/ martes 17 de enero de 2023

Hugo Eric Flores vs, Cuauhtémoc Blanco, round 1

Seguramente Hugo Eric Flores Cervantes no es el personaje favorito de los morelenses, pero sí fue durante por lo menos tres años parte del primer círculo del gobernador, Cuauhtémoc Blanco. Por ello las declaraciones del dirigente del Partido Encuentro Social en torno a la sórdida telenovela de la administración del ex futbolista en Morelos resultan creíbles, mucho más cuando se sustentan en la fragmentada realidad del gobierno estatal presentada por los datos, los hechos ya no tan aislados y la preocupación de muchos ciudadanos morelenses sobre la calidad del gobierno estatal.

El ex delegado de programas del Bienestar fue el responsable directo de la postulación de Cuauhtémoc Blanco a la gubernatura del estado. Trabajó muy de cerca a él los primeros tres años de la administración y en septiembre del 2021, según él mismo dice, rompió con él en privado empezando un pleito por más de un año entre golpes bajos y hasta amenazas de muerte, “te voy a mandar con tu mamá en cachitos”, denuncia Hugo Eric le dijo quien era su socio en la política al invitarlo a salir del estado.

El chisme está bueno, pero difícilmente es lo más relevante. Incluso concediendo todo lo que dice Hugo Eric: la toma de decisiones de gobierno en francachelas probablemente no sería importante si esas decisiones resultaran exitosas o por lo menos en algún beneficio para el estado; el carácter bullanguero y rupturista de Cuauhtémoc Blanco no sería un problema si esas agresiones privadas no se tradujeran en violencia política, social y criminal por acciones u omisiones del Ejecutivo.

Y aunque muchos dichos del dirigente del PES, hoy lejano de ése a quien postuló, parecen tener mucha sustancia, preocupa la falta de una o varias denuncias penales para que los eventos advertidos en público tengan una sanción directa en lo político. Negocios turbios, corrupción, traición, violencia, todo conocido de primera mano, deberían ser objeto de persecución judicial. Pero como ya hay carpetas abiertas en las fiscalías General del Estado y Anticorrupción, Hugo Eric prefiere reducir su papel al de un whistleblower (quien denuncia públicamente hechos ilegales y eventualmente puede ser llamado a testificar al respecto frente a las denuncias de alguien más; y no asumir el carácter de iniciador de la acción de la justicia, o de una nueva acción de la misma. En cambio, llama al Congreso y a las fiscalías a acelerar los procesos contra Cuauhtémoc Blanco, así habría sanciones antes de buscar cualquier otro cargo público.

En todo caso, el impacto de las declaraciones de Hugo Eric está en la forma en que confirman, desde el primer círculo del gobernador, los secretos a voces de la administración de Cuauhtémoc Blanco y algunas de las leyendas urbanas más terribles sobre el régimen. La única diferencia sustancial entre los análisis y comentarios del círculo rojo morelense, y la versión de Hugo Eric estriba en que el primero trataba de hacer ver al gobernador como un sujeto influenciable víctima de asesores perversos, mientras el ex socio político pone a Cuauhtémoc Blanco como el único tomador de decisiones, y por lo mismo el responsable directo de cuanto ocurre en la política estatal.

A casi seis horas de la conferencia en que el ex delegado hizo sus declaraciones, el gobierno estatal emitió un comunicado desacreditando sus dichos. Asegura el Ejecutivo que el denunciante pidió 20 millones de pesos para rescatar a su partido y le fueron negados. También advierte que procederá legalmente en su contra y de paso echan porras a su forma de hacer las cosas y aseguran van a mejorar.

¿Es creíble Hugo Eric Flores Cervantes? Los afines al gobernador lo descartan de inmediato como testigo de confianza. De hecho, inmediatamente hubo cuestionamientos sobre los bienes del ex delegado, su coparticipación en la toma de decisiones, el silencio de más de un año. Poco ayuda al ex delegado la falta de declaraciones en el mismo sentido de otros damnificados del régimen, como el ex secretario de gobierno, Pablo Ojeda, o el ex jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sanz. En cambio, la sustancia de lo que dice es innegable. Por las razones que sea, Cuauhtémoc Blanco no construye acuerdos, sus enfrentamientos con alcaldes, diputados, titulares de órganos autónomos lo evidencian; por cualquier motivo, gusta de culpar a los demás de cuanto pasa en el estado; sin relevancia de causas, las políticas públicas en el estado no han favorecido al desarrollo económico, social, político, pero tampoco a la seguridad pública, al medio ambiente.

Si Hugo Eric tiene razón, el estado va por mal camino y el origen de todos los males es el gobernador; si no la tiene, de todas formas el estado va por mal camino.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Seguramente Hugo Eric Flores Cervantes no es el personaje favorito de los morelenses, pero sí fue durante por lo menos tres años parte del primer círculo del gobernador, Cuauhtémoc Blanco. Por ello las declaraciones del dirigente del Partido Encuentro Social en torno a la sórdida telenovela de la administración del ex futbolista en Morelos resultan creíbles, mucho más cuando se sustentan en la fragmentada realidad del gobierno estatal presentada por los datos, los hechos ya no tan aislados y la preocupación de muchos ciudadanos morelenses sobre la calidad del gobierno estatal.

El ex delegado de programas del Bienestar fue el responsable directo de la postulación de Cuauhtémoc Blanco a la gubernatura del estado. Trabajó muy de cerca a él los primeros tres años de la administración y en septiembre del 2021, según él mismo dice, rompió con él en privado empezando un pleito por más de un año entre golpes bajos y hasta amenazas de muerte, “te voy a mandar con tu mamá en cachitos”, denuncia Hugo Eric le dijo quien era su socio en la política al invitarlo a salir del estado.

El chisme está bueno, pero difícilmente es lo más relevante. Incluso concediendo todo lo que dice Hugo Eric: la toma de decisiones de gobierno en francachelas probablemente no sería importante si esas decisiones resultaran exitosas o por lo menos en algún beneficio para el estado; el carácter bullanguero y rupturista de Cuauhtémoc Blanco no sería un problema si esas agresiones privadas no se tradujeran en violencia política, social y criminal por acciones u omisiones del Ejecutivo.

Y aunque muchos dichos del dirigente del PES, hoy lejano de ése a quien postuló, parecen tener mucha sustancia, preocupa la falta de una o varias denuncias penales para que los eventos advertidos en público tengan una sanción directa en lo político. Negocios turbios, corrupción, traición, violencia, todo conocido de primera mano, deberían ser objeto de persecución judicial. Pero como ya hay carpetas abiertas en las fiscalías General del Estado y Anticorrupción, Hugo Eric prefiere reducir su papel al de un whistleblower (quien denuncia públicamente hechos ilegales y eventualmente puede ser llamado a testificar al respecto frente a las denuncias de alguien más; y no asumir el carácter de iniciador de la acción de la justicia, o de una nueva acción de la misma. En cambio, llama al Congreso y a las fiscalías a acelerar los procesos contra Cuauhtémoc Blanco, así habría sanciones antes de buscar cualquier otro cargo público.

En todo caso, el impacto de las declaraciones de Hugo Eric está en la forma en que confirman, desde el primer círculo del gobernador, los secretos a voces de la administración de Cuauhtémoc Blanco y algunas de las leyendas urbanas más terribles sobre el régimen. La única diferencia sustancial entre los análisis y comentarios del círculo rojo morelense, y la versión de Hugo Eric estriba en que el primero trataba de hacer ver al gobernador como un sujeto influenciable víctima de asesores perversos, mientras el ex socio político pone a Cuauhtémoc Blanco como el único tomador de decisiones, y por lo mismo el responsable directo de cuanto ocurre en la política estatal.

A casi seis horas de la conferencia en que el ex delegado hizo sus declaraciones, el gobierno estatal emitió un comunicado desacreditando sus dichos. Asegura el Ejecutivo que el denunciante pidió 20 millones de pesos para rescatar a su partido y le fueron negados. También advierte que procederá legalmente en su contra y de paso echan porras a su forma de hacer las cosas y aseguran van a mejorar.

¿Es creíble Hugo Eric Flores Cervantes? Los afines al gobernador lo descartan de inmediato como testigo de confianza. De hecho, inmediatamente hubo cuestionamientos sobre los bienes del ex delegado, su coparticipación en la toma de decisiones, el silencio de más de un año. Poco ayuda al ex delegado la falta de declaraciones en el mismo sentido de otros damnificados del régimen, como el ex secretario de gobierno, Pablo Ojeda, o el ex jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sanz. En cambio, la sustancia de lo que dice es innegable. Por las razones que sea, Cuauhtémoc Blanco no construye acuerdos, sus enfrentamientos con alcaldes, diputados, titulares de órganos autónomos lo evidencian; por cualquier motivo, gusta de culpar a los demás de cuanto pasa en el estado; sin relevancia de causas, las políticas públicas en el estado no han favorecido al desarrollo económico, social, político, pero tampoco a la seguridad pública, al medio ambiente.

Si Hugo Eric tiene razón, el estado va por mal camino y el origen de todos los males es el gobernador; si no la tiene, de todas formas el estado va por mal camino.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx