Drogadictos anónimos se convierten en reyes magos

Elaboran roscas para fortalecer su trabajo dentro del centro de rehabilitación en Cuautla

Emmanuel Ruiz

  · lunes 7 de enero de 2019

Contagiados por la magia del Día de Reyes, los jóvenes que forman parte del Grupo Libertad Drogadictos Anónimos A.C. salieron ayer a las calles de Cuautla, Yautepec y Axochiapan para ofrecer las roscas que aprendieron hacer gracias a los talleres de panadería que han tomado en el centro de rehabilitación, con los que buscan dejar atrás la drogadicción de manera permanente.

En el Centro Histórico de Cuautla, dos jóvenes reyes magos sonreían a la gente que pasaba por el zócalo, ofreciendo las roscas y la oportunidad de tomarse una fotografía con ellos.

"Nuestra finalidad es recaudar fondos para poder tener alimento para los jóvenes durante los próximos seis meses, ya que el servicio que ofrecemos no tiene ningún costo, y es de esta manera es como los sacamos adelante", explicó Tadeo Vargas Sánchez, un joven de 23 años de edad en proceso de rehabilitación.

Dejar las drogas no es fácil

Para Tadeo, dejar atrás el mundo de la drogadicción no ha sido fácil. Como él, un grupo de 50 jóvenes frecuenta el centro de rehabilitación que se encuentra en la colonia Vicente Guerrero para tomar terapia y aprender cosas nuevas. Con el tiempo, los talleres que toman van ganando terreno.

"Alejarse de las drogas no es sencillo: es muy fácil entrar, pero para salir cuesta mucho", afirma el joven, mientras sus compañeros insisten en que las roscas que preparan son mucho más baratas y tienen un mejor sabor que las que venden las grandes panaderías y las sucursales de empresas trasnacionales.

"¡Y cuestan sólo 130 pesitos!", grita un Melchor que está aprendiendo a ser comerciante y mercadólogo.

Una institución de puertas abiertas

De acuerdo con Tadeo Vargas, Grupo Libertad mantiene las puertas abiertas para todas las personas que quieran dejar atrás las drogas. Lo hace gratuitamente, con la única condición de que, al momento de llegar a pedir ayuda, los adultos y jóvenes sean mayores de edad y lo hagan de forma voluntaria.

"Pueden ir y probar. La mala información de la sociedad ha hecho que crean que todos los centros de rehabilitación son malos, pero Drogadictos Anónimos hace la diferencia, pueden ver nuestra manera de rehabilitarnos, de verdad pueden verlo", insiste el joven. Tadeo confía en que su mensaje pueda ser recibido por otros jóvenes que estén en la situación en que él se encontraba hace cinco años.