/ lunes 23 de mayo de 2022

Ocotepec: Entre los usos y costumbres y el abuso

El poblado ubicado al norte de Cuernavaca se ha visto envuelto en escándalos por la manera de salvaguardar la seguridad de sus habitantes

La ronda de Ocotepec se creó para salvaguardar a la ciudadanía, durante los últimos años se se ha tomado atribuciones que no debería./Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Emireth Cossio | El Sol de Cuernavaca

Hablar de Ocotepec es hablar de historia, tradición, cultura y costumbres. El pueblo ubicado al norte de Cuernavaca es considerado patrimonio cultural. Aquí, una de las celebraciones con mayor arraigo es la cereada que se realiza en Día de Muertos, evento reconocido internacionalmente.

Sin embargo, honrar y preservar estas costumbres es responsabilidad de los pobladores, por lo que a lo largo de los años ha sido necesario protegerlas y para ello algunos pobladores comenzaron a rondar los eventos para evitar desperfectos.

El origen de la ronda de Ocotepec no es muy claro, pero es una de las costumbres más consolidadas del poblado. La manera en que se elige a los representantes y la forma tan respetuosa en que se originó llena de orgullo al municipio. Y es que, aunque se creó para salvaguardar la integridad de la ciudadanía, durante los últimos años se tiene el registro de que este sistema de seguridad ha tomado atribuciones que no debería.

Desde hace casi dos décadas estos sucesos se han presentado, sólo falta hacer un recuento: en 2002 habitantes del poblado privaron de la libertad a elementos de la entonces Policía Metropolitana, pues supuestamente habían dañado un vehículo de lugareños.

Pocos años después siguieron las actuaciones por parte de los miembros, dejando de lado el principal objetivo: rondar de manera tranquila y pacífica, pues el uso de armas no estaba permitido; pese a ello, en 2004 quienes en ese entonces formaban parte de la ronda, abrieron fuego contra policías metropolitanos que había identificado a personas ingiriendo bebidas alcohólicas y consumiendo drogas en vía pública.

Estos no han sido los únicos antecedentes que se tienen registrados; las atribuciones que los elementos de la ronda se han tomado van desde la privación de la libertad hasta otorgar una sentencia moratoria a personas que realizan diferentes actos que vayan en contra de la ideología del poblado, basados en los usos y costumbres de la región, regulada por el ayudante municipal y los ronderos; sin embargo, estas atribuciones se desencadenan de una mala praxis por parte de la ayudantía municipal, pues es quien debe firmar el reglamento para la elección de autoridades municipales de Cuernavaca, en el capítulo IX en el artículo 104 se menciona que los ayudantes municipales durarán en su cargo el mismo periodo que los ayuntamientos, y pese a este señalamiento, los usos y costumbres del poblado faltan al reglamento y son elegidos cada año, y en vez de tomar protesta el primero de abril sus nombramientos se hacen en el mes de enero.

Cabe mencionar que las autoridades auxiliares no están facultadas para otorgar licencias de construcción, permisos para operación de bares o restaurantes, o para el cobro de infracciones legales; es decir, las autoridades competentes son las que involucran a la seguridad municipal, o el cobro de multas de vialidad, por lo que el actuar de los auxiliares no debería de competir para con el ayuntamiento en curso.

En los últimos días, la ronda apareció en el ojo público, luego de que un rondero fue herido por un arma de fuego, y aunque se desconocen las causas, la intriga ha crecido, puesto que cuando una autoridad preocupada por el bienestar y seguridad es violada, se busca una mayor garantía en el cuidado del poblado.

Posteriormente un inconveniente entre la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC) y la ronda de Ocotepec volvió a hacerse notar, pues elementos tanto de la ronda como de la SEPRAC fueron privados de su libertad, y como si de un juego se tratara después del diálogo, intercambiaron libertades y salvaguardaron la integridad de los involucrados.

La ciudadanía es libre de ejercer su tradición sin embargo, podría considerarse una falta a la ley cuándo ésta transgrede los derechos y garantías de terceras personas, incluyendo pobladores y foráneos.

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