El cronista y presidente del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla (CEPC), Samuel Hernández Beltrán, hizo públicamente una petición al Ayuntamiento de Cuautla para que la calle Ramón Corona, ubicada a espaldas del Museo Histórico del Oriente de Morelos Casa de Morelos, sea bautizada con el nombre de Felipe Montero, cuyo manuscrito es un testimonio vivo de la Batalla del Sitio de Cuautla de 1812.
De acuerdo con el cronista, la calle Ramón Corona fue nombrada así por un error: en 1882, la realización de la Feria del Segundo Viernes de Cuaresma, que se sigue realizando cada año en la capilla del Señor del Pueblo, obligó a las autoridades a abrir una nueva calle en el centro de la ciudad. A la hora de ponerle nombre, alguien propuso el del general Ramón Corona, quien tuvo un papel importante en la época de la Reforma, pero cuyas acciones no están relacionadas la Cuautla de Morelos, sino con la del estado de Jalisco:
Alguien debió haber dicho que leyó en un libro que el general Corona, después de ganar la batalla en Guadalajara, dijo ‘vámonos a Cuautla’, y entonces llegó a Cuautla, pero a la Cuautla que está a un lado de Guadalajara, allá hay un pueblo que se llama así, y seguramente la gente de esos años dijo qué honor, pero no corresponde a nuestra historia, relató Hernández Beltrán.
La petición fue hecha en presencia de la regidora de Patrimonio Cultural del municipio, Verónica Andrew Correa: “Nosotros hacemos esta petición para usted, que retomemos esta propuesta y ya está muy trabajada la calle, ya hay cambios que se hicieron a favor de la calle y dignamente vemos ahí el nombre de Felipe Montero”, expuso el cronista.
¿Por qué Felipe Montero?
En 1829, Felipe Benicio Montero, quien había luchado en las filas de Morelos para defender Cuautla del ejército de Félix María Calleja, ocupaba la presidencia del municipio. El cuautlense, de origen humilde, había participado en aquella batalla cuando tenía 32 años de edad, así que se avocó a dejar un testimonio de uno de sus participantes para la posteridad.
A lo largo de las 94 hojas que componen este documento, el Manuscrito de Montero relató los episodios que tuvieron lugar en cada una de las calles del municipio, lo que dio pie a bautizarlas con los nombres de esos personajes y acontecimientos, nombres que se han conservado hasta la fecha: Bollas sin cabeza, Angustias de Calleja, Fin de Rul, Batalla del 19 de febrero y Triunfo del Sitio son sólo algunos de los nombres de las 72 calles abordadas en este escrito, cuyo facsímil se exhibe actualmente en “Casa de Morelos”.