El fiscal Uriel Carmona Gándara refirió que la falta de presupuesto ha provocado el retraso en los trabajos que se realizan para la identificación de víctimas que faltan como es en el caso de las fosas localizadas en Cuautla y Jojutla.

El funcionario estatal explicó que el tema de las fosas no es un tema que empiece o termine, ya que es el manejo de los cuerpos que existen de homicidios y suicidios, los cuales quedan en calidad de desconocidos y llevan un proceso para lograr su identificación.

No es algo que empiece y termine, es un sistema que debe operar correctamente, en otras administraciones hubo irregularidades en el manejo de los cuerpos y eso detonó en los asuntos de Tetelcingo y Jojutla, se dijo que era fosas clandestinas, ya se aclaró que fueron fosas irregulares en algunos aspectos, precisó.

Carmona Gándara señaló que en estos temas no se ha avanzado a la velocidad que se espera debido a la falta de presupuesto y personal, sin embargo, se trabaja de manera coordinada con la autoridad federal para que se dé un trato digno a las víctimas.

No se ha avanzado a la velocidad que queremos por falta de presupuesto, por falta de personal, pero estamos ya trabajando junto con la Secretaría de Gobernación, principalmentecon el subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas, en coordinación de autoridades para darle un tratamiento digno a las víctimas y establecer el sistema de dictámenes periciales y forenses que trabajen correctamente, porque no es un tema que se abre y se cierra, ya que es un tema continuo, detalló.

Resaltó qué desde la administración pasada, se puso orden en ese tema, y ahora sólo falta darle continuidad a cada caso que existe y los nuevos donde las víctimas queden sin identificar.

Cabe recordar que en las fosas irregulares en el poblado de Tetelcingo, en Cuautla, se inhumaron 117 cuerpos, de los cuales nueve ya fueron identificados y entregados a su familia, otro más ya fue identificado, pero falta sea entregado a su familia y el resto siguen en espera de ser identificados por sus familias, mientras que en Jojutla se inhumaron un total de 84 cuerpos más.