/ lunes 10 de junio de 2024

El fenómeno de las konbinis en Japón

Por Bertha Alvarado Banuet

Hace no mucho una chica se acercó a mí al entrar a la estación de metro Shibuya de Tokio y me preguntó dónde había comprado la charola de sushi que llevaba en la mano. Al final, cuando le quise señalar la tienda de conveniencia (llamadas konbini en japonés y a lo que nos referiríamos a un OXXO en México) de en frente, me confundí entre la media docena de estas tienditas en esa misma calle, pero ella pareció entender cuál era y yo solo continúe mi camino, pero ahora con un pensamiento que después me llevo a otros.

Uno, en todo el país se estima que hay entre 50,000 y 60,000 de estas tiendas que ofrecen casi todo tipo de artículos en un solo lugar y que si te adentras al tema encontrarás cientos de videos de blogueros provenientes de todo el mundo que han venido a vivir la experiencia de entrar y encontrar desde lo más común hasta lo más extraño en estos establecimientos.

Estos comercios ya se consideran parte integral de la cultura japonesa y es que aparte de contar con una media de ocho por kilómetro cuadrado, siendo 7-Eleven, FamilyMart y Lawson las cadenas más comunes, se cuenta hasta con ropa, música, mangas, un estilo de cómic japonés, y libros donde este tipo de negocio son el tema central. La propia escritora Murata, ganadora de varios premios literarios, en su obra “La dependienta” (traducido del japonés bajo el título “El humano conveniente”) describe lo que significa para el cliente y el empleador crear un entorno de armonía: “Una konbini no es simplemente un lugar al que los clientes acuden para comprar artículos de primera necesidad. Tiene que ser un lugar en el que puedan disfrutar y disfrutar descubriendo cosas que les gusten."

Ya voy llegando a la estación de Tokio y veo en el entrecierre de las puertas como un adolescente paga por una bebida en una de estas máquinas expendedoras y lo hace con tanta facilidad y familiaridad que me llevo a mi segundo pensamiento. La evolución de este tipo de comercios también ha sido gracias a su gran avance tecnológico y seguridad pública, pues el país nipón está entre los 10 más "pacíficos" del mundo, según el Índice de Paz Global que publica el Institute for Economics and Peace.

El número de estos establecimientos de entre 50 y 250 metros cuadrados ha aumentado año con año y han incorporado tecnología e innovación, como terminales de autoservicio que permiten que los clientes no deban interactuar con el personal, principalmente impulsado en la pandemia y por la costumbre oriental, donde el evitar las interacciones sociales prevalece.

Voy saliendo de la estación de mi destino final y me encuentro a mi amiga Kaoru, quien me está esperando para que pruebe la nueva bebida de temporada sabor a cerezos de primavera que acaba de comprar en la konbini de enfrente, pero al girar la cabeza yo solo puedo ver a todo tipo de personas, salir y entrar de esta. Aunque por la hora de la mañana que nos encontramos, la fila preferencial para adultos mayores da hasta la calle, pues es una realidad latente para el país con la mayor población anciana del mundo, donde incluso algunos fabricantes de pañales han dejado de producir pañales para bebés y solo enfocarse para los de adulto.

Con una sociedad que envejece rápidamente, una declinación demográfica y escasez de mano de obra resultante han relegado a Japón como la cuarta economía mundial. Ante esta grave situación el gobierno nipón ha empezado a implementar políticas que fomenten activamente la inmigración, siguiendo el ejemplo de Australia y Alemania, que también presentaban condiciones similares, pero Japón lo está haciendo paulatinamente y por el momento solo cuenta con 2.2 millones de extranjeros que representa el 1.7% de la población total. No obstante, este fenómeno ha tenido un gran recibimiento justo en este tipo de tiendas donde generalmente se emplea a extranjeros, ya que se requiere el mínimo esfuerzo de comunicación con el cliente. Es así, que May Zin Chit fue reportada como la primera persona de Myanmar en poseer una franquicia japonesa de 7-Eleven, quien ilustró para el periódico inglés, The Economist, su caso de éxito sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan los trabajadores extranjeros.

Mientras yo sigo viendo el parpadeo de las luces proveniente de este diminuto negocio, mi tercer pensamiento me hizo caer en cuenta que lo que estoy mirando es solo una pieza de causa y efecto social. El crecimiento agigantado de esta nación, principalmente desde los años 60s, también conocido como el milagro económico japonés, orilló a un estilo de vida tan acelerado que el propio sistema demandaba, y a consecuencia se debía ofrecerle al nipón promedio un lugar que fuera lo más cómodo posible, conveniente y que estuviera disponible las 24 horas. Fue así, que en 1974, ingresó la primera tienda de este tipo al país y desde entonces se les empezó a nombrar como los superhéroes, porque los locales sabían que siempre estarían abiertos para cualquier cosa que necesitasen, aun así hubiera un temblor, tifón o tsunami.

Esta nota nos invita al análisis de ver el progreso económico y cultural de Japón con el uso de la historia de las konbinis para ilustrar la adaptación del mercado y que forma parte estructural de la estimulación económica y cambio social. Y, ahora, para acabar, prometo que a la próxima que vaya al centro de Tokio, entre a este pequeño comercio y en cuanto se escuche el sonido automático, me dirigiré directamente al estante de comida fría para probar el aclamado sándwich de ensalada de huevo que Anthony Bourdain, la fallecida celebridad culinaria, publicó que esa delicia antinatural e inexplicable solo se encontraba aquí.

BERTHA ALVARADO BANUET es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Actualmente trabaja para una empresa de seguridad de Internet de China.

Sígala en @berthabanuet _

Por Bertha Alvarado Banuet

Hace no mucho una chica se acercó a mí al entrar a la estación de metro Shibuya de Tokio y me preguntó dónde había comprado la charola de sushi que llevaba en la mano. Al final, cuando le quise señalar la tienda de conveniencia (llamadas konbini en japonés y a lo que nos referiríamos a un OXXO en México) de en frente, me confundí entre la media docena de estas tienditas en esa misma calle, pero ella pareció entender cuál era y yo solo continúe mi camino, pero ahora con un pensamiento que después me llevo a otros.

Uno, en todo el país se estima que hay entre 50,000 y 60,000 de estas tiendas que ofrecen casi todo tipo de artículos en un solo lugar y que si te adentras al tema encontrarás cientos de videos de blogueros provenientes de todo el mundo que han venido a vivir la experiencia de entrar y encontrar desde lo más común hasta lo más extraño en estos establecimientos.

Estos comercios ya se consideran parte integral de la cultura japonesa y es que aparte de contar con una media de ocho por kilómetro cuadrado, siendo 7-Eleven, FamilyMart y Lawson las cadenas más comunes, se cuenta hasta con ropa, música, mangas, un estilo de cómic japonés, y libros donde este tipo de negocio son el tema central. La propia escritora Murata, ganadora de varios premios literarios, en su obra “La dependienta” (traducido del japonés bajo el título “El humano conveniente”) describe lo que significa para el cliente y el empleador crear un entorno de armonía: “Una konbini no es simplemente un lugar al que los clientes acuden para comprar artículos de primera necesidad. Tiene que ser un lugar en el que puedan disfrutar y disfrutar descubriendo cosas que les gusten."

Ya voy llegando a la estación de Tokio y veo en el entrecierre de las puertas como un adolescente paga por una bebida en una de estas máquinas expendedoras y lo hace con tanta facilidad y familiaridad que me llevo a mi segundo pensamiento. La evolución de este tipo de comercios también ha sido gracias a su gran avance tecnológico y seguridad pública, pues el país nipón está entre los 10 más "pacíficos" del mundo, según el Índice de Paz Global que publica el Institute for Economics and Peace.

El número de estos establecimientos de entre 50 y 250 metros cuadrados ha aumentado año con año y han incorporado tecnología e innovación, como terminales de autoservicio que permiten que los clientes no deban interactuar con el personal, principalmente impulsado en la pandemia y por la costumbre oriental, donde el evitar las interacciones sociales prevalece.

Voy saliendo de la estación de mi destino final y me encuentro a mi amiga Kaoru, quien me está esperando para que pruebe la nueva bebida de temporada sabor a cerezos de primavera que acaba de comprar en la konbini de enfrente, pero al girar la cabeza yo solo puedo ver a todo tipo de personas, salir y entrar de esta. Aunque por la hora de la mañana que nos encontramos, la fila preferencial para adultos mayores da hasta la calle, pues es una realidad latente para el país con la mayor población anciana del mundo, donde incluso algunos fabricantes de pañales han dejado de producir pañales para bebés y solo enfocarse para los de adulto.

Con una sociedad que envejece rápidamente, una declinación demográfica y escasez de mano de obra resultante han relegado a Japón como la cuarta economía mundial. Ante esta grave situación el gobierno nipón ha empezado a implementar políticas que fomenten activamente la inmigración, siguiendo el ejemplo de Australia y Alemania, que también presentaban condiciones similares, pero Japón lo está haciendo paulatinamente y por el momento solo cuenta con 2.2 millones de extranjeros que representa el 1.7% de la población total. No obstante, este fenómeno ha tenido un gran recibimiento justo en este tipo de tiendas donde generalmente se emplea a extranjeros, ya que se requiere el mínimo esfuerzo de comunicación con el cliente. Es así, que May Zin Chit fue reportada como la primera persona de Myanmar en poseer una franquicia japonesa de 7-Eleven, quien ilustró para el periódico inglés, The Economist, su caso de éxito sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan los trabajadores extranjeros.

Mientras yo sigo viendo el parpadeo de las luces proveniente de este diminuto negocio, mi tercer pensamiento me hizo caer en cuenta que lo que estoy mirando es solo una pieza de causa y efecto social. El crecimiento agigantado de esta nación, principalmente desde los años 60s, también conocido como el milagro económico japonés, orilló a un estilo de vida tan acelerado que el propio sistema demandaba, y a consecuencia se debía ofrecerle al nipón promedio un lugar que fuera lo más cómodo posible, conveniente y que estuviera disponible las 24 horas. Fue así, que en 1974, ingresó la primera tienda de este tipo al país y desde entonces se les empezó a nombrar como los superhéroes, porque los locales sabían que siempre estarían abiertos para cualquier cosa que necesitasen, aun así hubiera un temblor, tifón o tsunami.

Esta nota nos invita al análisis de ver el progreso económico y cultural de Japón con el uso de la historia de las konbinis para ilustrar la adaptación del mercado y que forma parte estructural de la estimulación económica y cambio social. Y, ahora, para acabar, prometo que a la próxima que vaya al centro de Tokio, entre a este pequeño comercio y en cuanto se escuche el sonido automático, me dirigiré directamente al estante de comida fría para probar el aclamado sándwich de ensalada de huevo que Anthony Bourdain, la fallecida celebridad culinaria, publicó que esa delicia antinatural e inexplicable solo se encontraba aquí.

BERTHA ALVARADO BANUET es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Actualmente trabaja para una empresa de seguridad de Internet de China.

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