Uno de los lugares más emblemáticos y característicos del centro de Cuernavaca en décadas pasadas fue el Puente del Mariachi, el cual se ubicó junto a la Plaza de Armas y, como su nombre lo dice, albergó a decenas de agrupaciones de mariachis, que durante años ocuparon ese espacio como un punto de encuentro con los clientes.
De acuerdo con información del portal Cuernavaca a través del tiempo, el Puente del Mariachi fue construido en 1978, cuando el gobernador de Morelos era Armando León Bejarano.
Decenas de músicos ataviados con su elegante traje charro, sombreros e instrumentos eran parte del paisaje que quienes transitaban por el puente podían admirar.
El músico José García, quien tiene una trayectoria de 37 años como mariachi en Morelos, y actualmente es integrante del Mariachi Juvenil Jalisciense de Cuernavaca, junto a sus hijos que han continuado este legado, llegó al famoso Puente del Mariachi en 1985 y hoy en día recuerda muchas vivencias y anécdotas de aquellos buenos tiempos.
“Todo estaba de diferente manera, el famoso puente, que lamentablemente hoy ya no está, era un lugar muy importante para nosotros como músicos, era un punto de reunión para todos los mariachis, porque ahí llegaban los clientes”, expresó José García.
Comenta que las agrupaciones de Mariachi tenían que estar en la parte de arriba para tomar el trabajo, porque ahí llegaban los clientes, pero cuando empezaba a llover, era la corredera hacia abajo del puente para agarrar lugar y atajarse mientras pasaban las inclemencias del tiempo.
Él como músico perteneció a distintos mariachis, entre ellos el Mariachi Los Michoacanos, Mariachi Original Moctezuma de Don Vicente Rentería y Mariachi Los Madrugadores de Morelos de Don Enrique Bustos.
“Cuando llegué al Puente del Mariachi era un joven de 18 años, y recuerdo que era un lugar con mucha más vegetación y muchos más árboles a su alrededor. Arriba del puente había un bar y abajo estaba otro, el famoso bar El Árbol, también ahí se instalaban las personas que nos vendían comida a la mayoría de los que trabajábamos en el Centro. En la esquina del puente, estaban los baños públicos que usaba toda la gente, no había mucho problema al buscar un sanitario como hoy en día. Y abajo, hacia el oriente pegado a los bares se convirtió en un estacionamiento grande, ya que alguien tomó el permiso para estacionar autos ahí”.
José menciona que generalmente trabajaban toda la semana, y solían tomar el miércoles como descanso, ya que era el día que no había tanto trabajo.
“Entre semana, éramos tres agrupaciones, pero el fin de semana llegaban todas a trabajar ahí, desde Cuautla y de otros municipios Tres agrupaciones entre semana y en total éramos más de 20 agrupaciones de mariachis en ese importante sitio”.
Debido a que en aquellos no había teléfono celular ni redes sociales, sólo existía la radio y la publicidad, había una mayor actividad ahí en el zócalo, y las personas llegaban directamente a buscarlos para interpretar canciones ahí mismo, en algún restaurante o lugar cercano o para sus fiestas.
“En todo el tiempo que estuvimos ahí, nos llevamos una que otra sorpresa, con la visita de celebridades como Thalía, Eduardo Capetillo, Bibi Gaytán, Gerardo Reyes y Raúl Vale, entre muchos más".
Recuerda que en aquellos tiempos, las canciones más pedidas eran las de José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel, Vicente Fernández y Alejandro Fernández, que comenzaba su carrera, y por supuesto el que nunca falta es el tema de “El mariachi loco”.
“Eran muy buenos momentos, se tocaban canciones y había más romanticismo y alegría, con serenatas a enamorados y a familias enteras, realmente todos disfrutaban de una manera muy bonita”.
“Nos vemos en el Morelotes”
Sobre este puente, se ubicó la famosa escultura en honor a José María Morelos y Pavón, realizada con bloques de piedra volcánica negra y que es conocida entre la población como “El Morelotes” por su gran tamaño. Este monumento, fue un importante punto de reunión por los cuernavacenses, quienes exclamaban la famosa frase “Te veo en El Morelotes”
El Puente del Mariachi, también fue un sitio ideal y especial para los amantes del skateboarding, que con su inseparable patineta usaban la explanada del puente para practicar, competir y dar muestra de sus mejores trucos.
Al bajar la escalera rumbo al Palacio de Cortés, se ubicaron los artesanos y artistas hippies que vendían aretes y accesorios, hacían las famosas rastas o trenzas con hilos de colores, y los tatuajes temporales en henna, todo muy buscado entre los jóvenes, principalmente durante la primera década de los dos mil.
De acuerdo con la información del cronista Mike Gómez, en el 2010 con la idea de reformar el centro de la ciudad como Centro Histórico de Cuernavaca, el Puente del Mariachi es demolido y los Mariachis al igual que los tríos y trovadores morelenses se quedan sin su punto de referencia.
1978
se construyó el Puente del Mariachi, durante la administración de Armando León Bejarano
El Puente del Mariachi dejó de existir en 2010, luego de la remodelación que hicieran del centro histórico, cuando era gobernador Marco Adame Castillo