A sólo seis días para que la LIII Legislatura concluya su periodo de tres años, no existe certeza sobre la cantidad de recursos que dejará para cerrar el año, no obstante ellos se aprobaron un presupuesto de más de 500 millones de pesos, pensionaron familiares, sindicalizaron al menos a 10 de sus colaboradores, esposos e hijos, además de dejar una enorme deuda con proveedores y otras prestaciones que no pagarán, como es el Instituto de Crédito.
Aunque la ley no obliga a los actuales diputados a entregar el Congreso con anticipación, algunos diputados electos piden que se realice el 28 de agosto, con el objetivo de conocer con precisión la situación real del edificio, ubicación de las oficinas, deudas y pagos pendientes, ya que a diferencia de otros años donde el mayor interés era saber el rezago en materia legislativa, hoy eso ha pasado a segundo término.
Sindicalizados, todo el día sentados
Al inicio de la LIII Legislatura, eran 127 personas sindicalizadas en el Poder Legislativo, no obstante, tras concluir, serán 48 familiares, amigos, hijas, sobrinos y parejas sentimentales que se agregarán al sindicato.
El escándalo se concentró en las pensiones, pero los diputados también abusaron en el sindicato, ya que el acuerdo era que cada uno, el patrón y la representación gremial propondrían a 20-20, pero al final fueron 48.
Asimismo, los mismos trabajadores han denunciado abusos en la lista del sindicato; la diputada del PRD, Silvia Irra sindicalizó a su hija Adriana Ríos, la colocó en el jurídico, y a su sobrino Gabriel Irra en administración, además de otros dos; Manuel Tablas Pimentel benefició a su hijo Enrique Laffite, a su secretaria técnica de nombre Jimena, a un hijo de Humberto Serrano, el encargado del área jurídica.
Por su parte, Julio Yáñez a su secretaria de Karimi Rogel; Bety Alatriste a su esposo y a su asistente de nombre Michelle, y Julio Espín a dos de sus asistentes: Gerardo y Juan.
Otros diputados que sindicalizaron a familiares fueron Hortencia Figueroa y Francisco Santillán; Humberto Calvo a una “amiga”; a todos los colocaron en dos secretarias de Administración y Finanzas, y Servicios legislativos.
Estos últimos días los “nuevos” sindicalizados llegan a las 9:00 horas y se sientan todo el día en las jardineras del Congreso.
Disputa con la empresa constructora
De acuerdo con el informe de obras concluidas, que publicó la Secretaría de Obras Públicas del Estado, la nueva sede del Congreso ya está entregada desde diciembre de 2017, con un costo de 467 millones de pesos y no de 372 millones, como había informado la dependencia estatal en un inicio.
Ahora a seis meses de su inauguración, con enormes deficiencias pero que por una orden del ejecutivo fue sede de la entrega del informe de Gobierno, no obstante, no sólo fue entregada a los diputados, sino que es ocupada por la empresa que la construyó “Ago Operadores, S.A. de C.V.”.
Al parecer la empresa firmó un convenio de ocupación parcial con el Gobierno del Estado, el cual permite a los diputados ocupar sólo algunas oficinas para el trabajo administrativo del Congreso y el salón de Plenos para el desarrollo de las sesiones ordinarias, sin embargo, a la par, una de las oficinas es ocupada por trabajadores de la empresa, dado que todavía no ha concluido el proyecto, pues no se les ha cubierto su trabajo.
Ante ello, hay una demanda a la empresa por despojo y como medida de presión a los diputados, se cortó el suministro de energía a todo el edificio desde el 15 de agosto, al igual que el servicio de agua potable.
Los trabajadores denunciaron que se colocaron tambos con cubeta y que acudían a oscuras a los baños, en el salón de plenos, además de que en cada lluvia era evidente la filtración de agua por todos los lugares.
En este contexto, desde hace dos semanas, los trabajadores se ven en imposibilidades, ya que deben ir al ciber para imprimir o enviar información que les piden sus jefes los diputados, incluso les pidieron llevar sus bolsas para la basura porque ya no habría cestos para los desechos.
Nadie sabe del dinero
Desde el 23 de agosto de este año, los legisladores acudieron a finanzas del Congreso a solicitar su finiquito, aunque nadie sabe las cantidades que cobró cada uno, a los trabajadores en cada término de legislatura les otorgan una parte proporcional al aguinaldo, por lo que el viernes les depositaron solo un mes de aguinaldo, con la promesa de que los sindicalizados tendrían la otra parte el siguiente mes.
Por su parte, el diputado de la fracción parlamentaria del Partido Humanista, Jesús Escamilla Casarrubias, comentó que desde el pasado martes sus homólogos acudieron al Congreso del Estado para recibir un sobre que sería un cheque por el fin de la Legislatura, sin embargo, refirió que desconoce el monto, y advirtió que dejarán al Congreso sin presupuesto.
