El comercio ambulante se ha convertido en uno de los dueños de Cuautla. Y pese a los muchos operativos que diversas administraciones municipales han hecho para combatirlo, los informales sólo dejan de invadir los espacios públicos durante algunos días para después regresar a las principales plazas públicas de la Heroica
Miguel Leana Vélez, representante de los comerciantes del Centro Histórico de Cuautla, opina que no están en contra de las personas que buscan un trabajo para poder salir adelante, sino de aquellos que invaden de manera irregular los espacios públicos.
Lo anterior, aseguró, además fomenta la competencia desleal, causa desorden social en plazas públicas y genera suciedad y contaminación auditiva de manera permanente.
“A la fecha no vemos un cambio establecido y eso nos desanima. Vemos las calles de Cuautla, pero sobre todo el Centro Histórico, en una anarquía total”.
Un día los quitan y al otro vuelven
Al inicio de esta administración las autoridades municipales dieron a conocer que se limpiaría el zócalo de Cuautla y no se permitirá la colocación de comerciantes ambulantes.
Sin embargo, esto sólo duró algunos días, pues días después algunos vendedores ya estaban colocados de nueva cuenta; poco a poco se han ido sumando más. Recientemente el alcalde Rodrigo Arredondo López informó que respecto a la Plaza Revolución del Sur -o mejor conocida como El Señor del Pueblo- no se permitirá la colocación de comerciantes ambulantes, ferias o cajones para vender, e indicó que es una plaza a "la que debemos tenerle respeto".
“Aquí es donde descansan los restos del general Emiliano Zapata. Este es un lugar al que debemos tenerle respeto, aquí no se puede venir a vender ni a poner ferias o juegos, esta plaza es cívica y merece un respeto de parte de los ciudadanos”.
Operativos a medias
Durante el gobierno del exalcalde Jesús Corona Damián se realizaron múltiples operativos contra el ambulantaje, pero estos no entraban a la zona más conflictiva del municipio, es decir, el zócalo de Cuautla.
Estos operativos se hacían por las calles aledañas y se retiraba el material de trabajo de los comerciantes; no obstante, a las pocas horas o días después de nueva cuenta los comerciantes ya se encontraban ahí.
Asimismo, los comerciantes ambulantes confirmaron que en el periodo de Corona Damián el Ayuntamiento les cobraba entre 60 y 70 pesos diarios por derecho de piso, pagos que quedaban registrados en una libreta y no se les expedía ningún comprobante.
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