El Instituto Nacional de Bellas Artes no tiene contemplada la obra La Mesa Herida de Frida Kahlo como patrimonio cultural de la nación, como establece el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, en 1984, ya que ésta habría sido donada por la propia artista, junto con obras de cuatro artistas plásticos más, un año antes, a la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Sovieticas (URSS), por lo que no hay delito que perseguir en torno a esta pintura que no había sido localizada desde hace más de 60 años.
El vocero de la Fiscalía General, Armando Herrera, destacó que luego de que en días recientes un hombre de aproximadamente 40 años acudiera a la subsecretaría de Gobierno del Estado a solicitar que le fuera apostillado un contrato de compra venta de la pintura, por la que habría dado a cambio una casa ubicada en el puerto de Acapulco.
El pasado 25 de junio, un hombre se presentó a tratar de realizar el trámite de apostillaje de la pintura, pero al tratarse de una obra de Frida Kahlo, se notificó a las autoridades y ante la presunción de que se podría estar cometiendo un delito, el hombre fue detenido y remitido a la Fiscalía General, al tiempo en que el Gobierno del Estado inició la denuncia correspondiente.
Todo ello, porque en 1984 se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación en el que se determinó que todas las obras de Frida Kahlo son patrimonio nacional y por ello todo lo relacionado a ellas debe ser reportado al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Sin embargo, tras la intención del particular, de quien se presume era un enviado para tratar de que se hiciera el apostille del contrato de compraventa por esta pintura, y de que se le detuviera y se hiciera una denuncia por las autoridades estatales, se iniciaron acercamientos e indagatorias con personal del INBA.
El INBA respondió que la obra no está contemplada en el patrimonio cultural de la nación, toda vez que habría sido obsequiada a la entonces URSS y porque un año antes de que se publicara el citado decreto se habría elaborado el contrato de compra-venta referido, por lo que informó no tenía conocimiento de ninguna denuncia por robo de la obra, y en razón de ello, no existe señalamiento de ningún ilícito sobre esta donación o el hecho de que la pintura fuera sacada del país.
De acuerdo con el INBA, la pintura como algunas obras de la artista habrían sido consideradas como parte o expresión de una "burguesía en decadencia", por algunos de los habitantes de los países que conformaban la Unión Sovietica, por ello, tras haber sido exhibida en sitios como Polonia, finalmente como algunas otras, habría sido desmontada de su bastidor y guardada en algún lugar de donde se habría extraviado, desconociéndose su paradero hasta la fecha.
Por todo ello, la pintura catalogada como una obra maestra del surrealismo, no está considerada como patrimonio cultural de la nación, y por lo que el hombre que trató de realizar el apostille del contrato de compraventa fue dejado en libertad bajo las reservas de ley.