Nos encontramos a poco más de dos semanas del día de la elección, muy poco tiempo o mucho, según quien lo mire y cómo lo mire, pero sobre todo que haga con ese recurso no renovable.
Esta semana el PRI, en voz de su presidente Alejandro "Alito" Moreno, propuso formalmente al candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge A. Máynez, declinar a su candidatura en favor de Xóchitl Gálvez, según dijo para evitar la división del voto opositor, luego una retahíla de autoelogios personales y partidistas para concluir poniendo en la mesa su renuncia al PRI y a su candidatura al senado de la República para que se anime Máynez, no bueno.
Una imagen clara de varias situaciones:
1. Reconocimiento tácito de falta de liderazgos competitivos para ir a la elección. "Por primera vez el PRI no fue a la elección presidencial con una candidatura propia" dijo.
2. Convencimiento de derrota. De una candidata que finalmente no ha "prendido" en el ánimo del ciudadano.
3. Despliegue de una propaganda cuyo destino será, sin duda, promover lo que se podría llamar 'voto útil'.
4. La ofensa como estrategia de negociación ya que al llamar al candidato Máynez a declinar declaró que su "candidatura es...una terquedad y ambición política", vaya manera de querer convencer. Por estos dichos puede uno desprender que se trata más de una treta que de genuina intención.
Así que el PRI mira el poco tiempo que falta como la oportunidad para seguir capitalizando y fortaleciendo su liderazgo en la campaña de su candidata sobre el PAN que parece que va en segundo plano, hay que recordar que el PRI-EPN descarriló la campaña de Ricardo Anaya quien tuvo que salir del país para evitar ir a la cárcel, ahora es ferviente aliado del PAN.
No dejarse engañar es importante.
Lo dicho, la candidatura de Claudia Sheinbaum sigue adelante con fortaleza y certeza.
