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Hoy te quiero invitar a un viaje en las entrañas de la Sierra Madre del Sur, uno de los lugares más impresionantes y de las más grandes del mundo y, que sin duda, te dejará con la boca abierta.
Las grutas de Cacahuamilpa se ubican en el estado de Guerrero, surcando la cuenca del Río Balsas y se formaron hace aproximadamente 85 millones de años por el paso de los ríos Chontacoatlán y San Jerónimo, que se originan en las faldas del Volcán Nevado de Toluca, en el Estado de México.
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La galería de esta gruta tiene 90 metros de alto y unos dos kilómetros de largo que son de acceso a las personas visitantes.
Las paredes de las grutas están compuestas de minerales que sorprenden con su brillo e incluso las formas que el agua y el tiempo ha formado en ellas.
A pesar de que las personas originarias del sitio conocían de las grutas, en 1833 se iniciaron las primeras expediciones. Se han realizado diversos estudios en los que incluso se encontraron restos humanos con una edad de tres mil años que fue el auge de las culturas mesoamericanas; de hecho, era un lugar ceremonial.
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Las grutas están rodeadas de selva baja caducifolia y se ha registrado presencia de nutrias de agua dulce, por lo que este lugar también es emblemático respecto a la biodiversidad y de hecho hoy es considerado un parque nacional que protege mil 500 hectáreas.
No me queda más que recomendarte una visita obligada, que te tomes el tiempo de fascinarte con los grandes salones que guardan secretos ancestrales de la formación de la tierra, del movimiento de nuestros cerros y del cauce de los ríos.
Las grutas son una invitación a observar el interior porque aún en la oscuridad total hay belleza escondida.
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