Es un menor de tres años ocho meses el primer paciente pediátrico que ha sido hospitalizado por Covid-19 esta última semana, informó el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, de los más de 140 que han resultado positivo en esta tercera ola y de los más de mil 400 menores de 18 años a lo largo de la pandemia que han sido contagiados.
Cantú Cuevas detalló que la salud del menor se encuentra “estable” y está siendo tratado en el Hospital del Niño y el Adolescente Morelense de Emiliano Zapata; esto luego de que se instaló en este punto el módulo de pruebas rápidas para los pequeños de cero a cinco años de edad.
“En lo que va la pandemia tenemos más de mil pacientes pediátricos que han dado positivo, pero ninguno complicado, ahorita tenemos un paciente hospitalizado en el Niño Morelense; en esta tercera ola son 146 aproximadamente los positivos y los menores tiene una respuesta inmunológica que responde mejor que en los adultos, pero tampoco están exentos”.
Al responder sobre el estimado para este viernes 20 de agosto, fecha en que se actualiza el semáforo a nivel nacional, dijo que es muy probable que la entidad regrese al naranja a partir del lunes 23 del mismo mes.
“Ahorita tenemos un 45 por ciento de ocupación hospitalaria sectorial, y el 70 por ciento en las camas de Terapia Intensiva que son menores, la mayor parte no son pacientes complicados pero la saturación se puede dar siempre en las camas de terapia intensiva en todas las instituciones”.
La disminución de la movilidad, de los aforos, se deberán ajustar al cambio en el semáforo, los cuales ya están estipulados en el Periódico Oficial Tierra y Libertad.
Dijo que no son solo 28 los casos positivos a la nueva variante Delta que ya predomina en la entidad, pero los resultados han sido confirmados por los institutos nacionales.
“Seguramente son muchos más, por ello es que las pruebas han aumentado”, este lunes inició en el estadio de béisbol Miguel Alemán de la Carolina la aplicación de pruebas antigénicas de Covid-19 en personas de cualquier edad, incluidos menores.
En este punto la afluencia era importante desde temprana hora, algunas más animados que otros ya que en sus manos llevaban por lo menos “un tamal y atole” para esperar su ingreso.
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