Debido a que Cuernavaca no cuenta con un albergue para atender a víctimas de violencia, principalmente mujeres y menores de edad, a través de la mesa regional para la construcción de la paz, se hizo la propuesta de que las casas confiscadas por la Fiscalía General de la República (FGR) puedan ser utilizadas como refugios o casas de transición.
La Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac) a cargo de Alicia Vázquez Luna, en coordinación con los Institutos de la Mujer de Morelos y de los municipios que integran la mesa regional para la construcción de la paz, realizaron la propuesta de que propiedades incautadas por la FGR, sean transformadas para brindar un hogar temporal a quienes sufrieron violencia. Los inmuebles serían entregados en comodato al municipio.
Vázquez Luna señaló que la solicitud fue hecha para que al menos haya un inmueble en Cuernavaca, debido a que los refugios del estado en los periodos de junio y julio de 2022 se vieron rebasados en su capacidad.
“Se acordó gestionar por escrito la propuesta, para que Cuernavaca tenga esa oportunidad; hay otros alcaldes como el de Temixco, Tepoztlán y Huitzilac que expusieron que tienen sus inmuebles de transición… En Cuernavaca nunca existió una casa de esta naturaleza, por lo que nuestra directora gestiona distintos refugios o albergues para que en otros municipios reciban atención las víctimas de violencia”, explicó la secretaria de la Seprac.
De acuerdo con la directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca (IMC), Lorena Castillo Castillo, durante 2022 sólo dos mujeres aceptaron ser refugiadas, mientras que otras dos se alojaron en casas transitorias; sin embargo, dijo que los albergues a los que las mujeres de la capital se pueden acercar sólo tienen capacidad para 12 personas.
Castillo Castillo señaló que no todas las mujeres podrían aceptar el apoyo del refugio, ya que éstos las albergan de tres a seis meses. Por lo que esta iniciativa busca crear inmuebles para que sean usados de manera transitoria, y aquellas mujeres que así lo requieran puedan estar tres o cinco días y no necesariamente el tiempo que un albergue indica.
En Cuernavaca, la Seprac recibe al día entre seis a 12 llamadas de auxilio de mujeres que están siendo violentadas, y que muchas veces no necesariamente es violencia física directa, sino intimidante, como puertas golpeadas o ventanas rotas.
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