¿De pronto siente que tiene mucho estrés? ¿Se siente con desesperación, desánimo y desesperanza? ¿Le parece que enero tuvo 87 días? Le vengo manejando lo que viene siendo una solución que ayudará con -casi- todos sus males. Lo que usted necesita con urgencia es una muy buena dosis de… NATURALEZA.
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Así como lo leyó, la naturaleza es una gran aliada para nuestra salud física y emocional. La biofilia, un término que evoca una resonancia profunda con la esencia de nuestra existencia, se refiere a la atracción innata y la conexión emocional que los seres humanos tienen con el mundo natural.
Acuñado por el psicoanalista Erich Fromm y popularizado por el biólogo Edward O. Wilson, este concepto se ha convertido en una piedra angular en nuestra comprensión de la interdependencia entre la humanidad y la naturaleza.
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Wilson argumentó que la biofilia es resultado de un proceso evolutivo, una fuerza que nos lleva a afiliarnos con la vida y los procesos vitales, una tendencia profundamente arraigada que ha permitido a nuestra especie prosperar en la diversidad de hábitats que la Tierra ofrece.
En el corazón de la biofilia yace la noción de que nuestra salud mental y física están intrínsecamente ligadas al grado de nuestra conexión con el medio ambiente natural.
En el ritmo acelerado del mundo moderno, donde el concreto y el vidrio han reemplazado al verde y al azul del cielo, la biofilia surge como una respuesta a la necesidad humana de espacios que reflejen el mundo natural.
Las investigaciones han comenzado a descifrar cómo la exposición a entornos naturales puede afectar positivamente diversos aspectos de nuestra fisiología. Uno de los beneficios más evidentes es la reducción de la presión arterial alta, un marcador clave del estrés cardiovascular.
En estudios donde los participantes pasaron tiempo en bosques o parques, se observó una disminución en los niveles de presión arterial, sugiriendo un efecto relajante y restaurador del entorno natural. Estos espacios verdes actúan como oasis de calma, donde el bullicio de la vida urbana da paso al susurro de las hojas y al canto de los pájaros, proporcionando una especie de terapia natural para el cuerpo.
La recuperación de enfermedades también se ve influenciada por la biofilia. Estudios han demostrado que pacientes con vistas a entornos naturales desde sus habitaciones de hospital tienden a requerir menos analgésicos y presentan tiempos de recuperación más cortos en comparación con aquellos sin acceso visual a la naturaleza.
Este efecto restaurador no se limita solo a la recuperación física, sino que también contribuye a la salud mental, ofreciendo un ambiente propicio para la recuperación holística. Por lo que aún estamos a tiempo de tomar esta terapia sin costo y valorar los múltiples beneficios que la naturaleza nos regala.
*El uso de la naturaleza para encontrar bienestar es responsabilidad de quien lo hace y lo recomienda.
*Consulte a su médico.
