El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rubén Jasso Díaz, comentó que el compromiso de todos los operadores de justicia es que el trabajo que se encuentra en cada juzgado se haya ido sacando con apoyo de las guardias, esto ante el rezago que se percibe en el Poder Judicial por la pandemia provocada por Covid-19.
Sin embargo, litigantes como Enrique Paredes Sotelo, presidente del Colegio de Abogados, señalan una grave afectación a los derechos humanos y un rezago de por lo menos ocho mil juicios solo en Cuernavaca. Para el presidente del Concejo Morelense de Abogados, Juan Juárez Rivas, para superar este rezago se tendrá que contratar más personal o pagarles horas extras.
El ocho de junio se implementó un portal de citas para recibir las demandas que presenten los abogados en materia civil y familiar.
Sobre los juicios y procesos judiciales que estaban por iniciar, expuso "queda el 100 por ciento, no se movió lo que ya estaba en trámite, todos esos trámites se congelaron en virtud del acuerdo del pleno y solamente se tramitan los casos urgentes que va previendo la ley"; al referirse al dictado de sentencias y acuerdos que se encontraban pendientes, aseveró "ese sí es el que se está abatiendo" y aceptó que no hay audiencias ni diligencias, así como el desahogo de pruebas.
Alargan la cuarentena en Cuernavaca
Jasso Díaz comentó que para recuperarse del rezago "debemos hacer un protocolo, no está al 100 por ciento definido, tenemos que estar trabajando con la Secretaría de Salud en este tema, pero estamos buscando la metodología adecuada, lo estamos determinando en conjunto con los integrantes del Poder Judicial".
Paredes Sotelo agregó que si bien es cierto que en los tribunales y juzgados había guardias que sacaron los acuerdos que están listos para notificarse y darle curso procesal, el problema es que salen los acuerdos y no habrá capacidad humana por parte de los actuarios para notificar todos los juicios de inmediato.
Por ello propusieron que se pida a los diputados una reforma a los códigos familiar y civil, para notificar vía correo electrónico o por alguna aplicación, para que de esa manera el actuario pueda comenzar a notificar de inmediato.