“Se desplomó la economía en 70 por ciento; las obras probablemente traigan un beneficio, pero por el momento la situación es caótica”, manifestó Raúl Rangel Rodríguez, comerciante del mercado Margarita Maza de Juárez de Jojutla.

Este locatario, que tiene un establecimiento de abarrotes, manifestó que gran parte de sus compañeros cerraron sus comercios después del sismo y los que aún se mantienen activos lo hacen con la venia del comercio local.

Reconoció que las obras públicas que se realizan en el municipio, las cuales han provocado el cierre de la arteria principal, impiden que la clientela llegue a los mercados. Destacó que en ese centro de abasto operaban 247 comerciantes establecidos; actualmente sólo 20 por ciento continúan trabajando y el resto paró sus actividades ya que no hay mucha demanda de productos.

Precisó que la situación es muy crítica para los comerciantes y la población en general, debido a que no hay apoyos ni derrama económica. Para los mercaderes de esta central comercial, las condiciones se tornan más complicadas, puesto que compiten con los del Benito Juárez, en donde hay más de mil locatarios.

De tal grado es la falta de demanda que los ambulantes, quienes se apostaban por las calles y los pasillos de esta ciudad, decidieron trasladarse a municipios vecinos. Subrayó que la situación es complicada y recordó que compañeros perdieron sus casas, además de que mucha gente perdió sus empleos.

Advirtió que las obras han retrasado la recuperación económica. Por lo que temen que los establecimientos cierren por la falta de circulante y la fuga de capitales a otras plazas, como en Zacatepec y Puente de Ixtla.