Durante la conmemoración del día de la desaparición forzada en el mundo, integrantes del colectivo “Regresando a Casa Morelos” hicieron un pronunciamiento sobre este tema en el que destacaron que existen más de 90 personas no localizadas en México.
En entrevista para El Sol de Cuernavaca, Angelica Rodríguez, mencionó que tanto la ley nacional de desaparición forzada como la local son una “falacia” pues carece de un adecuado marco jurídico y de recursos.
“Es como una falacia, porque sí está ahí, pero no está como nosotros la necesitamos; faltan recursos, falta personal, faltan peritos especialistas porque en la Comisión de Búsqueda debería haber expertos y aquí en Morelos es poco el personal que está en la Comisión y no está debidamente capacitado”.
“Jurídicamente hablando, la ley tiene muchos vacíos, porque establece que a la Comisión de Búsqueda le toca solo buscar, no está persiguiendo culpables, pero tampoco tiene facultades para actuar, por ejemplo, si se localiza un cuerpo no está en sus atribuciones realizar el levantamiento y tampoco tiene acceso directo a los expedientes o denuncias que se inician”.
La consecuencia de todo esto, dijo, es que no se ha logrado una adecuada identificación humana y que por ello, colectivos como este están buscando hacer un catálogo de las personas que fueron exhumadas en los Semefos.
Una de las miles historias de desapariciones
La señora Esperanza Sánchez Cerezo es una de las miles de personas en México que tiene a un familiar desaparecido y que no va a parar hasta encontrarlo. Él es su hijo Emilio Ignacio Zavala Sánchez, originario de Cuernavaca, Morelos, quien fue visto por última vez en Oaxaca el 21 de abril de 2020.
Ella ha seguido todos los pasos que se deben dar en el proceso de búsqueda, pero no ha tenido éxito y desde su muy particular experiencia, hay varias fallas en los mecanismos para localizar a cualquier persona extraviada.
“Nos falla mucho el sistema, porque es un sistema burocrático y sobre todo que muchas veces falta cooperación entre las fiscalías estatales. Por ejemplo, en el caso de mi hijo que desapareció en Oaxaca, su caso está en la Fiscalía de allá y en la Ciudad de México y a veces se necesitan copias para algún trámite y las Fiscalías no están dispuestas a cooperar”.
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