De 300 personas que cruzan por el Callejón del Libro los fines de semana, apenas unas cuatro adquieren un ejemplar, confiesa Raymundo Falfán, integrante de la Mesa Directiva de dicho mercado que todos los sábados y domingo se instalan en este punto de Cuernavaca.
Comparado con hace cuatro años, las ventas alcanzan un 50 por ciento, considerando que quienes más compran libros son los jóvenes que gustan de consumir libros de moda o de superación personal. Muchos de los casos es porque se los piden en su escuela.
“Sobre todo de secundaria o preparatoria que les piden en la escuela”.
Raymundo Falfán cuenta que no sólo es lo complicado de la economía lo que disminuye las ventas, también lo es la falta de difusión, y otro aspecto esencial, aseguró, es que desde las escuelas sean los profesores los principales aliados de una cultura de la lectura.
“Nosotros dependemos prácticamente de la gente que viene de fuera, del turismo, pero hace mucho que ha bajado en Cuernavaca; aquí debo decir que tenemos libros desde 20 pesos, si en la tienda cuestan 100 aquí lo encuentran, de uso, hasta en 30 pesos”.
Antes de iniciada la pandemia por Covid-19, Raymundo dicen que visitaban escuelas, sobre todo en las comunidades, con el fin de hacer accesibles los libros pues reconoce, no todos los padres pueden comprar libros nuevos.
Durante la contingencia sanitaria estuvieron cerrados por seis meses, lo que cuenta, les ocasionó una fuerte caída en la economía de los más de 17 comerciantes del Callejón del Libro que desde 10 años se instalan allí.
Los vendedores del Callejón del Libro confían en que estas vacaciones traigan para ellos una mejora en las ventas, se ubican desde las 09:00 a 18:00 horas.
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