“Nada como estar en casa”, expresaron losintegrantes de la familia Tapia Díaz quienes han dormido durantela última semana en un hotel, a consecuencia del Paso Exprés queha afectado a decenas de familias.
¿Ya se van?, preguntamos al señor Agustín TapiaJiménez, al encontrarlo en la entrada del hotel. “No, sólovenimos a ver cómo está el clima”, expresó con un tono deañoranza.
Su hogar se localiza en el andador Mitre de lacolonia Chipitlán, que el pasado 4 de agosto, debido las fuerteslluvias, se inundó.
El cauce de la barranca Santo Cristo incrementó sunivel de agua, el cual llegó a alcanzar 10 metros, hecho que pusoen peligro a las familias de Jardines de Palmira y de la coloniaChipitlán, a causa de las inundaciones.
“El río creció, en mi casa estuvimos en peligrode inundarnos. Yo no estuve en esa ocasión, pero mi hijo me contóque el agua creció más de lo normal y se estancó; una barda sederrumbó en la casa de mi hermana. Dicen que hubo una ola, y poreso se levantó el piso” relató Julia Díaz Salgado.
La familia Tapia Díaz (nueve integrantes, tres deellos menores de edad) tiene siete días pernoctando en HotelFiesta Inn, a la orilla de la carretera Cuernavaca-México.
La familia Tapia Díaz tuvo que desocupar su hogar,en el que ha vivido por más de veinte años, y, junto con otras 10familias, tuvieron que trasladarse al hotel, debido al peligro quecorrían. “A veces vamos a la casa, pero nos venimos en lanoche”, explicaron los Tapia Díaz.
Su estancia en el hotel incluye el uso dehabitaciones; se les proporcionan los desayunos, comidas y cenas.También gozan del acceso a las instalaciones del hotel y elpersonal les da un buen trato.