/ lunes 23 de marzo de 2020

Le haremos frente al virus

Hace una semana, escribí sobre la importancia de atender a las medidas de prevención recomendadas por las autoridades de salud con el fin de mantener nuestros casos confirmados de COVID-19 en cero.

Hoy, el coronavirus ha llegado a nuestro estado y debemos actuar con responsabilidad para poder hacerle un frente efectivo y minimizar los daños que genere.

Afortunadamente, hasta el momento en que se redacta esta columna, las cifras de coronavirus en Morelos siguen siendo de un solo dígito; sin embargo, no debemos bajar la guardia, pues como estado enfrentamos amenazas particulares. En primer lugar, y quizá la más evidente, es la posición que ocupamos en el mapa de contagios. Morelos colinda con la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla y Guerrero; todos estados que presentaron casos confirmados antes que nosotros. De ahí que fuese cuestión de tiempo para que la enfermedad nos alcanzara.

Por años, la capital de nuestro estado fue utilizada como lugar de descanso para los habitantes de los estados que nos rodean (específicamente, de la Ciudad de México). Por ello, debemos esperar que una parte de esta población foránea decida pasar la cuarentena en tierra morelense, lo que podría implicar la importación de casos confirmados de otras entidades federativas.

Otra de las amenazas a las que nos enfrentamos es el hecho de que somos un estado de paso. Nos encontramos en el camino entre la capital del país, con el aeropuerto más importante de México; y Guerrero, estado con una de las playas insignia para el sector turístico mexicano. Ello implica que existe un tránsito importante de turistas que buscan atravesar nuestro estado para llegar a la playa, o turistas que van desde el estado costero hacia la Ciudad de México. De estos dos grupos, un parte importante se detiene en Morelos para hacer escalas técnicas o turísticas.

Finalmente, hay que tomar en consideración el turismo nacional e internacional que recibe nuestro estado, consecuencia de nuestros Pueblos Mágicos, belleza natural, riqueza histórica y clima inigualable. Este flujo irá disminuyendo conforme pasen los días, pero no podemos tomarlo por desaparecido.

Ahora bien, la intención de este texto no es el de hacer sonar la alarma ni el de criticar a quienes nos visitan, al contrario, debemos sentirnos afortunados por la excelente ubicación que tenemos y apreciar el beneficio económico y social que conlleva la llegada de foráneos. Sin embargo, sí es importante tener presente el lugar en el que estamos parados y adoptar nuestras medidas de prevención a nuestro contexto específico.

Teniendo en consideración lo anterior, es crucial que los negocios que permanezcan abiertos fortalezcan sus medidas de prevención al contagio y que tengan consigo las herramientas de sanidad. Esto va desde seguir los protocolos de distanciamiento, limpieza y comportamiento; hasta la disponibilidad de gel antibacterial para empleados y clientes. De esta forma podremos controlar el esparcimiento del COVID-19 dentro de nuestro sector económico.

Descendientes de Zapata

Ojo, quienes compartimos cuna con el Caudillo de Sur no lo tenemos todo en contra. Algunos de los aspectos de los que más nos enorgullecemos los morelenses son nuestro clima y nuestra gente. El primero, al ser cálido —más aún en el periodo en el que nos estamos adentrando— puede jugar en nuestro favor para desacelerar el ritmo de contagio viral. El segundo, y quizá el más importante, se puede sintetizar como la solidaridad de la sociedad morelense ante escenarios de crisis y nuestra capacidad de adaptación a circunstancias desfavorables. Estos serán tiempos complicados, pero no será por siempre. Juntos como morelenses le haremos frente al virus.

Senadora por Morelos


Redes sociales: @LuciaMezaGzm

Hace una semana, escribí sobre la importancia de atender a las medidas de prevención recomendadas por las autoridades de salud con el fin de mantener nuestros casos confirmados de COVID-19 en cero.

Hoy, el coronavirus ha llegado a nuestro estado y debemos actuar con responsabilidad para poder hacerle un frente efectivo y minimizar los daños que genere.

Afortunadamente, hasta el momento en que se redacta esta columna, las cifras de coronavirus en Morelos siguen siendo de un solo dígito; sin embargo, no debemos bajar la guardia, pues como estado enfrentamos amenazas particulares. En primer lugar, y quizá la más evidente, es la posición que ocupamos en el mapa de contagios. Morelos colinda con la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla y Guerrero; todos estados que presentaron casos confirmados antes que nosotros. De ahí que fuese cuestión de tiempo para que la enfermedad nos alcanzara.

Por años, la capital de nuestro estado fue utilizada como lugar de descanso para los habitantes de los estados que nos rodean (específicamente, de la Ciudad de México). Por ello, debemos esperar que una parte de esta población foránea decida pasar la cuarentena en tierra morelense, lo que podría implicar la importación de casos confirmados de otras entidades federativas.

Otra de las amenazas a las que nos enfrentamos es el hecho de que somos un estado de paso. Nos encontramos en el camino entre la capital del país, con el aeropuerto más importante de México; y Guerrero, estado con una de las playas insignia para el sector turístico mexicano. Ello implica que existe un tránsito importante de turistas que buscan atravesar nuestro estado para llegar a la playa, o turistas que van desde el estado costero hacia la Ciudad de México. De estos dos grupos, un parte importante se detiene en Morelos para hacer escalas técnicas o turísticas.

Finalmente, hay que tomar en consideración el turismo nacional e internacional que recibe nuestro estado, consecuencia de nuestros Pueblos Mágicos, belleza natural, riqueza histórica y clima inigualable. Este flujo irá disminuyendo conforme pasen los días, pero no podemos tomarlo por desaparecido.

Ahora bien, la intención de este texto no es el de hacer sonar la alarma ni el de criticar a quienes nos visitan, al contrario, debemos sentirnos afortunados por la excelente ubicación que tenemos y apreciar el beneficio económico y social que conlleva la llegada de foráneos. Sin embargo, sí es importante tener presente el lugar en el que estamos parados y adoptar nuestras medidas de prevención a nuestro contexto específico.

Teniendo en consideración lo anterior, es crucial que los negocios que permanezcan abiertos fortalezcan sus medidas de prevención al contagio y que tengan consigo las herramientas de sanidad. Esto va desde seguir los protocolos de distanciamiento, limpieza y comportamiento; hasta la disponibilidad de gel antibacterial para empleados y clientes. De esta forma podremos controlar el esparcimiento del COVID-19 dentro de nuestro sector económico.

Descendientes de Zapata

Ojo, quienes compartimos cuna con el Caudillo de Sur no lo tenemos todo en contra. Algunos de los aspectos de los que más nos enorgullecemos los morelenses son nuestro clima y nuestra gente. El primero, al ser cálido —más aún en el periodo en el que nos estamos adentrando— puede jugar en nuestro favor para desacelerar el ritmo de contagio viral. El segundo, y quizá el más importante, se puede sintetizar como la solidaridad de la sociedad morelense ante escenarios de crisis y nuestra capacidad de adaptación a circunstancias desfavorables. Estos serán tiempos complicados, pero no será por siempre. Juntos como morelenses le haremos frente al virus.

Senadora por Morelos


Redes sociales: @LuciaMezaGzm