/ lunes 4 de marzo de 2024

Incendio en la Casa que se Regala en Cuernavaca

Un incendio se registra este 4 de marzo en una vivienda ubicada en la Avenida Palmira

La famosa “Casa que se Regala” de Cuernavaca nuevamente se puso en el ojo del huracán luego de que se registrara un incendio dentro de ésta, el cual afortunadamente no tuvo mayores consecuencias, pues fue apagado rápidamente por el heroico cuerpo de bomberos del municipio.

Sin embargo, a decir de la titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (Seprac), Alicia Vázquez Luna, este pudo haber sido provocado por las personas que han adoptado este lugar como su residencia, particularmente quienes se encuentran en situación de calle.

Pero, manifestó que el tema va más allá de las leyendas que de esta se cuentan, como que hay fantasmas y la “promoción” de que si alguien podía “sobrevivir” a una noche entera dentro de esta se la podía quedar, puesto que es refugio de delincuentes dedicados al robo de cableado.


Además, de que personas que no tienen un hogar y cuentan con una adicción lo utilizan como su espacio recurrente para consumir sustancias nocivas.

Cabe entonces, el dicho de que “hay que tenerles más miedo a los vivos que a los muertos”, pues Vázquez Luna exhortó a la ciudadanía abstenerse de acercarse a la vivienda, que por un tiempo fue cerrada, pero ahora se encuentra habitada.

Esto último, luego de un breve recorrido que realizó El Sol de Cuernavaca, para documentar los daños del incendio.

“En la avenida Palmira existe esta casa, que en redes sociales han denominado ‘la casa que embrujada’, no está embrujada por supuesto, ese es un slogan publicitario y se le recomienda a la población que no acuda por su seguridad, porque el registro que nosotros tenemos es que hay personas que no tienen casa, que tienen alguna adicción y que se internan en el lugar, en algunos otros momentos hemos observado a personas que se roban el cable y se introducen a dicho lugar”, dijo Vázquez Luna.

La titular de la policía municipal dio un detalle por demás interesante, pues luego de la incansable búsqueda por saber a quién le pertenecía, se informó que es propiedad de una dependencia federal.

“Nosotros ya investigamos, le pedimos a varias instancias del gobierno que nos informen quién es el propietario y aparece un registro en el que se señala que es propiedad de una instancia gubernamental federal, que en breve le solicitaremos que se haga cargo de esa casa porque los vecinos también tienen ciertas molestias”.

¿Cuál es la historia detrás de "La casa que se regala"?

Ubicada en Avenida Palmira 97, La casa de las cúpulas o popularmente conocida como "La casa que se regala" es objeto de la mirada de curiosos, quienes se asoman entre la maleza que la cubre.

El inmueble en su tiempo fue una pieza arquitectónica muy bella para la ciudad de Cuernavaca, pero hoy, totalmente en la orfandad, cae sobre ella la creencia de que es un lugar "embrujado".

¿Cuál es el origen de la leyenda?

Se dice que durante su construcción un albañil murió al caerle un bulto de cemento desde el tercer piso, por lo que fue enterrado en los pilares de la casa.

Según se cuenta, la tomó quien dirigía la obra y a partir de ahí se desencadenaron más hechos, pues meses después murió la hija del dueño de la casa, a quien sepultaron en el jardín. Entonces el dolor por la pérdida de su hija orilló a los padres a suicidarse, pero antes dejaron como última voluntad que todos los cuerpos fueran llevados al sótano.

Y así nació la leyenda. Con el paso de los años la gente comenzó a creer que la casa estaba maldita y esas historias se fueron alimentando con más relatos de los vecinos del inmueble, ya que aseguraban ver sombras y escuchar voces en La casa de las cúpulas.

A raíz de esto, se dijo durante mucho tiempo que las personas que lograran pasar una noche entera dentro de la casa se convertirían en sus dueñas.

Posteriormente, en 1980 la casa fue adquirida por una empresaria del ramo turístico, pero nuevamente fue vendida y esta vez pasó a manos del pintor José Alberto Zabaleta, aunque nunca vivió ahí, ya que sólo la ocupó como una galería-taller para sus obras.

Luego de la atención que generó el inmueble, este fue sellado, a fin de evitar accidentes, ya que tras la pandemia el inmueble se encontraba en muy malas condiciones.

Con información de Enrique Domínguez

LEE TAMBIÉN: Revelaciones de la agenda de García Luna: Agente de EU comparó el Búnker con la NASA

La famosa “Casa que se Regala” de Cuernavaca nuevamente se puso en el ojo del huracán luego de que se registrara un incendio dentro de ésta, el cual afortunadamente no tuvo mayores consecuencias, pues fue apagado rápidamente por el heroico cuerpo de bomberos del municipio.

Sin embargo, a decir de la titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (Seprac), Alicia Vázquez Luna, este pudo haber sido provocado por las personas que han adoptado este lugar como su residencia, particularmente quienes se encuentran en situación de calle.

Pero, manifestó que el tema va más allá de las leyendas que de esta se cuentan, como que hay fantasmas y la “promoción” de que si alguien podía “sobrevivir” a una noche entera dentro de esta se la podía quedar, puesto que es refugio de delincuentes dedicados al robo de cableado.


Además, de que personas que no tienen un hogar y cuentan con una adicción lo utilizan como su espacio recurrente para consumir sustancias nocivas.

Cabe entonces, el dicho de que “hay que tenerles más miedo a los vivos que a los muertos”, pues Vázquez Luna exhortó a la ciudadanía abstenerse de acercarse a la vivienda, que por un tiempo fue cerrada, pero ahora se encuentra habitada.

Esto último, luego de un breve recorrido que realizó El Sol de Cuernavaca, para documentar los daños del incendio.

“En la avenida Palmira existe esta casa, que en redes sociales han denominado ‘la casa que embrujada’, no está embrujada por supuesto, ese es un slogan publicitario y se le recomienda a la población que no acuda por su seguridad, porque el registro que nosotros tenemos es que hay personas que no tienen casa, que tienen alguna adicción y que se internan en el lugar, en algunos otros momentos hemos observado a personas que se roban el cable y se introducen a dicho lugar”, dijo Vázquez Luna.

La titular de la policía municipal dio un detalle por demás interesante, pues luego de la incansable búsqueda por saber a quién le pertenecía, se informó que es propiedad de una dependencia federal.

“Nosotros ya investigamos, le pedimos a varias instancias del gobierno que nos informen quién es el propietario y aparece un registro en el que se señala que es propiedad de una instancia gubernamental federal, que en breve le solicitaremos que se haga cargo de esa casa porque los vecinos también tienen ciertas molestias”.

¿Cuál es la historia detrás de "La casa que se regala"?

Ubicada en Avenida Palmira 97, La casa de las cúpulas o popularmente conocida como "La casa que se regala" es objeto de la mirada de curiosos, quienes se asoman entre la maleza que la cubre.

El inmueble en su tiempo fue una pieza arquitectónica muy bella para la ciudad de Cuernavaca, pero hoy, totalmente en la orfandad, cae sobre ella la creencia de que es un lugar "embrujado".

¿Cuál es el origen de la leyenda?

Se dice que durante su construcción un albañil murió al caerle un bulto de cemento desde el tercer piso, por lo que fue enterrado en los pilares de la casa.

Según se cuenta, la tomó quien dirigía la obra y a partir de ahí se desencadenaron más hechos, pues meses después murió la hija del dueño de la casa, a quien sepultaron en el jardín. Entonces el dolor por la pérdida de su hija orilló a los padres a suicidarse, pero antes dejaron como última voluntad que todos los cuerpos fueran llevados al sótano.

Y así nació la leyenda. Con el paso de los años la gente comenzó a creer que la casa estaba maldita y esas historias se fueron alimentando con más relatos de los vecinos del inmueble, ya que aseguraban ver sombras y escuchar voces en La casa de las cúpulas.

A raíz de esto, se dijo durante mucho tiempo que las personas que lograran pasar una noche entera dentro de la casa se convertirían en sus dueñas.

Posteriormente, en 1980 la casa fue adquirida por una empresaria del ramo turístico, pero nuevamente fue vendida y esta vez pasó a manos del pintor José Alberto Zabaleta, aunque nunca vivió ahí, ya que sólo la ocupó como una galería-taller para sus obras.

Luego de la atención que generó el inmueble, este fue sellado, a fin de evitar accidentes, ya que tras la pandemia el inmueble se encontraba en muy malas condiciones.

Con información de Enrique Domínguez

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