Los servicios de seguridad privada cayeron a un máximo de 70 por ciento durante los meses más duros de la pandemia en Morelos, pero con el regreso de las fiestas, actividades comerciales y turísticas, se levantaron un 40 por ciento, así lo aseguró Alejandro Dorantes, presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada en Morelos.
“Hemos visto más demanda porque los servicios ya se están normalizando de alguna manera; no a un 100 por ciento pero ya hemos visto un mayor movimiento al que se venía generando”.
Sin embargo, también se están “reactivando” los hechos delictivos en diferentes zonas de Morelos, principalmente en las áreas donde existe mayor flujo comercial como es en Cuernavaca, Jiutepec, Cuautla y Jojutla.
“Desafortunadamente se empiezan a ver más actividades delincuenciales y esto ha generado que se contraten servicios, puesto que se ha visto que el tema de los asaltos son cada vez más violentos; antes se veía que solo robaban o cuando tenían contacto con alguna persona les daban un golpe pero hoy en día son más comunes los ataques armados”.
De acuerdo con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP), el número de robos totales con violencia creció en un 4.1 por ciento de enero a octubre con relación al mismo periodo el 2020. El año pasado hubo 12 mil 479 de los que tres mil 424 casos fueron con violencia y este año sumaron 12 mil 287, pero tres mil 564 fueron violentos.
Y un caso así, donde un empleado de seguridad privada perdió la vida al tratar de impedir un robo, sucedió el pasado 14 de noviembre en la gasolinera Las Banderas, del poblado de Acatlipa en Temixco, en donde civiles armados dispararon contra el vigilante.
Después entraron a las oficinas del comercio, pero debido a que todo el dinero se encuentra dentro de cajas de seguridad no pudieron llevarse nada y este hecho solo cobró la vida del elemento privado de 62 años de edad de la empresa GSPA.
