La Comisión Independiente de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CIDHM) insistió en su llamado para que el Ejército Mexicano no realice labores de seguridad pública en las calles, así lo externó José Martínez Cruz, Integrante de esta organización.
En entrevista con medios de comunicación, el activista señaló que el poner a los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las calles, generó violaciones graves a los derechos humanos, al incrementarse las desapariciones, las detenciones arbitrarias, las torturas y propiamente las ejecuciones, entre otras prácticas.
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Este posicionamiento surge tras la marcha que se realizó el pasado 12 de marzo en favor del Ejército Mexicano, donde integrantes en activo, retirados y sus familiares salieron a las calles de diferentes entidades, luego de los acontecimientos que se vivieron en Tamaulipas a finales del mes de febrero, donde cinco hombres perdieron la vida a manos de elementos militares, quienes presuntamente buscaron cambiar la escena del crimen y por lo cual fueron detenidos y recientemente vinculados a proceso.
Ciudades de Morelos como Cuernavaca y Cuautla se sumaron a la marcha en favor del Ejército, para defender y reconocer sus derechos.
Sin embargo, Martínez Cruz manifestó que, si los militares siguen patrullando las calles traerá problemas de fondo: “Es necesario analizarlo porque, en efecto, hay un tema de fondo. Lo hemos señalado, que el Ejército sea sacado a las calles para enfrentar a los grupos criminales viene desde la época de Calderón, desde 2006. Un proceso de militarización de seguridad pública que es totalmente contrario a los derechos humanos, ese es el problema de fondo”, mencionó.
El activista expuso que hubo casos como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Guerrero, en donde se documentó la participación del Ejército en los hechos.
Un suceso más reciente, ocurrió en enero de 2023 en el municipio de Tlaltizapán, donde familiares y amigos de José Manuel “N” de 18 años de edad, exigieron justicia por su muerte, presuntamente a manos de elementos de la Sedena, a quienes se les señaló de detenerlo en una celebración previa al carnaval del municipio, para luego desaparecerlo y privarlo de la vida.
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