Este domingo 31 de julio se llevó a cabo la caminata juvenil por la paz bajo el nombre "Pasos de paz" con el propósito de la erradicación de la violencia en México, donde cerca de 150 jóvenes se reunieron en avenida Palmira para caminar el rumbo a la explanada de la parroquia de San Felipe de Jesús, en Lomas de Cuernavaca.
La caminata fue acompañada por cánticos y oraciones en pro de la juventud del estado y del país; el secretario de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), Ramón Castro Castro, destacó que los jóvenes son a quiénes más hay que prestarles atención puesto que son los más vulnerables ante el crimen organizado.
Recalcó que el dinero fácil no es bueno y que con las Jornadas de Oración por la Paz se buscará tocar el corazón de los victimarios para evitar que sigan causando daño.
Con respecto a lo sucedido el pasado jueves 28 de julio, cuando el sacerdote Felipe Vélez, quien radica en el estado de Guerrero, fue herido a balazos a bordo de su vehículo mientras salía del punto conocido como “Los Claveles” en Chilapa. Pese a que aún se desconocen los motivos de la agresión, la salud del sacerdote se reporta como delicada.
Ante esto, Ramón Castro Castro señaló que ésta situación es una muestra más de la violencia que se vive en México, siendo ésta la principal razón para que se dé inicio a las Jornadas de Oración por la Paz en México, “sobre todo que dios nos ayude a fortalecer los periodos de paz”, explicó.
Asimismo, ante las declaraciones del Obispo de Chilapa-Chilpancingo, José de Jesús González, quien dijo que todos los sacerdotes deberían de portar símbolos así como rotular los automóviles en los que se movilicen para identificarlos, dichas recomendaciones del líder religioso irían dirigidas a los sacerdotes debido a la agresión antes mencionada.
Ante esto el secretario de la CEM y también Obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro, mencionó que esto no funciona al 100 por ciento pues “cuando quieren asesinar a alguien independientemente de ser sacerdote o no, lo van a hacer”, reiteró.
Incluso hizo hincapié en que aunque los delincuentes lo sepan, estos crímenes se siguen efectuando como el caso de los padres jesuitas de Chihuahua, los cuales fueron asesinados en la misma iglesia, “sabían perfectamente, estaban dentro de la iglesia, más identificación que esa no hay”.
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