Una riña y no un ataque armado fue lo que ocurrió en el bar “La 29”, ubicada en avenida San Diego de Cuernavaca, aclaró el edil José Luis Urióstegui Salgado; se revisarán horarios de funcionamiento y si estos se apegan a las licencias que tienen autorizadas, así como el nivel de ruido con que operan.
“Se trató de una riña en donde hay intercambio de disparos, dos personas lesionadas que se encuentran en el hospital y esto habría sucedido afuera del bar, es decir, sobre la vialidad”, respondió el alcalde respecto a los hechos ocurridos la madrugada de lunes en esta zona concurrida de la ciudad capital.
Si bien es una realidad que es imposible que las corporaciones policiacas se encuentren en el momento exacto de los hechos, se pedirá a los comercios de giros rojos refuercen las medidas de seguridad para evitar que personas bajo los influjos de drogas y armas, ingresen e incrementen el riesgo de este tipo de delitos.
“Podemos pedirles pero no necesariamente lo van a cumplir, porque quienes asisten a un lugar de estos también tienen derecho a la privacidad y la queja sobre violación a sus derechos humanos de que no se divulgue que asisten a estos lugares está puesta sobre la mesa y es parte de los contrapesos”.
Sobre si pedirán la colocación de cámaras de seguridad en los establecimientos, reconoció que al ser un derecho la privacidad de quienes acuden, podría ser una medida que se incumpla.
El lugar “si cumple con los lineamientos”, dijo Urióstegui, pero se revisará si cumple con el horario permitido “y sobre el ruido que genera, que la Fiscalía Ambiental tiene un aparato para medir cuáles son los decibeles y si los rebasa o no”.
No afectará la llegada de visitantes durante las vacaciones de verano, reiteró el edil pues se trata de un hecho focalizado.
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