Lo que por momentos se convirtió en una discusión acalorada terminó transformándose en un nuevo aplazamiento para la reunión en la que se espera que Rogelio Plascencia Barreto, presidente de la Asociación de Usuarios del Cuautla (Asurco), muestre el convenio firmado con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde habría aceptado la cesión de agua de la Planta de Tratamiento Aguas Residuales de Cuautla (PTAR) para la termoeléctrica de Huexca, a cambio de obras para los ejidos con un monto de 118 millones de pesos.
En la reunión de este miércoles, fuera de las oficinas de Asurco, participaron integrantes del Comité en Defensa del Agua, así como una comitiva de la asociación, encabezada por Plascencia Barreto. Si bien se esperaba que en dicho encuentro el también regidor del municipio de Ayala mostrara el convenio, éste siguió negándose a dejarlo en manos de los ejidatarios que se oponen a la operación de la termoeléctrica.
“Un documento que lo estoy mostrando, lo analizamos, no tengo ningún problema para analizarlo, vamos a analizarlo, vamos a Coahuixtla”, propuso Plascencia Barreto. Sin embargo, cuando se le preguntó si accedería a entregar copias, su respuesta fue negativa:
“No te lo voy a entregar”, dijo.
En la reunión también estuvo presente el asesor legal de los ejidatarios que mantienen el plantón en las oficinas de Asurco, Juan Carlos Flores Solís.
Luego de varias intervenciones, los ejidatarios aceptaron la propuesta del presidente de Asurco, acordando reunirse el próximo miércoles para establecer una mesa de trabajo en la que se de lectura al documento.
De acuerdo con Plascencia Barreto, este acuerdo supone una nueva posibilidad de llegar a acuerdos con los ejidatarios:
“Hay muchas posibilidades. Hay varios compañeros en este grupo que están cansados, están desgastados, y me parece que a través de todo este tiempo han logrado entender que hoy tenemos que apostarle al progreso, a otras condiciones de vivir en la situación del campo”, dijo antes de retirarse del sitio.
No obstante, durante el encuentro los ejidatarios reiteraron su negativa a aceptar el uso de agua de la PTAR a favor de la termoeléctrica.