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El vicario general de la diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, emitió un mensaje a la comunidad en la víspera de Nochebuena. En su declaración, enfatizó la importancia de las festividades navideñas como un momento para infundir esperanza en los creyentes, a pesar de los desafíos actuales.
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El vicario Toral Nájera comparó el nacimiento de Jesús, representado por un niño en un pesebre, con la oportunidad de una nueva esperanza. Hizo hincapié en que la Navidad debe ser vivida con realismo, reconociendo las dificultades, pero también con la esperanza que trae el nacimiento de Jesús.
Nochebuena: Un tiempo para irradiar luz
El vicario destacó que la Nochebuena y la Navidad son momentos para proyectar luz y vivir de manera diferente. Recordó que estas celebraciones también marcan el final de la temporada de Adviento, culminando el 24 de diciembre.
Además de transmitir deseos de felices fiestas, el vicario reiteró que la Navidad es un llamado a la esperanza y la felicidad, recordando el nacimiento de Jesús y su significado en la vida de los creyentes.
Última misa de adviento presidida por el Obispo de Cuernavaca
El obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, presidió la última misa de Adviento, coincidiendo con la Nochebuena. Durante la ceremonia, se encendió la última vela en la catedral de Cuernavaca, simbolizando el cuarto domingo de Adviento vinculado a María, la madre de Jesús.
El obispo Castro Castro enfatizó que, a pesar de los temores y la inseguridad mundial, la fe y la esperanza deben ser los cimientos de la humanidad. Instó a todos a encontrar esperanza incluso en tiempos difíciles, recordando el mensaje central de la Navidad.
Con información de Emireth Cossio
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