene en su mente y corazón.

En 2013, obtuvo mención honorífica en la XIII Edición del Concurso de Arte Popular “Identidad Morelense” organizada por la Secretaría de Cultura del estado de Morelos, con la obra “Tibor de barro con iconografía del estado de Morelos”.

Esta colección está integrada por más de 100 piezas elaboradas en barro bruñido / Maritza Cuevas | El Sol de Cuernavaca

Cabe destacar que durante los últimos cuatro años, ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta maravillosa colección, la cual se integra por más de 100 piezas elaboradas en barro bruñido, técnica que ha investigado y practicado por varios años.

Durante más de 40 años don Isidoro Martínez se ha dedicado a este quehacer creativo, entablando un diálogo personal con cada una de sus piezas, con las que comulga desde el inicio, con la preparación del barro, el secado, el uso de los engobes, pasar por el horno y obtener una pieza única, realizada con paciencia, conocimiento, experiencia y humildad ante esta materia que él transforma lentamente.

Entre las piezas vamos a encontrar: Juegos de Tibores, elaborados en barro técnica bruñido en distintas tonalidades, con aplicaciones a espaldas del Chichinautzin es en donde el maestro ha venido acariciando sus creaciones, pacientemente, logrando en cada una, un brillo especial producto del frote constante de un cuarzo en el momento exacto en que el barro está listo para ser transformado, para obtener la tersura, el color y por supuesto el brillo que produce la caricia brindada.

Desde hace 24 años, las obras que más caracterizan el trabajo del artesano Isidoro actualmente, son las mariposas de barro, las cuales realiza con su esposa. Decoradas en varias tonalidades con pintura a base de agua. Estas surgen de los hermosos recuerdos de la infancia que el maestro tiene en su mente y corazón.

Al recorrer la exposición “Plenitud y Agradecimiento”, podemos encontrar diversas piezas como Juegos de Tibores, elaborados en barro técnica bruñido en distintas tonalidades, con aplicaciones de iconografía, detalles fitomorfos propios de la Capilla del ex Convento de la Virgen de la Concepción en Zacualpan de Amilpas y del templo del Señor de Santiago en Jantetelco. Dulceros, con iconografía representante del estado de Morelos. Jarra Sol, con iconografía colonial, sol basado en los estucos de la capilla de Santiago Apóstol en Tlayacapan y flores de lis con centro formado por aspas tomadas de la capilla de San Esteban Tetelpa, Zacatepec. Vasija calabacita, decoración en mata de calabaza con frutos. Jarra Luna, basada en los estucos de la capilla de San Martín en Tlayacapan y detalles fitomorfos de cuatro pétalos que representan los cuatro puntos cardinales, propios de la huerta del ex convento de la Natividad en Tepoztlán. Botellones, decorado con iconografía de Xochicalco, pinturas rupestres y figuras antropomorfas de Cuentepec y Juego de Botellones, técnica bruñido y engobes, decorados con iconografía de la zona arqueológica de Xochicalco, del templo de San Pedro Apóstol de Chalcatzingo y de la iglesia de Huitzilac.

Sus padres le transmitieron el interés y la inquietud de trabajar con el barro / Maritza Cuevas | El Sol de Cuernavaca



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