/ domingo 21 de abril de 2019

Vive Sri Lanka cruento Domingo de Resurrección

Se eleva la cifra de víctimas mortales tras ataques en diferentes complejos turísticos e iglesias cristianas

Al menos 187 personas murieron, entre ellas nueve extranjeros, y unas 469 resultaron heridas en el Domingo de Resurrección más sangriento en Sri Lanka, después de una serie de explosiones simultáneas en cuatro hoteles, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban una de las grandes festividades cristianas.

El número de muertos asciende por ahora a 187, afirmó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, mientras que varias fuentes hospitalarias elevaron la cifra total de heridos a 469.

Tras las ocho explosiones, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia y la policía ha impuesto el toque de queda con efecto inmediato ante el temor a nuevos ataques.

Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8.45 horas (2.30 GMT) en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en Batticaloa, en el este de la isla, explicó Gunasekara.

La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo, en tanto que la octava y última, hasta el momento, tuvo lugar en un complejo de viviendas en la zona de Dermatagoda, también en la capital, sin que hayan trascendido más detalles.

Imágenes difundidas por los medios locales y en las redes sociales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.

Por ahora, ninguna persona ni grupo armado ha reclamado la autoría de los ataques coordinados, mientras las autoridades insisten en prestar mucha atención a la difusión de noticias falsas que puedan generar confusión o actos de represalia contra algún grupo étnico o religioso.

Según algunos medios, WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente, mientras otras fuentes indican que las redes móviles e internet están saturadas y apenas funcionan.

“Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores", aseguró el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales como reacción a sucesos violentos.

El primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe, encabezó una reunión de emergencia con altos mandos de las fuerzas de seguridad y otros miembros del Gobierno, entre ellos el ministro para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, que dio detalles del encuentro en la red social Twitter.

Silva reclamó además "calma" y "actuar con responsabilidad", al tiempo que se mostró conmocionado por lo que había visto tras visitar varios lugares atacados.


Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas





El Ministerio de Educación ha anunciado el cierre de todos los colegios del país lunes y el martes y desde el Banco Nacional de Sangre se ha pedido a los ciudadanos que dejasen de acudir en masa a donar, que contaban ya con suficientes reservas.

La comunidad internacional ha reaccionado con conmoción ante la tragedia, que han lamentado los mandatarios y autoridades de países vecinos, como la India, Pakistán e Indonesia, pero también de la Unión Europea (UE), Alemania, Bélgica, Holanda, España, Austria y Turquía, así como las Iglesias cristianas en Tierra Santa.

Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.

En Sri Lanka la población cristiana representa el 7.4 por ciento, mientras que los budistas son el 70,2 por ciento, los hinduistas son el 12,6 por ciento y los musulmanes el 9,7 por ciento, según datos del censo de 2011.

Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40 mil civiles muertos.




Al menos 187 personas murieron, entre ellas nueve extranjeros, y unas 469 resultaron heridas en el Domingo de Resurrección más sangriento en Sri Lanka, después de una serie de explosiones simultáneas en cuatro hoteles, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban una de las grandes festividades cristianas.

El número de muertos asciende por ahora a 187, afirmó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, mientras que varias fuentes hospitalarias elevaron la cifra total de heridos a 469.

Tras las ocho explosiones, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia y la policía ha impuesto el toque de queda con efecto inmediato ante el temor a nuevos ataques.

Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8.45 horas (2.30 GMT) en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en Batticaloa, en el este de la isla, explicó Gunasekara.

La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo, en tanto que la octava y última, hasta el momento, tuvo lugar en un complejo de viviendas en la zona de Dermatagoda, también en la capital, sin que hayan trascendido más detalles.

Imágenes difundidas por los medios locales y en las redes sociales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.

Por ahora, ninguna persona ni grupo armado ha reclamado la autoría de los ataques coordinados, mientras las autoridades insisten en prestar mucha atención a la difusión de noticias falsas que puedan generar confusión o actos de represalia contra algún grupo étnico o religioso.

Según algunos medios, WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente, mientras otras fuentes indican que las redes móviles e internet están saturadas y apenas funcionan.

“Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores", aseguró el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales como reacción a sucesos violentos.

El primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe, encabezó una reunión de emergencia con altos mandos de las fuerzas de seguridad y otros miembros del Gobierno, entre ellos el ministro para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, que dio detalles del encuentro en la red social Twitter.

Silva reclamó además "calma" y "actuar con responsabilidad", al tiempo que se mostró conmocionado por lo que había visto tras visitar varios lugares atacados.


Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas





El Ministerio de Educación ha anunciado el cierre de todos los colegios del país lunes y el martes y desde el Banco Nacional de Sangre se ha pedido a los ciudadanos que dejasen de acudir en masa a donar, que contaban ya con suficientes reservas.

La comunidad internacional ha reaccionado con conmoción ante la tragedia, que han lamentado los mandatarios y autoridades de países vecinos, como la India, Pakistán e Indonesia, pero también de la Unión Europea (UE), Alemania, Bélgica, Holanda, España, Austria y Turquía, así como las Iglesias cristianas en Tierra Santa.

Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.

En Sri Lanka la población cristiana representa el 7.4 por ciento, mientras que los budistas son el 70,2 por ciento, los hinduistas son el 12,6 por ciento y los musulmanes el 9,7 por ciento, según datos del censo de 2011.

Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40 mil civiles muertos.




Local

Tráfico hoy en Cuernavaca | Autopista México-Acapulco avanza lento por accidente

Un accidente automovilístico a la altura de El Polvorín causó tráfico lento en la autopista México-Acapulco

Seguridad

Incendio en bodega de la colonia Alta Vista deja daños materiales

Bomberos atendieron un incendio registrado la madrugada de este viernes en la colonia Alta Vista

Seguridad

Helicóptero del Edomex apoya en combate de incendio forestal

Con la ayuda del helicóptero se realizó un sobrevuelo para valorizar los frentes de combate del incendio forestal en Huitzilac

Seguridad

Incendio en Huitzilac rebasó al Gobierno de Morelos: Ejecutivo

El gobernador suplente de Cuauhtémoc Blanco, Samuel Sotelo, informa que ya se pidió el apoyo de la Ciudad de México, Estado de México y de la federación

Seguridad

¿Cuernavaca es una ciudad segura? Esto perciben sus habitantes

Cuernavaca se ubica entre las ciudades con alta percepción de inseguridad en el país

Seguridad

En alerta, sector educativo por mensajes intimidantes en escuelas

El dirigente del SNTE en Morelos hizo un llamado urgente a las autoridades para brindar mayor protección al personal docente y a los menores que acuden a las escuelas