/ sábado 18 de julio de 2020

Visita exprés a los Hollywood

Con la reactivación parcial de las actividades económicas, -afortunadamente- muchos de los buenos lugares que permanecían cerrados han comenzado a recuperar a su clientela, aunque sea de a poquito.

Algunos, como los tacos Hollywood incluso han modificado sus horarios, volviéndose accesibles para las personas que como yo, ya no andamos (ajá si) de madrugada buscando llenar el buche.

Y es que me llevé una excelente sorpresa al transitar por los rumbos de La Pradera y ver despachando sus deliciosos tacos, a Don Hollywood, ahí donde Rinconada del Artista y la Avenida Emiliano Zapata de #Cuernavaca hacen esquina, y eso que eran como las nueve de la noche.

Y es que los Hollywood, y no me van a dejar mentir, habitualmente abrían después de la media noche, para recibir a los trasnochados que casi de última opción, llegaban (llegábamos) a la histórica caseta roja, en la que el foquito encendido indicaba que ahí estaba el oasis.

Pues Don Holly ya está trabajando, igual de serio que siempre, junto a su esposa, para despachar de los surtidos más ricos, eso sí, acompañados con un consomé -bien grasoso- pero igual o más de sabroso.

La verdad es que dudé mucho en detenerme: he regresado de día o no tan de noche a algunos tacos que juraba estaban exquisitos y triste realidad, ya sea por la luz del día o la falta de motivación, pero revelan que para agarrarles el gusto, hace falta traer ya unas gracielas encima.

Lo bueno es que no fue el caso y pude paladear esa mezcla casi perfecta entre carnita maciza y dos que tres gorditos, que delinean el platillo perfecto para cerrar el día.

Siempre había creído que Don Holly necesitaba abrir más tempra, y ya sea para bien o para mal, la pandemia me concedió el capricho, así que de aquí a dos o tres meses, seguro me van a ver rondando el rumbo, nomas por aquello de las malditas dudas.

Ya en serio, ojalá que un día se anime y rente un localito, con mesas y toda la onda, porque a pesar de que el ritual de comer parado es otro boleto, a veces quisiera no comerlos tan rápido. En fin, la noticia es que ya abrió y pueden pasar, ya sea temprano o aunque sea tarde, recuerden que al que madruga… sale bye.

Con la reactivación parcial de las actividades económicas, -afortunadamente- muchos de los buenos lugares que permanecían cerrados han comenzado a recuperar a su clientela, aunque sea de a poquito.

Algunos, como los tacos Hollywood incluso han modificado sus horarios, volviéndose accesibles para las personas que como yo, ya no andamos (ajá si) de madrugada buscando llenar el buche.

Y es que me llevé una excelente sorpresa al transitar por los rumbos de La Pradera y ver despachando sus deliciosos tacos, a Don Hollywood, ahí donde Rinconada del Artista y la Avenida Emiliano Zapata de #Cuernavaca hacen esquina, y eso que eran como las nueve de la noche.

Y es que los Hollywood, y no me van a dejar mentir, habitualmente abrían después de la media noche, para recibir a los trasnochados que casi de última opción, llegaban (llegábamos) a la histórica caseta roja, en la que el foquito encendido indicaba que ahí estaba el oasis.

Pues Don Holly ya está trabajando, igual de serio que siempre, junto a su esposa, para despachar de los surtidos más ricos, eso sí, acompañados con un consomé -bien grasoso- pero igual o más de sabroso.

La verdad es que dudé mucho en detenerme: he regresado de día o no tan de noche a algunos tacos que juraba estaban exquisitos y triste realidad, ya sea por la luz del día o la falta de motivación, pero revelan que para agarrarles el gusto, hace falta traer ya unas gracielas encima.

Lo bueno es que no fue el caso y pude paladear esa mezcla casi perfecta entre carnita maciza y dos que tres gorditos, que delinean el platillo perfecto para cerrar el día.

Siempre había creído que Don Holly necesitaba abrir más tempra, y ya sea para bien o para mal, la pandemia me concedió el capricho, así que de aquí a dos o tres meses, seguro me van a ver rondando el rumbo, nomas por aquello de las malditas dudas.

Ya en serio, ojalá que un día se anime y rente un localito, con mesas y toda la onda, porque a pesar de que el ritual de comer parado es otro boleto, a veces quisiera no comerlos tan rápido. En fin, la noticia es que ya abrió y pueden pasar, ya sea temprano o aunque sea tarde, recuerden que al que madruga… sale bye.

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