A dos años de que la creciente de la barranca se llevó el vado puente, lo cual dejó incomunicada a la comunidad de Coaxitlán, en Tlaquiltenango, finalmente se construyó el puente vehicular, el cual goza de un avance significativo y se prevé que para octubre sea entregado.
Los vecinos indicaron que el pasado 18 de agosto la localidad quedó a la intemperie cuando se desbordó la barranca por una inusual creciente, que arrastró a su paso el puente vado, los corrales, animales e incluso varias viviendas, por lo que se motivaron por los avances de la obra.
Asimismo, estiman que el avance ronda entre 80 por ciento, ya que les prometieron que estará listo para octubre del presente año; por lo pronto, este lunes colarán las uniones de cada trabé, y en el trascurso de ayer se llevaron ollas de cemento hidráulico.
Mientras se construye este puente, levantaron un vado provisional en otro extremo de la barranca, que en esta temporada constantemente se inunda, ya que hay un retén de agua para que les permita trabajar a la constructora casi en seco.
Tampoco pasa el servicio de trasporte cuando hay agua. “No entra el servicio de trasporte hasta el pueblo, pero si ya aguantaron dos años, aguantarán otro poco más”, dijo el vecino Miranda.
Los camiones que cargan piedra o material de las minas de cal y yeso atraviesan, pero sólo cuando la barranca no lleva agua; cuando hay creciente, también suspenden actividades, comentaron los pobladores.
Los residentes refieren que desde que llegó la constructora no han parado, y aunque han desviado la barranca se ven los avances; por ahora, sólo esperan que no les llegue otra creciente antes de que esté garantizada la cimentación, pero ya se ven los avances.
