Emprendedores que se capacitan para el autoempleo prefieren la informalidad y limitarse a vender sus productos a conocidos, acepta el Instituto de Capacitación para el Trabajo de Morelos (Icatmor); de cada 22 mil que toman alguna capacitación, solo unos 60 entran al programa de “incubadoras” en el que acceden a financiamientos para la creación de una empresa formal.
La directora del Icatmor, Laura Erika Herman Muzquiz, dijo que ya sea por miedo, desinformación o porque no quieren realizar los trámites ante el fisco, las personas en su mayoría solo quieren aprender un oficio y aplicarlo en el entorno social.
“Tres o dos terminan su proyecto y se mandan a Fondo Morelos, se les brindan opciones de crédito y tenemos casos de éxito. Este año hemos formado 4 grupos de incubación ahí son grupos de 15 personas, los vamos acompañando para que se hagan formales”. Lo que significa apenas el 0.3 por ciento de los participantes.
Enfrentarse a trámites ante el Servicio de Adminsitración Tributario (SAT) podría ser la principal causa de que pasar a las ventas comunes a un sistema empresarial “como ventas en las escuelas de sus hijos por ejemplo”.
Las incubadoras de negocios también están disponibles para cualquier tipo de público, no solo de quienes toman los cursos de capacitación, siempre que tengan una idea de producto o servicio sin dar prioridad a ninguno en especial.
“Mucha gente se queda en el aprendo y ya, precisamente la intención de una incubadora es que no se queden así”.
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