/ miércoles 22 de mayo de 2024

A 30 años del TLCAN/TMEC: México, ¿verdadero desarrollo o zona de confort?

Por Yolanda Hernández Medina y Astrid Pamela Núñez García

Desde la firma del TLCAN, en 1994, entre Estados Unidos, México y Canadá se ha observado el trato que se le ha dado a México en términos económicos, tecnológicos e incluso se ha puesto en discusión la soberanía del Estado derivado múltiples cambios normativos a nivel interno. En todo esto se ve incluido el Estado, las Industrias y las Empresas que están relacionadas por el ámbito comercial y económico, pero debido a algunas controversias que se han suscitado por la vulneración a algún capítulo, tanto del TLCAN como del T-MEC, y a las ventajas o desventajas que ha tenido respecto a los países del Norte se cuestiona si para México sería mejor salirse de este tratado y buscar uno bilateral con China o Corea del Sur y mantenerse en otros tratados multilaterales del que ya es parte.

Recordemos que México comenzó la apertura comercial desde 1982 al formar parte del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en 1994 firma el TLCAN y en el 2020 el T-MEC con capítulos innovadores.

Sin embargo, haciendo un análisis bajo la Teoría de la Interdependencia de las Relaciones Internacionales que establece cooperación y coexistencia pacífica entre los Estados que velan por sus intereses mutuos bajo un marco de cooperación en aspectos políticos, económicos y sociales, es necesario observar los intereses que tienen los tres países y sobre todo México, para saber si efectivamente ha sido benéfico el Tratado.

En caso de que México decidiera abandonar el T-MEC se tendrían repercusiones económicas, debido a que según datos de “El Economista”, México se posicionó como el primer socio comercial de Estados Unidos en los primeros meses del 2024, esto porque la mayor parte de su comercio internacional va dirigido hacia ellos, por lo que México se ha enfocado en el desarrollo de Norteamérica y se ha olvidado de mirar hacia Asia y América Latina.

En estos años, tanto el expresidente Trump, de Estados Unidos, y el presidente de México, López Obrador, han comunicado en varias veces que es un tratado injusto para cada uno de sus países incluso han planteado la idea de su salida, además se han tenido disputas comerciales que los han llevado a procesos de solución de controversias en ámbitos como el sector automotriz y energético, a pesar de que es un acuerdo que tiene como objetivo tener una mayor integración productiva que genere empleos y mayor inversión para la región teniendo en cuenta temas ambientales, de seguridad, y de anticorrupción.

Es importante mencionar que de acuerdo con el T-MEC, en la cláusula 34.7, ninguno de los miembros puede abandonar el Tratado sino hasta el año 2036, y se hará una revisión una vez que se cumpla 6 años de su entrada en vigor. Aunque si existe una denuncia (salida) por alguno de los miembros se haría una suspensión para volverse efectiva a los seis meses de acuerdo con lo establecido en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.

De manera positiva se ha visto que comercialmente hasta un 83.48% de las exportaciones mexicanas van destinadas a Estados Unidos y Canadá, según datos de la Secretaría de Economía, dejando un porcentaje mínimo para el resto de los países que podrían significar una oportunidad comercial y económica. Aunado a lo anterior se ha tenido que enfrentar a retos como aplicar o modificar leyes para coincidir con lo establecido en el TLC, como leyes laborales, derivado de que México no cuenta con las condiciones óptimas en este ámbito.

Ahora bien, estos tres países manejan una interdependencia constante debido a que han establecido acuerdos o tratados de cooperación en materia de seguridad, migración, comercio, cultura, frontera, protección consular, educación entre otras, que ha beneficiado a varias personas.

Si México decide dejar el T-MEC, podría continuar con relaciones de cooperación con los países de Norteamérica, pero se establecerían medidas arancelarias dictadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), se les impondría a las exportaciones mexicanas un aproximado de 2.7% por término de Nación más favorecida. Además, se haría un reajuste de las principales industrias como la automotriz, electrónica, agropecuaria entre otras, por las restricciones comerciales que se colocarían.

Además, Estados Unidos tendría un déficit comercial afectando más a su estabilidad económica que últimamente se ha visto cambiante, sumado al impacto que ha tenido China en el comercio internacional. De acuerdo con el economista de la Universidad de Toronto, Steinberg, J, para México en términos de bienestar social, en caso del término de T-MEC es de 0.2% de PIB lo cual no representa un gran daño para la economía.

En los últimos años México ha generado ganancias y aumento de inversiones extranjeras, todo esto ha sido benéfico para el país debido a que posee una gran variedad de recursos, tiene una posición estratégica en el continente que permite llegar a diversos mercados y generar interés en materia de inversión.

Respecto de Estados Unidos, el país ha tenido grandes oportunidades como mejoras de productividad para sus empresas nacionales, como el “nearshoring” que ha posicionado plantas productivas en México con costos mínimos por la mano de obra barata y los bajos aranceles establecidos en el Tratado. No obstante, el tema migratorio y de seguridad nacional sigue siendo un tema constantemente analizado y de preocupación para los países.

En relación con Canadá, se ha mencionado que Estados Unidos y México se encuentran en segundo y tercer lugar respectivamente en ámbito de socios comerciales más importantes, pues se han convertido en socios estratégicos en el ámbito económico, y laboral, por los trabajadores agrícolas, así como el ámbito turístico.

Con los puntos vistos anteriormente, se considera que en algunos aspectos México sí se ha beneficiado tanto del TLCAN como del T-MEC, y como en todo acuerdo existen disparidades que se van observando conforme se va aplicando el Tratado. Si bien es probable que se haya beneficiado más Estados Unidos, los tres países mantienen una interdependencia debido a que se encuentran en una región estratégica y comprenden una de las más grandes e importantes integraciones.

Asimismo, México no debe de mantenerse en su zona de confort y mirar solo hacia los países del Norte, debe aprovechar que se encuentra en una zona estratégica- geopolítica, por lo que tiene la oportunidad de crecer económicamente en relación con otros países o regiones.

YOLANDA HERNÁNDEZ MEDINA es Licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales, Maestra en Derecho UNAM. Docente en las Academias de Marco Legal Internacional y Bloques Regionales en IPN.

ASTRID PAMELA NÚÑEZ GARCÍA es estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración UST, IPN.

Por Yolanda Hernández Medina y Astrid Pamela Núñez García

Desde la firma del TLCAN, en 1994, entre Estados Unidos, México y Canadá se ha observado el trato que se le ha dado a México en términos económicos, tecnológicos e incluso se ha puesto en discusión la soberanía del Estado derivado múltiples cambios normativos a nivel interno. En todo esto se ve incluido el Estado, las Industrias y las Empresas que están relacionadas por el ámbito comercial y económico, pero debido a algunas controversias que se han suscitado por la vulneración a algún capítulo, tanto del TLCAN como del T-MEC, y a las ventajas o desventajas que ha tenido respecto a los países del Norte se cuestiona si para México sería mejor salirse de este tratado y buscar uno bilateral con China o Corea del Sur y mantenerse en otros tratados multilaterales del que ya es parte.

Recordemos que México comenzó la apertura comercial desde 1982 al formar parte del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en 1994 firma el TLCAN y en el 2020 el T-MEC con capítulos innovadores.

Sin embargo, haciendo un análisis bajo la Teoría de la Interdependencia de las Relaciones Internacionales que establece cooperación y coexistencia pacífica entre los Estados que velan por sus intereses mutuos bajo un marco de cooperación en aspectos políticos, económicos y sociales, es necesario observar los intereses que tienen los tres países y sobre todo México, para saber si efectivamente ha sido benéfico el Tratado.

En caso de que México decidiera abandonar el T-MEC se tendrían repercusiones económicas, debido a que según datos de “El Economista”, México se posicionó como el primer socio comercial de Estados Unidos en los primeros meses del 2024, esto porque la mayor parte de su comercio internacional va dirigido hacia ellos, por lo que México se ha enfocado en el desarrollo de Norteamérica y se ha olvidado de mirar hacia Asia y América Latina.

En estos años, tanto el expresidente Trump, de Estados Unidos, y el presidente de México, López Obrador, han comunicado en varias veces que es un tratado injusto para cada uno de sus países incluso han planteado la idea de su salida, además se han tenido disputas comerciales que los han llevado a procesos de solución de controversias en ámbitos como el sector automotriz y energético, a pesar de que es un acuerdo que tiene como objetivo tener una mayor integración productiva que genere empleos y mayor inversión para la región teniendo en cuenta temas ambientales, de seguridad, y de anticorrupción.

Es importante mencionar que de acuerdo con el T-MEC, en la cláusula 34.7, ninguno de los miembros puede abandonar el Tratado sino hasta el año 2036, y se hará una revisión una vez que se cumpla 6 años de su entrada en vigor. Aunque si existe una denuncia (salida) por alguno de los miembros se haría una suspensión para volverse efectiva a los seis meses de acuerdo con lo establecido en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.

De manera positiva se ha visto que comercialmente hasta un 83.48% de las exportaciones mexicanas van destinadas a Estados Unidos y Canadá, según datos de la Secretaría de Economía, dejando un porcentaje mínimo para el resto de los países que podrían significar una oportunidad comercial y económica. Aunado a lo anterior se ha tenido que enfrentar a retos como aplicar o modificar leyes para coincidir con lo establecido en el TLC, como leyes laborales, derivado de que México no cuenta con las condiciones óptimas en este ámbito.

Ahora bien, estos tres países manejan una interdependencia constante debido a que han establecido acuerdos o tratados de cooperación en materia de seguridad, migración, comercio, cultura, frontera, protección consular, educación entre otras, que ha beneficiado a varias personas.

Si México decide dejar el T-MEC, podría continuar con relaciones de cooperación con los países de Norteamérica, pero se establecerían medidas arancelarias dictadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), se les impondría a las exportaciones mexicanas un aproximado de 2.7% por término de Nación más favorecida. Además, se haría un reajuste de las principales industrias como la automotriz, electrónica, agropecuaria entre otras, por las restricciones comerciales que se colocarían.

Además, Estados Unidos tendría un déficit comercial afectando más a su estabilidad económica que últimamente se ha visto cambiante, sumado al impacto que ha tenido China en el comercio internacional. De acuerdo con el economista de la Universidad de Toronto, Steinberg, J, para México en términos de bienestar social, en caso del término de T-MEC es de 0.2% de PIB lo cual no representa un gran daño para la economía.

En los últimos años México ha generado ganancias y aumento de inversiones extranjeras, todo esto ha sido benéfico para el país debido a que posee una gran variedad de recursos, tiene una posición estratégica en el continente que permite llegar a diversos mercados y generar interés en materia de inversión.

Respecto de Estados Unidos, el país ha tenido grandes oportunidades como mejoras de productividad para sus empresas nacionales, como el “nearshoring” que ha posicionado plantas productivas en México con costos mínimos por la mano de obra barata y los bajos aranceles establecidos en el Tratado. No obstante, el tema migratorio y de seguridad nacional sigue siendo un tema constantemente analizado y de preocupación para los países.

En relación con Canadá, se ha mencionado que Estados Unidos y México se encuentran en segundo y tercer lugar respectivamente en ámbito de socios comerciales más importantes, pues se han convertido en socios estratégicos en el ámbito económico, y laboral, por los trabajadores agrícolas, así como el ámbito turístico.

Con los puntos vistos anteriormente, se considera que en algunos aspectos México sí se ha beneficiado tanto del TLCAN como del T-MEC, y como en todo acuerdo existen disparidades que se van observando conforme se va aplicando el Tratado. Si bien es probable que se haya beneficiado más Estados Unidos, los tres países mantienen una interdependencia debido a que se encuentran en una región estratégica y comprenden una de las más grandes e importantes integraciones.

Asimismo, México no debe de mantenerse en su zona de confort y mirar solo hacia los países del Norte, debe aprovechar que se encuentra en una zona estratégica- geopolítica, por lo que tiene la oportunidad de crecer económicamente en relación con otros países o regiones.

YOLANDA HERNÁNDEZ MEDINA es Licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales, Maestra en Derecho UNAM. Docente en las Academias de Marco Legal Internacional y Bloques Regionales en IPN.

ASTRID PAMELA NÚÑEZ GARCÍA es estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración UST, IPN.