/ miércoles 20 de abril de 2022

Ocho veces han robado la misma secundaria

En dos años de abandono por parte de las autoridades, la secundaria técnica 14 de Jiutepec, ha perdido desde el equipo de cómputo hasta los tinacos

Han optado por tomar medidas extremas, como poner y quitar las llaves y tuberías de los baños todos los días con tal de que no se las vuelvan a robar /Javier Omaña | El Sol de Cuernavaca

Javier Omaña | El Sol de Cuernavaca

En los últimos dos años, la Escuela Secundaria Técnica número 14 de Jiutepec, mejor conocida como la ETA (Escuela Técnica Agropecuaria), ha sufrido por lo menos ocho robos debido a que una de las bardas perimetrales que se vieron afectadas con el sismos del 19 de septiembre de 2017, no ha sido reconstruida.

Se trata de 40 metros lineales que quedaron inconclusos desde la cancelación del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), lo que mantiene al plantel totalmente expuesto, ya que la zona que se encuentra abierta colinda con un campo de fútbol de la colonia Joya del Agua donde cada fin de semana hay partidos.

La directora de esta escuela, Verónica Vargas Ruiz, aseveró que primero robaron el equipo de cómputo, así que optaron por llevárselo, pero luego siguieron con herramienta, llaves de agua, tinacos, cables y todo lo que pudieran vender, así que tuvieron que tomar medidas extremas.

“Ahora lo que hacemos es poner y quitar a diario todo el material, desde las llaves de agua, los tubos y material. Ya vinieron en dos ocasiones las autoridades del Instituto Estatal de Infraestructura Educativa de Morelos (INEIEM) y el Instituto Federal de Infraestructura Educativa y estamos a la espera de que nos resuelvan la fecha para iniciar con los trabajos”, mencionó.

En febrero de 2019, hombres armados ingresaron al plantel para robarle su camioneta a la entonces directora; el hecho ocurrió a las 6:00 horas justo a la hora de entrada de los alumnos por lo que se suspendieron clases.

Así que la actual directiva destacó que se requiere que la barda sea construida lo más pronto posible para que el número de robos no suba a nueve y que las personas que asisten a jugar al campo de la colonia no entren a ingerir bebidas embriagantes o utilizar las instalaciones como baños.

Los robos en las escuelas crecieron durante la pandemia y aunque son pocos los que se conocen, los vecinos de diferentes colonias aseguran que son constantes y que falta mayor patrullaje en estos lugares.