/ martes 27 de junio de 2023

Encuentra en el teatro un refugio para no morir

Con más de una década de trayectoria, Daniel Saa La Guayaba es un referente en la escena morelense gracias a su talento y a su compañía de teatro La Guayaba y La Tlayuda

"No soy un actor que se viste de mujer, soy una persona género fluido que solamente en el escenario encontró la posibilidad de ser mujer, para que no me mataran afuera".

Daniel Saa La Guayaba es actor y docente, originario de Morelos, cofundador de la exitosa compañía de teatro cabaret La Guayaba y La Tlayuda, con reconocimiento en la escena morelense.

Cortesía | Daniel Saa La Guayaba

"Nací en Cuernavaca por accidente porque tenía que ser por cesárea y la única clínica estaba ahí, pero hasta los 14 años viví en Coatlán del Río; crecí rodeado de amor por mi madre y mi abuela, quienes me proporcionaron todo lo necesario. Mi mamá es profesora, pero trabajó de diversas cosas, incluso de intendente en el seguro y tuvimos un local en el kiosko del pueblo".

Daniel menciona que jamás pasó hambre, pero el verdadero privilegio fue tenerlas a ellas. Sin embargo, no todo era felicidad, porque no sólo era un niño gay, era un niño gay género fluido, algo que descubrió a muy temprana edad. "Yo sabía que no era niño; también sabía que no quería ser niña del todo y sabía que me gustaban los niños desde preescolar. Viví 10 años con mi sexualidad clara y despierta, en un ambiente que era insostenible en un pueblo absolutamente católico, es algo que no podía hablar porque era socialmente no aceptado".

Cuando iba a estudiar la secundaria, intentó mudarse a Cuernavaca, pero no lo dejó su familia; fue hasta la preparatoria que logra llegar a la capital del estado.

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"Yo solo vine a sacar mi ficha, a hacer mi examen y ver el resultado, me quedé en la Preparatoria 1, y no daban crédito, porque nadie del pueblo se había quedado ahí en la mañana, y fue la manera de venir a vivir a Cuernavaca".

Ya en Cuernavaca nació la inquietud por el teatro, algo que realmente le cambió la vida y le dio libertad.

"Me formé en los talleres del Centro Cultural Universitario (CCU) con la maestra Carmen Rodríguez, estuve en la compañía de la UAEM desde los 15 hasta los 19 años; en ese tiempo, Carmen nos incluía en montajes profesionales de acuerdo con nuestras capacidades y experiencia".


Dentro de la compañía empezó a tener pequeños papeles, incluso tuvo la fortuna de ser dirigido por Alejandro Bichir en las obras Los perros y La señora en su balcón, de Elena Garro; "ahí y en muchos otros montajes compartí créditos con Alex Sol La Gorda".

"Fue algo muy importante en mi vida, Cuernavaca era un lugar seguro, el grupo con Carmen Rodríguez me acogió muy bien y ahí se empezó a perfilar la posibilidad de existir siendo gay y Alejandro Cuadros (Alex Sol) fue un referente de vida enorme, es mi madre putativa en lo que representa al espectáculo".

Cortesía | Daniel Saa La Guayaba


A los 19 años, sale de la compañía y se va a estudiar la Licenciatura en Educación al Estado de México, donde inicia una nueva etapa en su vida.

"A esa edad ya había hablado con mi mamá sobre mi sexualidad y eso me dio mucha fuerza para irme de Cuernavaca. Posteriormente, regreso a Morelos en 2004 como educador, y nuevamente me integro a la compañía con Carmen, y otra de las cosas es que, aunque estudiara con ella o no, siempre era invitado a participar en talleres y diplomados con varios maestros importantes como Oceransky”.

Posteriormente, en 2006 inició su primera compañía independiente llamada Volado Teatro, con Alex Sol y Raúl Uribe, ambos con gran trayectoria. Ahí permaneció hasta 2010, tiempo en el que montaron la pastorela Corre, mana, corre, vamos a Belén y la obra La Celestina, con gran éxito.

"Fue un parteaguas en mi carrera, porque fue y ha sido hasta hoy en día la única compañía abiertamente gay en el estado de Morelos. Nos presentamos en varios lugares con un éxito avasallador, los espacios se abarrotaban e incluso gente se quedaba afuera. La pastorela que montamos fue muy divertida e irreverente, hoy podría decir que hasta políticamente incorrecta, pero afortunadamente hay mucho que se ha teorizado sobre la diversidad, lo que abrió un parteaguas y posibilidad de crear de una forma más incluyente y con menos prejuicios, pero en su momento fue una etapa muy buena para nosotros porque fue un acto de disidencia muy fuerte. Sin embargo, las críticas no paraban porque dentro de la comunidad artística éramos el acabose; nos decían las vestidas y muchas cosas más".

En 2012 funda la compañía La Guayaba y La Tlayuda junto a Gabriel López Ramy, con la cual ha trascendido en el ámbito cultural de Morelos, y en 11 años de trayectoria han consolidado una propuesta muy interesante principalmente en el teatro Cabaret, pues además son fundadores del Festival Internacional de Cabaret Morelos (FICMO).

"Es una compañía que hizo con tanto amor y tantas ganas de crear, de poner sobre la escena morelense nuestro discurso, y creo que eso fue lo que hizo fuerte a la compañía. Y a diferencia de Volado Teatro, la aceptación de la compañía fue avasalladora y empezamos a llenar espacios importantes como el Teatro Ocampo".

Desde 2013 han sido partícipes dentro del Festival Internacional de Cabaret, considerado el más importante a nivel nacional, espacio en el que han presentado diversos espectáculos, realizado varios talleres y como parte de la conducción y presentación de los shows, algo que les ha dado mayor reconocimiento.

En 2014 iniciaron con la gestión para realizar su propio festival de cabaret en Morelos, que se convirtió en una realidad en 2015, y desde aquel tiempo a la fecha, en ocho ediciones, han presentado grandes espectáculos con personalidades como Tito Vasconcelos, Las Reinas Chulas, Regina Orozco, Roma Calderón, Astrid Hadad, Pedro Kóminik y Leo Bassi.

Sigue leyendo: Colectivo Beznei representa a Morelos con gran éxito en Italia

"La línea del cabaret es ser incluyente, el no discriminar y abordar temáticas que defiendan la situación de minorías, creo que nuestro gran reto es abordar nuestros temas, y eso nos lo dijeron Las Reinas Chulas. A la actualidad hemos repensando los discursos de algunas obras y buscamos temas que nos pertenecen y nos toquen el alma, creo que difícilmente va a suceder que la gente se ofenda, porque nosotros mismos pertenecemos a esas minorías y no tenemos una postura arribista. Estamos conscientes de que no se puede hacer caravana con sombrero ajeno para crear, cada persona debe tener los mismos derechos jurídicos, creativos y sociales para defender sus luchas".

Con la compañía ha tenido la oportunidad de presentarse fuera de México, y llevar su talento a lugares como Buenos Aires, Argentina; Madrid, España y Bogotá, Colombia.

Daniel siempre ha sido muy soñador, y recuerda que solía acompañar a su tío o a su abuela al campo, y llegando se iba al río a platicar con Dios o la naturaleza, y pedía tener una vida en pareja con un hombre porque era lo que necesitaba, ser artista y vivir con libertad con su condición de género.

"Después de esta trayectoria me siento muy feliz de ser una persona gay género fluido y ser un artista con presencia morelense. Considero que es importante reconocer nuestros logros, porque eso nos permite estar posibilitados para seguir soñando. Esos sueños que tenía, son un logro porque ya son una realidad, pero todavía se tiene que hacer mucho".

Actualmente, continúa con su labor como educador en Malinalco, Estado de México, y a la par prepara la próxima edición del FICMO, con funciones de cabaret para recaudar fondos para este importante festival, y adelantó que la próxima función será el 13 de julio a las 18:00 horas en el Teatro Ocampo.


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"No soy un actor que se viste de mujer, soy una persona género fluido que solamente en el escenario encontró la posibilidad de ser mujer, para que no me mataran afuera".

Daniel Saa La Guayaba es actor y docente, originario de Morelos, cofundador de la exitosa compañía de teatro cabaret La Guayaba y La Tlayuda, con reconocimiento en la escena morelense.

Cortesía | Daniel Saa La Guayaba

"Nací en Cuernavaca por accidente porque tenía que ser por cesárea y la única clínica estaba ahí, pero hasta los 14 años viví en Coatlán del Río; crecí rodeado de amor por mi madre y mi abuela, quienes me proporcionaron todo lo necesario. Mi mamá es profesora, pero trabajó de diversas cosas, incluso de intendente en el seguro y tuvimos un local en el kiosko del pueblo".

Daniel menciona que jamás pasó hambre, pero el verdadero privilegio fue tenerlas a ellas. Sin embargo, no todo era felicidad, porque no sólo era un niño gay, era un niño gay género fluido, algo que descubrió a muy temprana edad. "Yo sabía que no era niño; también sabía que no quería ser niña del todo y sabía que me gustaban los niños desde preescolar. Viví 10 años con mi sexualidad clara y despierta, en un ambiente que era insostenible en un pueblo absolutamente católico, es algo que no podía hablar porque era socialmente no aceptado".

Cuando iba a estudiar la secundaria, intentó mudarse a Cuernavaca, pero no lo dejó su familia; fue hasta la preparatoria que logra llegar a la capital del estado.

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"Yo solo vine a sacar mi ficha, a hacer mi examen y ver el resultado, me quedé en la Preparatoria 1, y no daban crédito, porque nadie del pueblo se había quedado ahí en la mañana, y fue la manera de venir a vivir a Cuernavaca".

Ya en Cuernavaca nació la inquietud por el teatro, algo que realmente le cambió la vida y le dio libertad.

"Me formé en los talleres del Centro Cultural Universitario (CCU) con la maestra Carmen Rodríguez, estuve en la compañía de la UAEM desde los 15 hasta los 19 años; en ese tiempo, Carmen nos incluía en montajes profesionales de acuerdo con nuestras capacidades y experiencia".


Dentro de la compañía empezó a tener pequeños papeles, incluso tuvo la fortuna de ser dirigido por Alejandro Bichir en las obras Los perros y La señora en su balcón, de Elena Garro; "ahí y en muchos otros montajes compartí créditos con Alex Sol La Gorda".

"Fue algo muy importante en mi vida, Cuernavaca era un lugar seguro, el grupo con Carmen Rodríguez me acogió muy bien y ahí se empezó a perfilar la posibilidad de existir siendo gay y Alejandro Cuadros (Alex Sol) fue un referente de vida enorme, es mi madre putativa en lo que representa al espectáculo".

Cortesía | Daniel Saa La Guayaba


A los 19 años, sale de la compañía y se va a estudiar la Licenciatura en Educación al Estado de México, donde inicia una nueva etapa en su vida.

"A esa edad ya había hablado con mi mamá sobre mi sexualidad y eso me dio mucha fuerza para irme de Cuernavaca. Posteriormente, regreso a Morelos en 2004 como educador, y nuevamente me integro a la compañía con Carmen, y otra de las cosas es que, aunque estudiara con ella o no, siempre era invitado a participar en talleres y diplomados con varios maestros importantes como Oceransky”.

Posteriormente, en 2006 inició su primera compañía independiente llamada Volado Teatro, con Alex Sol y Raúl Uribe, ambos con gran trayectoria. Ahí permaneció hasta 2010, tiempo en el que montaron la pastorela Corre, mana, corre, vamos a Belén y la obra La Celestina, con gran éxito.

"Fue un parteaguas en mi carrera, porque fue y ha sido hasta hoy en día la única compañía abiertamente gay en el estado de Morelos. Nos presentamos en varios lugares con un éxito avasallador, los espacios se abarrotaban e incluso gente se quedaba afuera. La pastorela que montamos fue muy divertida e irreverente, hoy podría decir que hasta políticamente incorrecta, pero afortunadamente hay mucho que se ha teorizado sobre la diversidad, lo que abrió un parteaguas y posibilidad de crear de una forma más incluyente y con menos prejuicios, pero en su momento fue una etapa muy buena para nosotros porque fue un acto de disidencia muy fuerte. Sin embargo, las críticas no paraban porque dentro de la comunidad artística éramos el acabose; nos decían las vestidas y muchas cosas más".

En 2012 funda la compañía La Guayaba y La Tlayuda junto a Gabriel López Ramy, con la cual ha trascendido en el ámbito cultural de Morelos, y en 11 años de trayectoria han consolidado una propuesta muy interesante principalmente en el teatro Cabaret, pues además son fundadores del Festival Internacional de Cabaret Morelos (FICMO).

"Es una compañía que hizo con tanto amor y tantas ganas de crear, de poner sobre la escena morelense nuestro discurso, y creo que eso fue lo que hizo fuerte a la compañía. Y a diferencia de Volado Teatro, la aceptación de la compañía fue avasalladora y empezamos a llenar espacios importantes como el Teatro Ocampo".

Desde 2013 han sido partícipes dentro del Festival Internacional de Cabaret, considerado el más importante a nivel nacional, espacio en el que han presentado diversos espectáculos, realizado varios talleres y como parte de la conducción y presentación de los shows, algo que les ha dado mayor reconocimiento.

En 2014 iniciaron con la gestión para realizar su propio festival de cabaret en Morelos, que se convirtió en una realidad en 2015, y desde aquel tiempo a la fecha, en ocho ediciones, han presentado grandes espectáculos con personalidades como Tito Vasconcelos, Las Reinas Chulas, Regina Orozco, Roma Calderón, Astrid Hadad, Pedro Kóminik y Leo Bassi.

Sigue leyendo: Colectivo Beznei representa a Morelos con gran éxito en Italia

"La línea del cabaret es ser incluyente, el no discriminar y abordar temáticas que defiendan la situación de minorías, creo que nuestro gran reto es abordar nuestros temas, y eso nos lo dijeron Las Reinas Chulas. A la actualidad hemos repensando los discursos de algunas obras y buscamos temas que nos pertenecen y nos toquen el alma, creo que difícilmente va a suceder que la gente se ofenda, porque nosotros mismos pertenecemos a esas minorías y no tenemos una postura arribista. Estamos conscientes de que no se puede hacer caravana con sombrero ajeno para crear, cada persona debe tener los mismos derechos jurídicos, creativos y sociales para defender sus luchas".

Con la compañía ha tenido la oportunidad de presentarse fuera de México, y llevar su talento a lugares como Buenos Aires, Argentina; Madrid, España y Bogotá, Colombia.

Daniel siempre ha sido muy soñador, y recuerda que solía acompañar a su tío o a su abuela al campo, y llegando se iba al río a platicar con Dios o la naturaleza, y pedía tener una vida en pareja con un hombre porque era lo que necesitaba, ser artista y vivir con libertad con su condición de género.

"Después de esta trayectoria me siento muy feliz de ser una persona gay género fluido y ser un artista con presencia morelense. Considero que es importante reconocer nuestros logros, porque eso nos permite estar posibilitados para seguir soñando. Esos sueños que tenía, son un logro porque ya son una realidad, pero todavía se tiene que hacer mucho".

Actualmente, continúa con su labor como educador en Malinalco, Estado de México, y a la par prepara la próxima edición del FICMO, con funciones de cabaret para recaudar fondos para este importante festival, y adelantó que la próxima función será el 13 de julio a las 18:00 horas en el Teatro Ocampo.


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