/ jueves 27 de mayo de 2021

Profes contra partidos...

El magisterio está enojado y eso, advierten, se notará en las urnas. No será fácil porque bastante se han entrampado los profes, muchos de ellos tan lopezobradoristas como el que más, en medio de las contradicciones de la política local. El gobierno estatal les ha fallado (también el federal aunque dicen que en menor medida). La falta de pago de adeudos de salarios, pensiones, prestaciones, se suman a la escasa claridad en la asignación de plazas y del futuro de programas educativos que implican mayores cargas laborales y salariales para los docentes, generan un clima de inestabilidad e incertidumbre en un sector que gozaba de una certeza laboral envidiable. Cierto, a los maestros no les está yendo mucho peor que a otros gremios, pero su situación laboral, lejos de las mejoras siempre prometidas, se ha deteriorado a una velocidad espantosa.

El problema del magisterio, en todo caso, es que paulatinamente se va quedando sin opciones. Si uno escucha los gritos de sus líderes formales y los no tanto, no se tendría que votar por el PRI, PAN, PRD, PNA, PES, Morena, PT; pero tampoco por los partidos pequeños. Los profes acostumbran partimorfizar (dar forma de partido) los impactos de políticas públicas determinadas, especialmente las que les han significado la pérdida, real o sentida, de beneficios y conquistas laborales. Así que el concurso para asignación de plazas, la reforma educativa, la contrarreforma educativa, la desaparición de programas educativos de alto impacto, tienen rostros de partidos a los que el magisterio niega el voto.

Pero no solamente el set de políticas públicas del 2008 a la fecha han sido motivo de ruptura. La colección de omisiones entre el gobierno federal y el estatal respecto de nombramientos y pagos de prestaciones y jubilaciones de los docentes son responsabilidad no de una reforma en materia de organización del sector educativo, sino de un cambio en la forma de administrar que ofrece márgenes enormes de discrecionalidad para que los gobiernos muevan los recursos que corresponden al pago de docentes y fondeo de programas específicos, lo que se ha traducido en afectaciones directas al bolsillo de los profes en Morelos.

Difícilmente, sin embargo, el voto de los maestros estará ligado de forma definitiva a las afrentas sufridas. Más del 60% de los maestros aún apoya a López Obrador, por lo que sus votos podrían refrendar algo de la confianza, por la vía de diputaciones federales. Igual que con el resto de la ciudadanía, los temas regionales podrían ser mucho más importantes para determinar los votos por alcaldes y diputados locales. Las fluctuaciones en la intención de voto por los candidatos de PES-Morena-PNA, tendrían que ver mucho más con las evaluaciones locales, por ejemplo, la colección de omisiones y afrentas que los docentes sienten comete el gobierno del estado en contra de los trabajadores de la educación, que con los niveles de aprobación para López Obrador. Si el voto de castigo se orienta a alternativas que realmente signifiquen cambio en los momios electorales en los municipios donde Morena y sus aliados llevan ventaja (lo que se traduce en el único verdadero castigo), es algo que sabremos hasta el 6 de junio.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

El magisterio está enojado y eso, advierten, se notará en las urnas. No será fácil porque bastante se han entrampado los profes, muchos de ellos tan lopezobradoristas como el que más, en medio de las contradicciones de la política local. El gobierno estatal les ha fallado (también el federal aunque dicen que en menor medida). La falta de pago de adeudos de salarios, pensiones, prestaciones, se suman a la escasa claridad en la asignación de plazas y del futuro de programas educativos que implican mayores cargas laborales y salariales para los docentes, generan un clima de inestabilidad e incertidumbre en un sector que gozaba de una certeza laboral envidiable. Cierto, a los maestros no les está yendo mucho peor que a otros gremios, pero su situación laboral, lejos de las mejoras siempre prometidas, se ha deteriorado a una velocidad espantosa.

El problema del magisterio, en todo caso, es que paulatinamente se va quedando sin opciones. Si uno escucha los gritos de sus líderes formales y los no tanto, no se tendría que votar por el PRI, PAN, PRD, PNA, PES, Morena, PT; pero tampoco por los partidos pequeños. Los profes acostumbran partimorfizar (dar forma de partido) los impactos de políticas públicas determinadas, especialmente las que les han significado la pérdida, real o sentida, de beneficios y conquistas laborales. Así que el concurso para asignación de plazas, la reforma educativa, la contrarreforma educativa, la desaparición de programas educativos de alto impacto, tienen rostros de partidos a los que el magisterio niega el voto.

Pero no solamente el set de políticas públicas del 2008 a la fecha han sido motivo de ruptura. La colección de omisiones entre el gobierno federal y el estatal respecto de nombramientos y pagos de prestaciones y jubilaciones de los docentes son responsabilidad no de una reforma en materia de organización del sector educativo, sino de un cambio en la forma de administrar que ofrece márgenes enormes de discrecionalidad para que los gobiernos muevan los recursos que corresponden al pago de docentes y fondeo de programas específicos, lo que se ha traducido en afectaciones directas al bolsillo de los profes en Morelos.

Difícilmente, sin embargo, el voto de los maestros estará ligado de forma definitiva a las afrentas sufridas. Más del 60% de los maestros aún apoya a López Obrador, por lo que sus votos podrían refrendar algo de la confianza, por la vía de diputaciones federales. Igual que con el resto de la ciudadanía, los temas regionales podrían ser mucho más importantes para determinar los votos por alcaldes y diputados locales. Las fluctuaciones en la intención de voto por los candidatos de PES-Morena-PNA, tendrían que ver mucho más con las evaluaciones locales, por ejemplo, la colección de omisiones y afrentas que los docentes sienten comete el gobierno del estado en contra de los trabajadores de la educación, que con los niveles de aprobación para López Obrador. Si el voto de castigo se orienta a alternativas que realmente signifiquen cambio en los momios electorales en los municipios donde Morena y sus aliados llevan ventaja (lo que se traduce en el único verdadero castigo), es algo que sabremos hasta el 6 de junio.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx