Hace algunos días el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, entregó la “Cartilla Moral”, les dijo a los asistentes convocados para hablar de los programas sociales, también quiero entregarles a los asistentes la “Cartilla Moral”, que leyeran el contenido, muchos de los asistentes de esta población eran Adultos Mayores, muchos poco saben leer o casi nada.
En México es tan difícil leer, dado a que no se les inculca en casa la lectura, la otra limitante no menos importante o muy importante es: primero tienen que comer, el hecho de tener libros es muy complicado si acaso los hijos sólo ven los libros de la SEP, pero el hecho de poder comprar un libro es casi imposible, y desde luego comprender la lectura menos aún.
La “Cartilla Moral” de Alfonso Reyes, me parece interesante leerla, pero cuantos saben ¿Quién es Alfonso Reyes?, pero será promovido por el gobierno y su impresión será de muchos ejemplares.
Pero, el contenido del texto se contrapone, al texto de Reyes. Todo me parece muy lejos de la prosa que el autor tenía, para sus contenidos llenos de mensaje y fieles a la iconografía del oficialismo. Las ilustraciones de los diseñadores de la edición, son con estampitas de héroes.
Me parece que pensar, en está “Cartilla Moral”, como apoyo instructivo si lo queremos llamar así para la conducta, pero la conducta de quien o de quienes. Las familias de México, no harán más que guardar o tirar el instructivo, el pueblo quiere trabajo, educación, vivienda.
La 4T., tiene algún proyecto con el texto quiere a un pueblo con justicia con igualdad, dónde se recuperen virtudes universales como: la honradez, dignidad, disciplina, respeto, lealtad y si hace mucha falta, por el bien de todos.
Pero quien tenga la “Cartilla Moral”, y la pueda leer y comprender, encontrará una defensa de la alegría y una burla de la solemnidad. Comprenderá a distinguir la emoción patriótica de la manipulación nacionalista. Sabrá que hay que ser sencillos y no alzados o presumidos.
Habrá que hacer círculos de lectura para entender el fondo el contexto de está “Cartilla Moral”, será un buen ejercicio, un análisis a fondo con diversas opiniones de los que participen. Y será doblemente interesante saber la intención de está.
Y también sería revisar a Juan Rulfo, con aquella narrativa breve o cuento “No oyes ladrar los perros”, se me hace un excelente momento para revisar este cuento. Porque muchos efectivamente no escuchamos ladrar a los perros, por comodidad o por falta de compromiso del que habla Alfonso Reyes.
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