En Cuernavaca existen 624 papelerías que ante la pandemia de Covid-19 se vieron severamente afectadas, registrando pérdidas de hasta un cien por ciento. Este fue el caso de "Mi Papelería", ubicada en calle Apolo XI, negocio en existencia desde hace varios años y que pese a implementar diferentes mecanismos para ofertar sus productos y abrir nuevamente el negocio, no ha podido recuperar ni siquiera la mitad de su inversión para regresar a la nueva normalidad.
Como bien se sabe el consumidor principal de una papelería son los estudiantes y oficinistas que necesitan ya sea sacar copias, imprimir o comprar algún material escolar, son establecimientos que siempre sacan de un apuro en cualquier situación de retraso; cada temporada vacacional las papelerías se preparan para la disminución de sus ingresos, no por completo pero sí para alcanzar un monto algo bajo.
Sin embargo, de acuerdo a diferentes cámaras empresariales, la emergencia sanitaria de coronavirus SARS-CoV-2, añadiéndose a las restricciones que impusieron las autoridades sanitarias tanto federales, estatales como municipales, ocasionó que el sector terciario –entre ellos papelerías- fuera el más perjudicado.
De acuerdo al Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Cuernavaca existen 624 papelerías, algunas divididas en abarrotes, misceláneas o centros de copiados y contando con acceso a internet. A nivel estatal, son más tres mil negocios de este giro incluidas distribuidoras de material escolar o didáctico.
El ramo papelero en México, las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs) se erigen como el principal motor de la economía nacional.
Daniela Hernández Espinoza, dueña de “Mi Papelería” desde hace seis años, confirmó que las pérdidas por el covid-19 fueron prácticamente al cien por ciento debido de que al no ser un negocio de primera necesidad los obligaron a cerrar sus puertas por tres meses, por lo que en dicho periodo no percibieron ni un peso, afortunadamente junto con su socia contaban con algunos ahorros -que estaban destinados para otros fines- y con eso pudieron subsistir y hasta comprar el equipo necesario para respetar las nuevas medidas de apertura.
El tener que colocar señalética de “uso obligatorio de cubreboca”, contar con gel antibacterial e instalar una barrera protectora para separarse de los clientes tuvo una inversión extra de cerca de 500 pesos, que ni siquiera están percibiendo. Si bien les va llegan a adquirir 400 pesos al día, en comparación con años anteriores, cuando alcanzaban desde mil 500 a dos mil pesos aproximadamente, siendo lo más buscado material escolar, cartulinas, papeles, pinceles, pinturas, impresiones, y engargolado.
“Al no haber escuelas no hay niños, estudiantes y no se acerca la gente. Hemos tenido pérdidas del doble hasta el triple por la pandemia porque al no haber gente en las calles o estar suspendidas las clases, u oficinas de gobierno es donde nuestros clientes se van”, expresó.
Pese a que la contingencia obligó a cerrar el negocio, el manejo de las redes sociales de las jóvenes fue la nueva estrategia para mantenerse activas y vigentes; le dieron un mayor impulso a su página de Facebook donde los clientes podían hacer pedidos y ellas mismas lo llevaban a domicilio o podían recogerlo en el negocio, “pero no es lo mismo como tener abierto, porque al final tu local es tu propia publicidad”.
Las impresiones era lo que más buscado en está temporada de pandemia, en especial al tener que imprimir los alumnos las guías que solicitaban en las escuelas por la modalidad en línea, ingresando a la papelería menos de cien pesos, lo cual ya era exagerado.
La papelería, tiene apenas dos semanas que reabrió sus puertas, pero atendiendo a las recomendaciones de salud; frente a la posibilidad de que las clases no se reanuden en agosto, Daniela Hernández Espinoza, adelantó que están buscando la manera de ser beneficiarias del Programa Emergente de Financiamiento por la Emergencia Sanitaria de covid-19 aunque se han visto obstaculizadas para acceder, toda vez que considera los requisitos son demasiados y llegan a ser inalcanzables al requerir de un aval con escrituras.
No obstante, antes de considerar cerrar el negocio están considerando abrir otro negocio o buscar otro trabajo “porque haciendo cuentas no nos alcanzan para todos los gastos que son agua, luz, la renta del local, mantenimiento e internet, en fin los servicios básicos”.
“No me gustaría cerrarlo porque el negocio en general, en Cuernavaca, es muy noble pero realmente sí se produce alguna otra crisis económica cerrar sería la mejor opción para no gastar de más”, acentúo.
Hernández Espinoza, quien es dueña de “Mi Papelería” desde hace seis años, apuntó que si el gobierno está diciendo que cierres tu negocio, de algún modo tendría que ser redituable, es decir, esta bien las acciones de cerrar los “no indispensables” por cuestión de salud pero a la vez pide a las autoridades brindar factibilidades para recibir algún tipo apoyo que les de un respiro, “al estar cerrados y cumplir con las normas que se nos piden, también deberían apoyarnos en ese sentido”.
Daniela Hernández Espinoza decidió poner la papelería ubicada en la colonia Base Tranquilidad de Cuernavaca por una “buena” oportunidad que tuvieron, hoy en día no solo se dedican por completo a ella, tienen otros trabajos extras, pero su fuerte, en sí, es la papelería que oferta también regalos y diferentes artículos para toda ocasión“nos gusta y por eso no nos gustaría cerrarlo”.
Las papelerías han resistido el paso de los años, son negocios cien por ciento familiares que llegan a pasar de generación en generación; han sobrevivido la llegada de cadenas comerciales que son del gusto de la sociedad, pero en cuanto a calidad y atención no existe comparación, ya que nada se compara con la sensación de ser atendido de manera individual, de tomarte tu tiempo para escoger entre la variedad de productos y estar conectado a internert el tiempo que desees en un espacio seguro y muy cerca de tu hogar, que lo hace parte de tu familia y entorno.
La crisis sanitaria de covid-19 que sigue afectando de manera importante a Morelos, permaneciendo en semáforo epidemiológico naranja, ha desestabilizado la economía local, provocando el cierre definitivo de muchos negocios, entre ellos papelerías, “Mi Papelería” sigue en pie de lucha, pidiendo a los ciudadanos acercarse y adquirir productos de negocios locales, que se traducirá en fortalecer la economía e ir estabilizando poco a poco el regreso a la “nueva normalidad”.
UBICACIÓN
“Mi Papelería” se ubica en Apolo XI 302, zona 1, Base Tranquilidad, 62250 Cuernavaca, Mor.
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