/ lunes 27 de julio de 2020

Cuernavaca, el verdadero problema

Antonio Villalobos Adán no iba a ser detenido porque no existió una orden de aprehensión en su contra, hasta donde se sabe la Fiscalía Anticorrupción que investiga al alcalde de Cuernavaca no encontró los suficientes elementos como para conseguir que un juez le otorgara lo requerido para detener al alcalde. Por supuesto que esto no termina la investigación sobre el origen de la casi quiebra que padece el Ayuntamiento y que ha sido solicitada en los planos local y federal por el propio Villalobos que parece estar bastante seguro de que los problemas financieros paralizantes de la buena marcha del municipio provienen de una colección de errores y abusos administrativos del pasado, particularmente, del período de Cuauhtémoc Blanco Bravo en la comuna.

La historia de enfrentamientos entre gobernadores y alcalde de Cuernavaca no es nueva. De hecho, uno de los peores enfrentamientos fue el que protagonizaron Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco. El único de los alcaldes enfrentado con gobernadores que ocupó posteriormente el Palacio de Gobierno fue justamente Cuauhtémoc Blanco y aunque se habría esperado una actitud más empática del gobernador hacia su sucesor en la alcaldía, lo cierto es que Blanco Bravo no quería a Villalobos en la alcaldía y tal postura no ha variado pese a lo que se actuó en algunos actos protocolarios.

La denuncias contra Villalobos no vinieron del gobierno estatal, pero sin duda algunos grupos cercanos a Blanco Bravo las han alentado y popularizado mucho más que cualquier noticia (salvo las referentes a la pandemia); a quienes desde el Ejecutivo no quieren a Villalobos en la alcaldía, y mucho menos como candidato para el año entrante, les vino extraordinariamente bien la investigación y probablemente por ello la corearon con tanta fuerza. No todo viene del Ejecutivo, cierto, gran parte de la promoción proviene de otro tipo de adversarios políticos, algunos que aspiran a la alcaldía o que guardan algunos rencores a la actual administración, pero hasta el momento, parece ser mucho mayor el escándalo que la sustancia, lo que resulta preocupante.

Preocupante porque, lo cierto es que las finanzas en la capital del estado no andan para nada bien, entre recortes de participaciones federales, caída en la recaudación y endeudamiento histórico, Cuernavaca tiene un ayuntamiento prácticamente en quiebra y la búsqueda de presuntos culpables ha distraído la atención de la pregunta fundamental, ¿cómo hacer para que el municipio se recupere en materia financiera? Los recortes al gasto propuestos por la alcaldía son sólo una parte de una solución que requiere un mucho mayor armado y resulta urgente.

Sancionar a los culpables de un desfalco que muchos consideran evidente es deber de la autoridad, pero eso no debiera distraer al ayuntamiento y a la sociedad, de el problema fundamental, recuperar la solidez económica y financiera del municipio, y eso nos compete a todos. Si alguien en la actual o anteriores administraciones cometió tropelías debe ser sancionado, pero urge respuesta al problema financiero que limita las posibilidades de desarrollo de la ciudad.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Antonio Villalobos Adán no iba a ser detenido porque no existió una orden de aprehensión en su contra, hasta donde se sabe la Fiscalía Anticorrupción que investiga al alcalde de Cuernavaca no encontró los suficientes elementos como para conseguir que un juez le otorgara lo requerido para detener al alcalde. Por supuesto que esto no termina la investigación sobre el origen de la casi quiebra que padece el Ayuntamiento y que ha sido solicitada en los planos local y federal por el propio Villalobos que parece estar bastante seguro de que los problemas financieros paralizantes de la buena marcha del municipio provienen de una colección de errores y abusos administrativos del pasado, particularmente, del período de Cuauhtémoc Blanco Bravo en la comuna.

La historia de enfrentamientos entre gobernadores y alcalde de Cuernavaca no es nueva. De hecho, uno de los peores enfrentamientos fue el que protagonizaron Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco. El único de los alcaldes enfrentado con gobernadores que ocupó posteriormente el Palacio de Gobierno fue justamente Cuauhtémoc Blanco y aunque se habría esperado una actitud más empática del gobernador hacia su sucesor en la alcaldía, lo cierto es que Blanco Bravo no quería a Villalobos en la alcaldía y tal postura no ha variado pese a lo que se actuó en algunos actos protocolarios.

La denuncias contra Villalobos no vinieron del gobierno estatal, pero sin duda algunos grupos cercanos a Blanco Bravo las han alentado y popularizado mucho más que cualquier noticia (salvo las referentes a la pandemia); a quienes desde el Ejecutivo no quieren a Villalobos en la alcaldía, y mucho menos como candidato para el año entrante, les vino extraordinariamente bien la investigación y probablemente por ello la corearon con tanta fuerza. No todo viene del Ejecutivo, cierto, gran parte de la promoción proviene de otro tipo de adversarios políticos, algunos que aspiran a la alcaldía o que guardan algunos rencores a la actual administración, pero hasta el momento, parece ser mucho mayor el escándalo que la sustancia, lo que resulta preocupante.

Preocupante porque, lo cierto es que las finanzas en la capital del estado no andan para nada bien, entre recortes de participaciones federales, caída en la recaudación y endeudamiento histórico, Cuernavaca tiene un ayuntamiento prácticamente en quiebra y la búsqueda de presuntos culpables ha distraído la atención de la pregunta fundamental, ¿cómo hacer para que el municipio se recupere en materia financiera? Los recortes al gasto propuestos por la alcaldía son sólo una parte de una solución que requiere un mucho mayor armado y resulta urgente.

Sancionar a los culpables de un desfalco que muchos consideran evidente es deber de la autoridad, pero eso no debiera distraer al ayuntamiento y a la sociedad, de el problema fundamental, recuperar la solidez económica y financiera del municipio, y eso nos compete a todos. Si alguien en la actual o anteriores administraciones cometió tropelías debe ser sancionado, pero urge respuesta al problema financiero que limita las posibilidades de desarrollo de la ciudad.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx