El alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, informó que al finalizar la pandemia expondrá detalles sobre la ubicación de un nuevo panteón municipal; hizo saber que pidió al Ejecutivo estatal su apoyo para abrir un espacio para las personas que murieran de Covid-19, pero no obtuvo respuesta; "fue un llamado en el desierto" afirmó.
Aunque no existía un protocolo sobre las condiciones en la que se debe enterrar a una persona que ha muerto de Covid-19, se han tomado en cuenta los protocolos que se aplican en Estados Unidos, por ejemplo; “el trato y el estudio que nos dejaron ver las imágenes de otras comunidades como en Nueva York, por medio de videos que circularon que son páginas oficiales, nos dábamos cuenta a que profundidad se entierra un muerto de Covid-19 y que sistema se utiliza.
"Lo que se encontró que se hacía al menos un metro y medio, más otros dos de un relleno, es decir que se tienen que enterrar al menos a cinco metros de profundidad los que han muerto por esa enfermedad de acuerdo con las imágenes vistas en lo que se hace en otros países con los cuerpos", explicó el edil.
Por ello, explicó, Obras Publicas decidió aplicar estos mismos protocolos en Cuernavaca incluso agregó que hay un punto muy característico en estos entierros, ante esa necesidad en particular.