La sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación respecto a la participación política de los sujetos transgénero, tiene “vueltos locos” a las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales en todo el país, reconoció la consejera del Instituto Nacional Electoral, Dania Paola Ravel Cuevas, quien advirtió que la determinación del Tribunal podría facilitar hacer trampa y simular la paridad de género.
Al recordar que de 19 personas que solicitaron registro como candidatos transgénero, sólo se autorizaron dos, y dos más impugnaron y lograron con ello ocupar falsos transexuales ocupar espacios reservados a mujeres, la consejera advirtió que se requiere establecer lineamientos que eviten se puedan usurpar los espacios que corresponden a las mujeres en las candidaturas a cargos de elección popular; para ello se pronunció por el reconocimiento social, que no representa una violación a la privacidad pues las personas transgénero buscan justamente ese reconocimiento social de su identidad sexogenérica.
Por otra parte, la consejera reconoció que la formación de redes de apoyo a las mujeres candidatas es necesaria para definir estrategias frente a las decisiones que se tomarán próximamente en el país y que afectarán la participación de las mujeres en la política. El principio de paridad de género es el mayor logro de las mujeres hasta la fecha, aseguró al advertir que los argumentos que se usan para detener la participación de las mujeres en la política son los mismos que se usaron hace cien años, y que la violencia política de género es una trampa más que busca hacer aparecer a las mujeres como incapaces de ejercer cargos públicos.
Alertó que casos como el de Chiapas en que renunciaron todas las mujeres que habían obtenido cargos de representación proporcional del Partido Verde Ecologista, y de 46 dimisiones a candidaturas el día de la jornada electoral, 43 correspondieron a mujeres; o el de Tenamaxtlán, en Jalisco, donde renunciaron las alcaldesas titular y suplente para permitir que ascendiera al poder el síndico municipal; son prácticas que deben evitarse con lineamientos más estrictos, que obliguen a que las renuncias presentadas por mujeres sean sustituidas por mujeres también.