Derivado a la tendencia de consumir productos vanguardistas quearmonicen con la salud y la tecnología, los cigarros electrónicosse han convertido en un creciente mercado en México, con ampliasexpectativas económicas.
En este sentido, entre determinados sectores de la poblaciónmexicana, particularmente entre jóvenes, empresarios y hombres denegocios (afines a un consumo responsable), la compra de ese tipode productos ha tomado mucha relevancia, toda vez que les permitensatisfacer un gusto e inquietud, sin poner en riesgo suintegridad.
Y muestra de ello, son los comercios que han proliferado envarias ciudades de la República Mexicana, como el caso de un localubicado en una plaza comercial en Interlomas, Huixquilucan, Estadode México, en donde la venta de estos productos es una constante,al cobijo de las múltiples recomendaciones que han vertidosorganizaciones internacionales sobre el uso de esto tipo decigarros, con respecto a los tradicionales.
El cigarrillo eléctrico o cigarro electrónico (en ocasionesllamado vaporizador), es un sistema electrónico inhalador,diseñado en su origen para simular y sustituir el consumo detabaco. Estos dispositivos utilizan una resistencia y bateríapara calentar y vaporizar una solución líquida (llamadalíquido de vapeo), que puede o no contener aromas y nicotinalíquida.
En sus inicios, su diseño imitabalos cigarrillos, puros o pipas. En la actualidad tienen unaspecto totalmente diferente que no recuerda en absoluto a loscigarrillos de tabaco.
Menos peligroso que el tradicional
Una investigación realizada por la organización inglesaCáncer Research UK, reveló que el cigarrillo electrónico es unaalternativa mínimamente tóxica para los fumadores. “Loscigarrillos electrónicos son una alternativa mucho más segura altabaco y los efectos a largo plazo de estos productos seránmínimos”, sostiene la organización británica.
Por medio de un reporte, al cual tuvo acceso este diario,resultó que los científicos de la organización descubrieron quelas personas que cambiaron cigarrillos regulares por electrónicos,también conocidos como vaporizadores (durante al menos seismeses), reportaron niveles mucho más bajos de sustancias tóxicasen su cuerpo que las personas que continuaron usando cigarrillosconvencionales.
Para ello, los investigadores analizaron la saliva y la orina delos consumidores de cigarrillos electrónicos a largo plazo, asícomo de los fumadores convencionales y compararon la exposicióncorporal a los productos químicos clave.
La investigación arrojó que los ex fumadores y que usaron loscigarros electrónicos registraron niveles significativamente másbajos de sustancias químicas tóxicas y cancerígenas en sucuerpo, a diferencia de las personas que seguían fumandocigarrillos de tabaco.
Asimismo, el análisis reveló que aquellos que usaron cigarroselectrónicos o vaporizadores mientras continuaban fumando cigarrosconvencionales no mostraron diferencias tan marcadas, por lo que lainvestigación evidenció que resulta necesario interrumpir porcompleto el uso de cigarros convencionales para reducir laexposición a las toxinas.
Nicho de oportunidades en salud y negocio
A pesar de que múltiples estudios han evidenciado que el uso decigarros electrónicos es sustancialmente menos dañino que lostradicionales, en México están prohibidos. De esta manera,México se suma a los pocos países en donde todavía estáprohibido el uso de cigarros electrónicos, como Brasil, Uruguay,Argentina, Colombia y Venezuela. Incluso, resulta que las nacionesque sancionan la venta de estos productos están concentradasprincipalmente en Latinoamérica y en algunas islas yarchipiélagos de Oceanía.
Por el contrario, la venta de estos productos, en base a losbajos riesgos que representan para quienes los consumen y para losno fumadores, está permitida en países como Canadá, EstadosUnidos, España, Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, Noruega,Japón, Corea y Australia. Incluso, en toda África estápermitido.
Por lo anterior, en México existe un amplio potencial para estemercado, principalmente por los limitados riesgos que representanlos cigarros electrónicos.