/ miércoles 22 de noviembre de 2023

De viajes, fotos, etiquetas y otras cuestiones

Bertha Alvarado Banuet y Arturo Vega Torres


“Uno diría que lo único que desean estas marabuntas es tachar. Tachar de unas extrañas listas que se les ha persuadido confeccionar: Madrid, ya he estado; París, visto; Bali, me he bañado; Praga, fotografiado el puente y colgado en mi cuenta de Instagram; Venecia, pateada un rato y ensuciada por mis desperdicios… Todas estas tachadas.” ¿y qué es lo que sigue por tachar? Así nos invita a reflexionar Javier Marías, uno de los mejores novelistas en español, sobre el significado o mejor dicho de la propia percepción que le damos al turismo hoy en día.

Gracias a la tecnología hemos podido apreciar en estos últimos años, como ha habido un aumento, tanto en la diversidad como de la gente que viaja. Ante esto conviene observar dos actores fundamentales que acompañan al viaje: uno, las fotografías, que desde la introducción de la japonesa Ricohflex III en 1952 se han vuelto los suvenires predilectos; y dos, las redes sociales, tales como TikTok e Instagram hoy día.

Estos dos actores, podemos tomarlos como estructurales ante el presente texto, pues si volteamos a una época más lejana, antes de la popularización del turismo, la gente ilusionaba viajar por el hambre de conocer los sitios de los cuales siempre leyó en los libros de texto, escuchó en las historias de los famosos, pasear por los escenarios de sus novelas favoritas, entre otras. A esto vemos un denominador común, que en lo general la gente viajaba por conocer, por aprender.

Este paradigma hoy ha cambiado. Hoy en lo general lo estructural en lo causal del viaje ya no es esta curiosidad o hambre por el aprendizaje, esto a priori una atrevida declaración parece, no obstante, podemos apreciar que en lo general poco profundizamos ya en ahondar sobre los sitios que visitamos o puedes responder ¿cuándo fue la última vez que antes de un viaje consultaste o supiste de alguien que consultó alguna guía? El nuevo paradigma, marca que la causal prima del viaje es una foto que podamos subir a redes sociales.

Inocuo esto parece a priori porque ¿Qué más da el motivo que causa el viaje? ¿Qué más da si la gente no quiere ahondar en historia, arte, geografía, cultura en un viaje? Pero ante la masificación de la industria, provienen problemas en los destinos, ya que la turistificación de estos, como la denominan Graziano y Ruggiero, se acompaña con problemas varios que apenas hemos empezado a apreciar.

Otros problemas que provienen de esta nueva época del turismo masificado son la propia depresión, (limitado, el verbo deprimir) que emana en las personas al asomarse a la vida de sus conocidos o admirados, por la ventana embellecedora que llamamos redes sociales. Y es que, desde siempre, viajar es un tema que resalta el poder adquisitivo de las personas. Esto se vio acentuado con las redes sociales, pues al tener una forma digital de la fotografía y un sitio donde exponerla de manera intensiva, tanto como a conocidos como a anónimos, derivó en un fenómeno moderno donde la gente estuvo ahora expuesta, como nunca, a la aprobación, admiración y al placer de ser envidiados por los demás.

Esto que se señala tiene más profundidades y vértices de análisis que no son objetivo de esta nota, pero sí nos sirve para comenzar a estructurar un planteamiento más. Esta nueva hambre desatada por las redes sociales y la masificación del turismo ha hecho que el contexto de los destinos se haya banalizado a una simple escenografía. Podemos apreciar como la cultura, el arte, la naturaleza y el paisaje hoy no sean un motivo de disfrute por si mismos, pues al turista no le interesa disfrutarlos, le interesa la foto que subirá a redes sociales.

Es entonces que a partir de estos supuestos que podemos apreciar que el turismo ha entrado en esta nueva modernidad, en lo que Bauman llamaba modernidad líquida, es decir podemos hablar de un Turismo líquido. Hemos pasado de un turismo motivado por la realización personal en cosas tales como el descanso, el aprendizaje, la curiosidad, la aventura y la introspección, a uno donde lo único que rige es el consumismo del mercado de las reacciones de las redes sociales.

Muchas reacciones en contra del turismo masificado que han surgido en destinos varios nos dejan ver que probablemente este tipo de turista moderno y este turismo líquido puede no ser lo más adecuado a promover, pero que tristemente es lo que más reditúa. Por lo que se quisiera concluir proponiendo al lector este ejercicio de auto reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que te fuiste de viaje y no tomaste ninguna foto? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste una foto y no te apresuraste a compartirla en redes sociales? Y tú, ¿Cuántos sitios tienes en tu lista por tachar?


Arturo Vega Torres es Doctorante y Maestro en Ciencias Económicas en la UAM. También es Licenciado en Turismo por la EST-IPN. Certificado como Guía de Turistas General por la SECTUR. Posee experiencia en la industria turística como Gerencia de Marketing y de Relaciones Públicas; y en docencia universitaria. Sígalo en Instagram: @my.tour.in.mexico

Bertha Alvarado Banuet es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Actualmente, trabaja para una empresa de e-commerce de China. Asociada del PJ COMEXI. Sígala en @berthabanuet


Bertha Alvarado Banuet y Arturo Vega Torres


“Uno diría que lo único que desean estas marabuntas es tachar. Tachar de unas extrañas listas que se les ha persuadido confeccionar: Madrid, ya he estado; París, visto; Bali, me he bañado; Praga, fotografiado el puente y colgado en mi cuenta de Instagram; Venecia, pateada un rato y ensuciada por mis desperdicios… Todas estas tachadas.” ¿y qué es lo que sigue por tachar? Así nos invita a reflexionar Javier Marías, uno de los mejores novelistas en español, sobre el significado o mejor dicho de la propia percepción que le damos al turismo hoy en día.

Gracias a la tecnología hemos podido apreciar en estos últimos años, como ha habido un aumento, tanto en la diversidad como de la gente que viaja. Ante esto conviene observar dos actores fundamentales que acompañan al viaje: uno, las fotografías, que desde la introducción de la japonesa Ricohflex III en 1952 se han vuelto los suvenires predilectos; y dos, las redes sociales, tales como TikTok e Instagram hoy día.

Estos dos actores, podemos tomarlos como estructurales ante el presente texto, pues si volteamos a una época más lejana, antes de la popularización del turismo, la gente ilusionaba viajar por el hambre de conocer los sitios de los cuales siempre leyó en los libros de texto, escuchó en las historias de los famosos, pasear por los escenarios de sus novelas favoritas, entre otras. A esto vemos un denominador común, que en lo general la gente viajaba por conocer, por aprender.

Este paradigma hoy ha cambiado. Hoy en lo general lo estructural en lo causal del viaje ya no es esta curiosidad o hambre por el aprendizaje, esto a priori una atrevida declaración parece, no obstante, podemos apreciar que en lo general poco profundizamos ya en ahondar sobre los sitios que visitamos o puedes responder ¿cuándo fue la última vez que antes de un viaje consultaste o supiste de alguien que consultó alguna guía? El nuevo paradigma, marca que la causal prima del viaje es una foto que podamos subir a redes sociales.

Inocuo esto parece a priori porque ¿Qué más da el motivo que causa el viaje? ¿Qué más da si la gente no quiere ahondar en historia, arte, geografía, cultura en un viaje? Pero ante la masificación de la industria, provienen problemas en los destinos, ya que la turistificación de estos, como la denominan Graziano y Ruggiero, se acompaña con problemas varios que apenas hemos empezado a apreciar.

Otros problemas que provienen de esta nueva época del turismo masificado son la propia depresión, (limitado, el verbo deprimir) que emana en las personas al asomarse a la vida de sus conocidos o admirados, por la ventana embellecedora que llamamos redes sociales. Y es que, desde siempre, viajar es un tema que resalta el poder adquisitivo de las personas. Esto se vio acentuado con las redes sociales, pues al tener una forma digital de la fotografía y un sitio donde exponerla de manera intensiva, tanto como a conocidos como a anónimos, derivó en un fenómeno moderno donde la gente estuvo ahora expuesta, como nunca, a la aprobación, admiración y al placer de ser envidiados por los demás.

Esto que se señala tiene más profundidades y vértices de análisis que no son objetivo de esta nota, pero sí nos sirve para comenzar a estructurar un planteamiento más. Esta nueva hambre desatada por las redes sociales y la masificación del turismo ha hecho que el contexto de los destinos se haya banalizado a una simple escenografía. Podemos apreciar como la cultura, el arte, la naturaleza y el paisaje hoy no sean un motivo de disfrute por si mismos, pues al turista no le interesa disfrutarlos, le interesa la foto que subirá a redes sociales.

Es entonces que a partir de estos supuestos que podemos apreciar que el turismo ha entrado en esta nueva modernidad, en lo que Bauman llamaba modernidad líquida, es decir podemos hablar de un Turismo líquido. Hemos pasado de un turismo motivado por la realización personal en cosas tales como el descanso, el aprendizaje, la curiosidad, la aventura y la introspección, a uno donde lo único que rige es el consumismo del mercado de las reacciones de las redes sociales.

Muchas reacciones en contra del turismo masificado que han surgido en destinos varios nos dejan ver que probablemente este tipo de turista moderno y este turismo líquido puede no ser lo más adecuado a promover, pero que tristemente es lo que más reditúa. Por lo que se quisiera concluir proponiendo al lector este ejercicio de auto reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que te fuiste de viaje y no tomaste ninguna foto? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste una foto y no te apresuraste a compartirla en redes sociales? Y tú, ¿Cuántos sitios tienes en tu lista por tachar?


Arturo Vega Torres es Doctorante y Maestro en Ciencias Económicas en la UAM. También es Licenciado en Turismo por la EST-IPN. Certificado como Guía de Turistas General por la SECTUR. Posee experiencia en la industria turística como Gerencia de Marketing y de Relaciones Públicas; y en docencia universitaria. Sígalo en Instagram: @my.tour.in.mexico

Bertha Alvarado Banuet es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Actualmente, trabaja para una empresa de e-commerce de China. Asociada del PJ COMEXI. Sígala en @berthabanuet