Galia Tonella

Sororidad

Reicelda Oxilia

  · miércoles 15 de enero de 2020

Cortesía | Reicelda Oxilia

Seguramente, si en lugar de tres reyes magos, hubieran sido tres Reinas Magas con principios filosóficos y no metafísicos, la Historia hubiera sido diferente desde. En lugar de oro, mirra e incienso, hubieran desarrollado todo su expertise creando nuevas políticas para cuidados post maternos y cuidado de los bebés para que las mujeres pudieran seguir trabajando en sus cultivos y compartiendo la manutención de sus pueblos. Le hubieran expedido un diploma a José como ejemplo para todo la comunidad al ser el mejor padre adoptivo, el más amoroso de la década, sin ningún tipo de resentimiento machista. A pesar de todas las críticas que iban a recibir, las Reinas Magas hubieran armado una mega marcha en contra de Nerón para acabar con su tiranía, su persecución y todas sus demás locuras; hubieran creado, también, un centro de adaptación para él y para muchos y muchas como él. Y, sobre todo, hubieran abierto escuelas para que las mujeres escribieran sus propios evangelios. El mundo, sin duda alguna, hubiera sido diferente porque habría sido escrito con la pluma de la Mujer.

En cambio, estamos todavía aquí, dos mil años después, (o más bien cinco mil) con gran tecnología que todavía no sabemos hacia dónde nos conducirá y, aún así, escuchamos a diario las mismas horrendas noticias que nos ganan porque van más rápido que todos nuestros pensamientos y nuestros buenos deseos. Hoy, más que nunca, tenemos que apurarnos a cambiar este mundo de violencia y muerte que nos han heredado, aunque hubiéramos pensado, en algún momento, que ya habíamos entendido el rol natural que nos toca en nuestro hábitat.

Muchas cosas han cambiado, otras han permanecido intactas. Lamentablemente, los humanos no hemos logrado entendernos y seguimos dando poca validez a nuestra propia esencia. De esta manera, las recalcitrantes derechas del mundo se han vuelto a posicionar de manera inaudita. Las izquierdas, que algún día fueran la esperanza de muchos, ahora están fragmentadas e incapacitadas por sus propios errores. Otros, hablan como izquierda y actúan como derecha. ¡Qué pesar! ¿Hacía dónde ir? Necesitamos escribir más, hablar más, actuar más, construir más y no dejar caer este momento Histórico Mundial, por ningún motivo, en donde las mujeres han alzado la voz, como nunca, tratando de poner un alto a tanta barbarie, así tengamos que empezar desde cero nuevamente.

La Tierra, es femenina. Está sufriendo, por igual.

He aquí otra historia de Mujeres.

Galia Tonella saca sus manos, como puede, de las gélidas e indiferentes rejas de su celda para alumbrar sus escritos con la luz escuálida del foco del pasillo. Ella escribe, no desde la tragedia, sino para aliviar ese dolor que la comprime y que ahora reinterpreta a través de la escritura.

Fue Elena de Hoyos quien llegó primero a su escenario con el programa de escritura "Fundación Mujeres a la sombra", Alma Karla Sandoval la secundó y le devolvió su postergado deseo por la escritura. Y, gracias a la gestora Ana Hilda Chávez, logró publicar gran parte de sus escritos en Grupo Rodrigo Porrúa.

Tengo frío, quiero un carbón encendido. (uno) para calentar mis pies morados (dos) mis hombros se congelan (tres) los escasos rayos de sol no quieren entrar (cuatro) le temen al encierro (cinco)… escribía así sus poemas mientras escribía, al mismo tiempo, 400 cuentos (y otros libros más) durante los 400 días que estuvo en prisión. En ese lugar conoció el frío, por primera vez; en ese lugar conoció el sufrimiento de los otros, por primera vez. Ya no era un sufrimiento lejano y peliculezco. Ella, era el sufrimiento mismo, por primera vez. Las lágrimas que ahora asoman por sus ojos mientras tomamos café con un delicioso pastel de manzana que ella misma preparó, ya no son de pesar, son de enorme satisfacción al poder decir "prueba superada". Tanto dolor por un hombre, como muchos, que no toleran que las mujeres puedan ser inteligentes.

Pero, como diría Heidegger, un hombre (una mujer) es lo que hace, con lo que hicieron de él (ella) y esa, fue la oportunidad que le dio la vida para darse cuenta, cabalmente, de la gran falta de inteligencia y de valores de la sociedad en que vivimos. Descubrió, al mismo tiempo, la manera de comunicarse con sus compañeras de la cárcel, sin planteamientos, sin juicios ni prejuicios. De otra forma, nadie escucha en ese lugar.

Así se dio a la tarea de escribir también para niños y jóvenes a través de valores filosóficos para crearles una identidad propia, sin princesas que rescatar, sin príncipes que esperar, sin dragones que matar, ni varitas mágicas qué usar y en dónde solo la inteligencia los pueda rescatar. La única manera de predecir el futuro es, creándolo.

Así nació "El mundo de las cerezas". Siete libros diferentes, escritos a partir de tratados filosóficos aptos para edades de 5 hasta 16 años. Galia los describe como "una reserva ecológica" en donde los niños aprenden muchas cualidades a partir del mundo de los animales, en donde todos son iguales, respetando sus diferencias. Todos estos animales descritos en el libro tienen sus propios paradigmas y les enseñan cómo viven ellos en su hábitat natural. La intención es hacer a los niños más fuertes e independientes a través de este aprendizaje, encontrando su propio equilibrio. Con esto se les enseña a abastecer las ideas correctas a través del amor, amar esas ideas correctas, discernir, aprender a tener paciencia y el respeto de los tiempos, se les enseña la inteligencia y la convivencia entre todos para sobrevivir, logrando ese equilibrio que se necesita en el mundo. Esta fue también la única manera como pudo comunicarse con sus nietas durante los 400 días que ella estuvo en prisión, al mismo tiempo leía sus cuentos para los niños de Atlacholoaya, los cuales se volvieron toda una tradición; los niños se convertían en policías de la moral y las niñas dejaban de competir entre ellas al entender que todas eran bonitas y que no necesitaban competir.

No cabe duda que la filosofía es la madre de la emancipación.

No son fábulas, comenta Galia, porque en estos libros no hay animales tontos. Es la utopía que se puede hacer en el mundo de los niños. Y, a diferencia de las mujeres de nuestra generación que crecieron esperando al príncipe azul, Galia espera que, a través de sus libros, los niños y los jóvenes crezcan creando su propio mundo, siendo el complemento de su pareja, sin esperar nada de nadie, teniendo la responsabilidad de hacer un mundo mejor. Afortunadamente, estos cuentos pronto serán publicados muy pronto por la misma empresa Porrúa.

Sí, Galia pasó cuatro años en prisión por un delito que no cometió, sin embargo durante ese tiempo, me cuenta haber escrito ensayos filosóficos, cuentos infantiles y 4 novelas y que parte de obra se puede leer en antologías.

Ella es morelense, nacida en Baja California por circunstancias del destino y del trabajo de su padre. Siempre quiso estudiar filosofía, pero se enfrentó a la cerrazón de esa época, cuando muy pocos pensaban que las mujeres habían nacido para pensar. Así que, por gran insistencia de su madre, principal opositora, se convirtió entonces en empresaria recorriendo gran parte de América, China, Oriente, Europa y el Norte de África.

Ha sido galardonada con el premio estatal de los Derechos Humanos en 2019. Es coach de vida, escritora, conferenciante, gran lectora, excelente chef, amante del buen cine y de la vida. Ha participado en diversas fundaciones para la inclusión social y laboral de personas con discapacidad. Actualmente da clases, de inglés, de ética y valores, de historia y civismo en la cárcel femenil de Atlacholoaya en donde tiene más de 60 alumnas y una lista de espera para estos cursos. También tiene un programa semanal en la radio en Factor 4

Es agnóstica y vanguardista de la vida. "Si una religión no te hace ser un mejor ser humano, no es morada de Dios". "Dios debería ser la esperanza y la llegada de un bien". Se dice ser muy respetuosa de los hombres y mujeres por igual, porque ambos han creado este mundo; no se puede decir que uno sea mejor que el otro, ambos hacen el complemento. Por eso no está de acuerdo con el feminismo radical.

Fue verdaderamente inspiradora la tarde que pasé con Galia. Ojalá que sus tratados filosóficos y las palabras de las mujeres, en todas sus facciones, logren cambiar a este mundo de una vez por todas. Esto me hizo recordar una frase: Si educas a un hombre , educas a un individuo. Si educas a una mujer, educas a una familia o a una nación.


Algunos de sus reconocimientos:

  • Secretaría de Cultura, por participación en taller Búsquedas Identitarias femeninas.
  • Constancia expedida por Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social por participación en proyecto “Búsquedas Identitarias Femeninas”
  • Constancia de participación en obras de teatro expedida por Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
  • Constancia de participación en Programa “Historias de Vida, Escritura Identitaria y Encuadernación Artesanal” expedido por Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
  • Constancia de participación de Bienal de Radio, expedido por el Instituto Morelense de Radio y Televisión.
  • Ha participado como escritora en los siguientes libros.
  • Mareas Cautivas. Participación de 6 mujeres en cautiverio.
  • Bitácora del Destierro
  • Carbón encendido.
  • Antología Poética.
  • A la sombra del Huamúchil 20a. Edición.
  • Antología Poética con el penal de Santa Martha Acatitla.
  • Diccionario Canero para Sobrevivir en la Cárcel.
  • El libro “Soy inocente.” Recibió mención honorifica de la Secretaria de Gobernación a nivel Nacional.

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