/ miércoles 10 de abril de 2024

El cambio de paradigmas en Europa, ¿oportunidades o amenazas para México?

Por Cuitláhuac Oviedo Puente

Rusia a partir de febrero de 2022 inició una ofensiva militar en contra de Ucrania, lo que significó la invasión de esa nación por parte de tropas rusas, lo anterior derivado de que, según Vladimir Putin, presidente de Rusia, se tenían amenazas en contra del estado ruso y sus intereses. Después de dos años, el conflicto continúa en el escenario europeo, al parecer no se va a resolver en poco tiempo.

Este conflicto ha tenido repercusiones a nivel mundial, pero principalmente en Europa, una de ellas es la migración, hasta el 15 de febrero del 2024, han emigrado más de 5 millones de ucranianos a diversos países del continente europeo, siendo que algunos de ellos son miembros de la Unión Europea (UE). Otras repercusiones han sido las sanciones que esta agrupación a impuesto, tanto a Rusia, como a sus países aliados, como a Bielorrusia y a Irán.

Por ejemplo, son el cierre del espacio aéreo de la UE a todas las aeronaves rusas; prohibición de operaciones con el banco central ruso; prohibición a las importaciones por parte de la UE del hierro y acero ruso; prohibición a la importación del petróleo ruso por parte de la UE; prohibición a las exportaciones de tecnología critica de la UE a Rusia, entre otros bienes y servicios.

Sin embargo, esta situación se va complicando por factores externos al conflicto y a la Unión Europea. El factor más importante es la posible victoria de Donald Trump en las elecciones para la presidencia de Estado Unidos que se llevarán a cabo este año, quien ya amenazó de retirar a esa nación de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), por lo que dejaría al continente europeo solo ante este conflicto. En caso de que Estados Unidos se retirase de la OTAN podría desencadenar una desestabilidad internacional.

En mi opinión, al reelegirse Biden las siguientes elecciones, solamente le daría 4 años más a Europa de contar con el apoyo de Estados Unidos, como actualmente lo tiene, sin embargo, tarde o temprano, Europa se tendrá que hacer cargo de su propia defensa.

Hay otro factor importante que la Unión Europea tiene que tomar en cuenta, en caso de que China ataque Taiwán, Estados Unidos intervenía para defender a esa nación insular, sin embargo, no podría participar en la ayuda de Europa.

Otro de los factores que tienen preocupado a la Unión Europea, es que, si Rusia gana la guerra en Ucrania, se teme que esa nación invada otros países europeos como las naciones bálticas o incluso Finlandia, quienes son miembros de la OTAN.

Un factor interno que afecta a la OTAN y repercute en la Unión Europea es la unidad que se tiene dentro de la agrupación militar, por ejemplo, Turquía no apoyaba la integración de Suecia en esta organización, deteniendo su incorporación por más de 20 meses; así mismo, Turquía, después de Estados Unidos, es la segunda nación con más miembros en su ejército, por lo que su peso específico es muy importante para la organización.

Por esa razón, la Unión Europea ha empezado a desarrollar sus propios programas de modernización de sus fuerzas armadas, e incluso, con la intención de dejar su dependencia de los fabricantes estadounidenses, están modernizando su propia industria militar, tratando de que en cinco o seis años ya sean autónomos y se consolide una economía de guerra en las naciones que forman parte de la Unión Europea.

Entendiéndose como una economía de guerra que empresas como Volkswagen, Mercedes y/o BMW, en lugar de hacer automóviles, estarían armando tanques o vehículos militares, obviamente con todas las repercusiones que eso puede provocar. Es decir, que las empresas europeas dejen de construir o armar bienes de consumo cotidiano para dedicarse a la construcción de armamento lo que podría provocar una disminución de bienes que requiere la sociedad europea, como los vehículos automotores, por mencionar un ejemplo.

Lo anterior puede ser una oportunidad para México, ya que la industria nacional puede suministrar los bienes que las empresas europeas dejarían de producir derivado a la conversión a una economía de guerra.

Europa es el tercer continente de mayor importancia para el comercio mexicano, primeramente, se encuentra Norteamérica, en segundo lugar, tres naciones del Asia Pacífico. De ese continente Alemania es el principal cliente de las exportaciones mexicanas, de las cuales, el 50.4% son automóviles, el resto otros productos como aparatos ortopédicos, equipo médico, entre otros. España es el segundo cliente europeo de México, y el principal producto mexicano de exportación para esa nación es el petróleo. En el caso del Reino Unido, el oro y los automóviles son el 32% y el 20% respectivamente; Para Francia, los instrumentos médicos representan el 11.9% de las exportaciones mexicanas para esa nación.

Como se puede observar, México puede suministrar los bienes de consumo cotidiano a la Unión Europea mientras ese continente vive su proceso de militarizar su economía. Para ello se requiere en México políticos y empresarios con visión y liderazgo que puedan aprovechar esta oportunidad que se va a presentar a mediano plazo.

CUITLÁHUAC OVIEDO PUENTE es profesor-investigador en el área de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional, así como catedrático de la UNITEC. Sígalo en @coviedo51

Por Cuitláhuac Oviedo Puente

Rusia a partir de febrero de 2022 inició una ofensiva militar en contra de Ucrania, lo que significó la invasión de esa nación por parte de tropas rusas, lo anterior derivado de que, según Vladimir Putin, presidente de Rusia, se tenían amenazas en contra del estado ruso y sus intereses. Después de dos años, el conflicto continúa en el escenario europeo, al parecer no se va a resolver en poco tiempo.

Este conflicto ha tenido repercusiones a nivel mundial, pero principalmente en Europa, una de ellas es la migración, hasta el 15 de febrero del 2024, han emigrado más de 5 millones de ucranianos a diversos países del continente europeo, siendo que algunos de ellos son miembros de la Unión Europea (UE). Otras repercusiones han sido las sanciones que esta agrupación a impuesto, tanto a Rusia, como a sus países aliados, como a Bielorrusia y a Irán.

Por ejemplo, son el cierre del espacio aéreo de la UE a todas las aeronaves rusas; prohibición de operaciones con el banco central ruso; prohibición a las importaciones por parte de la UE del hierro y acero ruso; prohibición a la importación del petróleo ruso por parte de la UE; prohibición a las exportaciones de tecnología critica de la UE a Rusia, entre otros bienes y servicios.

Sin embargo, esta situación se va complicando por factores externos al conflicto y a la Unión Europea. El factor más importante es la posible victoria de Donald Trump en las elecciones para la presidencia de Estado Unidos que se llevarán a cabo este año, quien ya amenazó de retirar a esa nación de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), por lo que dejaría al continente europeo solo ante este conflicto. En caso de que Estados Unidos se retirase de la OTAN podría desencadenar una desestabilidad internacional.

En mi opinión, al reelegirse Biden las siguientes elecciones, solamente le daría 4 años más a Europa de contar con el apoyo de Estados Unidos, como actualmente lo tiene, sin embargo, tarde o temprano, Europa se tendrá que hacer cargo de su propia defensa.

Hay otro factor importante que la Unión Europea tiene que tomar en cuenta, en caso de que China ataque Taiwán, Estados Unidos intervenía para defender a esa nación insular, sin embargo, no podría participar en la ayuda de Europa.

Otro de los factores que tienen preocupado a la Unión Europea, es que, si Rusia gana la guerra en Ucrania, se teme que esa nación invada otros países europeos como las naciones bálticas o incluso Finlandia, quienes son miembros de la OTAN.

Un factor interno que afecta a la OTAN y repercute en la Unión Europea es la unidad que se tiene dentro de la agrupación militar, por ejemplo, Turquía no apoyaba la integración de Suecia en esta organización, deteniendo su incorporación por más de 20 meses; así mismo, Turquía, después de Estados Unidos, es la segunda nación con más miembros en su ejército, por lo que su peso específico es muy importante para la organización.

Por esa razón, la Unión Europea ha empezado a desarrollar sus propios programas de modernización de sus fuerzas armadas, e incluso, con la intención de dejar su dependencia de los fabricantes estadounidenses, están modernizando su propia industria militar, tratando de que en cinco o seis años ya sean autónomos y se consolide una economía de guerra en las naciones que forman parte de la Unión Europea.

Entendiéndose como una economía de guerra que empresas como Volkswagen, Mercedes y/o BMW, en lugar de hacer automóviles, estarían armando tanques o vehículos militares, obviamente con todas las repercusiones que eso puede provocar. Es decir, que las empresas europeas dejen de construir o armar bienes de consumo cotidiano para dedicarse a la construcción de armamento lo que podría provocar una disminución de bienes que requiere la sociedad europea, como los vehículos automotores, por mencionar un ejemplo.

Lo anterior puede ser una oportunidad para México, ya que la industria nacional puede suministrar los bienes que las empresas europeas dejarían de producir derivado a la conversión a una economía de guerra.

Europa es el tercer continente de mayor importancia para el comercio mexicano, primeramente, se encuentra Norteamérica, en segundo lugar, tres naciones del Asia Pacífico. De ese continente Alemania es el principal cliente de las exportaciones mexicanas, de las cuales, el 50.4% son automóviles, el resto otros productos como aparatos ortopédicos, equipo médico, entre otros. España es el segundo cliente europeo de México, y el principal producto mexicano de exportación para esa nación es el petróleo. En el caso del Reino Unido, el oro y los automóviles son el 32% y el 20% respectivamente; Para Francia, los instrumentos médicos representan el 11.9% de las exportaciones mexicanas para esa nación.

Como se puede observar, México puede suministrar los bienes de consumo cotidiano a la Unión Europea mientras ese continente vive su proceso de militarizar su economía. Para ello se requiere en México políticos y empresarios con visión y liderazgo que puedan aprovechar esta oportunidad que se va a presentar a mediano plazo.

CUITLÁHUAC OVIEDO PUENTE es profesor-investigador en el área de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional, así como catedrático de la UNITEC. Sígalo en @coviedo51