Las luces navideñas, colocadas en los troncos de los árboles en esta temporada, embellecen el entorno, pero provocan un severo daño a los árboles, pues el calor que emana los foquitos, pueden deshidratar a la especie y sin un adecuado tratamiento la especie puede tener severas complicaciones.
En los últimos años, cada vez es más común que las luces formen parte de la decoración en las fiestas de fin de año y en ocasiones, no solo se colocan series en el base, sino también en el follaje, sin saber las repercusiones aquellas esto representa para la naturaleza.
Y es que también la fauna que vive en los árboles, como aves y bichos, ven modificado su entorno, de acuerdo con Flora Guerrero, integrante de la asociación civil “Guardianes de los Árboles”, quien mencionó que lo más recomendable sería que no se colocaran luces en los árboles.
“Por supuesto que las luces los afecta; el calor de los focos calienta la corteza y entre otras cosas puede deshidratar al árbol. También afecta a la fauna que vive en los árboles, particularmente a las aves. Definitivamente, la recomendación es que no les pongan luces, o por lo menos, no pegados al tronco ni tan tupidas.
Algunos creen que si el árbol se deshidrata con las luces, pues solo bastaría con regarlos, pero árboles como los que existen en el zócalo de Cuernavaca, de gran tamaño, no toman agua sino del subsuelo. Por lo que recomendó evitar este tipo de luces.
Además, las series pasan prendidas durante horas calentando drásticamente al árbol no solo den la base, pues hay quienes colocan los adornos en toda la especie. Existen en internet hasta tutoriales de como adornarlos desde la base hasta las ramas.
Un síntoma de un árbol deshidratado es que las hojas se tornan amarillas, por lo que en caso de detectarlas, se debe llevar a cabo un proceso de rehidratación que entre más grande sea la especia, es más complejo.
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